Una adolescente tocó un caño en una escuela y sufrió una descarga eléctrica

Luna Rodriguez, estudiante de 5° año de la escuela Nigelia Soria, estaba jugando en la pérgola del patio cuando se electrocutó, está fuera de peligro.

Cuando Luna Rodríguez se colgó de los dos hierros de la pérgola del patio de la Escuela Nº 5.032 «Nigelia Soria» y la descarga eléctrica que sufrió no le permitía bajarse, sus compañeros pensaron por unos segundos que era una broma. «Les pedí ayuda, se me borraba la visión y cerré los ojos; recién ahí dos de ellos me tiraron hacia abajo y pude despegarme», relató la adolescente de quinto año sobre lo que le sucedió el jueves, en el horario del almuerzo. El hecho provocó la reacción de los estudiantes que ayer llevaron adelante una sentada en la esquina de Virasoro al 1900, y la decisión del cuerpo docente de suspender las actividades hasta tanto estén «garantizadas las condiciones edilicias» del colegio.

El director provincial de Educación Artística del Ministerio de Innovación y Cultura, Roberto Barbieri, lo calificó como «un hecho fortuito y puntual», y explicó que antes del inicio de clases «se realizó una intervención para asegurar que la estructura eléctrica estuvieran en condiciones» (ver aparte).

La descarga. Los alumnos aseguran que la pérgola es de los espacios más concurridos durante los recreos. El jueves, cuando aún estaban en el horario del almuerzo tienen doble escolaridad, Luna y sus compañeros esperaban para ingresar a clases; ella jugaba parada sobre un tapial y colgándose de la estructura metálica.

«Me colgué de un lugar, me bajé, seguí caminando y cuando me agarré la segunda vez en otro lugar, quedé literalmente pegada y no me podía soltar», contó la adolescente, y continuó: «Intenté decirles que me ayudaran, que me moría, pero no se daban cuenta de que no era una broma y no entendían lo que pasaba».

La adolescente intentó sacar los pies del tapial y caer por el propio peso del cuerpo, pero no pudo. Recién allí sus compañeros se dieron cuenta de que no era un juego y entre dos de ellos, la tomaron de las piernas y la tiraron hacia abajo.

«La electricidad no me soltaba, se me nublaba la vista y se me ponía todo blanco; cerré los ojos», siguió relatando Luna, quien quedó por varias horas en estado de shock. Desde la escuela llamaron al servicio de emergencias médicas, y ella misma lo hizo con su mamá.

«Me dieron un vaso de agua y me dijeron «Ya pasó», como minimizando lo que había sucedido», sostuvo la adolescente, y señaló que su mamá llegó antes que el servicio médico y que fue la mujer la que la llevó a realizarse el control médico. «Me hicieron un electrocardiograma y me indicaron algo de reposo», explicó.

Sentada. No es la primera vez que los más de 500 alumnos que tiene la Nigelia Soria se movilizan por las condiciones edilicias del establecimiento. Ayer, ante lo sucedido en el patio, volvieron a hacerlo con una sentada de protesta. «La educación pública no sólo tiene que ver con la gratuidad, sino con el espacio físico donde se aprende; estamos acostumbrados en la ciudad a que las condiciones de infraestructura no estén garantizadas», aseguró Mauro Dugovitzky, presidente del centro de estudiantes.

Si bien rescató «el compromiso de las autoridades de la escuela y del cuerpo docente», e incluso el «canal de diálogo que abrieron (ayer mismo) las autoridades del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia», el dirigente estudiantil también puntualizó que «en cuatro años es la cuarta vez que nos movilizamos por un problema edilicio».

Y más aún, hizo hincapié en que «el objetivo es visibilizar el problema y la demanda no sólo de nuestra escuela, sino fundamentalmente de las escuelas de las periferia y de los barrios, donde las condiciones son aún peores y eso está naturalizado».

La protesta de los alumnos se extendió durante toda la mañana y, ya sobre el mediodía, el personal docente y no docente que se encontraba en el edificio, sentó posición a través de una carta donde informaron, «ante la gravedad del hecho, la suspensión de actividades» hasta tanto se realizara un informe técnico «de las causas que provocaron el episodio y la solución», exigiendo además la firma de personal técnico del Ministerio de Educación de la provincia. (LaCapital)