Marcha por Caro: en el Monumento se exigió por su aparición y restitución

Carolina Garrido es buscada por la Justicia luego de que su madre la llevara a Chumbicha (Catamarca), de donde es originaria. Su papá rosarino viajó hasta allí pero la niña no aparece. Más de 100 personas marcharon reclamando su aparación.

Más de cien personas, entre familiares y amigos de Carolina Garrido, marcharon ayer por el centro de la ciudad en reclamo por la aparición de la menor de 10 años, cuyo paradero se desconoce desde hace unos 20 días. Aplausos, fotos y pancartas sumaron emotividad a la movilización por la peatonal, que desembocó en el Monumento a la Bandera. La familia reiteró que la menor fue «raptada» por su madre tras un viaje a Catamarca y exigieron la restitución a su padre, que vive con la niña en Rosario.

Carolina Garrido tiene 10 años y fue hasta el pueblo de Chumbicha, de donde es originaria, junto a su mamá. Desde entonces, su padre Sandro, quien es rosarino y vive en la ciudad, no pudo volver a tener ningún contacto con ella. Está desaparecida. Ayer, familiares, vecinos y amigos realizaron una movilización desde la plaza Pringles hasta el Monumento para apoyar su búsqueda y exigir que aparezca.

Mónica Horvath, la tía de la niña, dio detalles de la historia de su sobrina “Carolina vivió hasta los 3 años con su papá y mamá en Chumbicha cuando se separaron. Cuando venía de vacaciones a Rosario la veíamos muy delgada y tenía problemas, se hacía sus necesidades encima y con 8 años pesaba 14 kilos. Hablamos con su mamá y ella decía que la nena estaba bien. Por esos días nos enteramos que no vivía en Catamarca con ella sino con sus abuelos maternos”, comenzó.

El abuelo de Carolina es José Nicolás Llompart, actual concejal por la localidad de Chumbicha, según señaló Horvath y su abuela es Garciela López, una docente. “La nena iba a a la escuela cuando quería, tenía muchísimos problemas de salud. Cuando estaba acá la llevábamos a los médicos que descubrieron que padecía anorexia y una tremenda anemia. Estaba amarilla y tenía ojeras terribles”, describió la tía.

Este preocupante estado de salud los llevó a radicar una denuncia en Tribunales que derivó en un juicio por tenencia. “Logramos que Carolina permanezca dos años y medio en Rosario donde tenía su centro de vida, escuela, familia y club”. Pero, de acuerdo a su relato, un acuerdo firmado con su mamá terminó con estos días de felicidad, en los que la niña recuperó peso –su desnutrición le provocó un retraso madurativo– y comenzó a hacer deportes.

Bajo supervisión judicial se le otorgó a la mamá el permiso de llevarla a Catamarca para que no pierda contacto con su familia materna. Sin embargo, al segundo día de su estadía allá, Sandro no pudo contactarse más con su hija al punto que viajó hasta allá para buscarla. “Se hicieron 8 allanamientos para dar con la nena y nada. Sabemos que uno de los intentos la nena se cayó de un tapial y se la llevaron en una camioneta”, advirtió la mujer.

“No supimos nunca más donde está la nena”, remarcó y contó que tanto su mamá como sus abuelos permanecen en Chumbicha. “No ha habido ninguna detención y el juez de allá no se da por enterado y andan como si nada por la calle”, se indignó Mónica sobre la familia materna de la nena.

(Rosario 3 – La Capital)