Según Lifschitz y Bullrich, Rosario está mejor en seguridad

Los funcionarios tildan de «muy positiva» la acción coordinada entre políticas y fuerzas de Nación y provincia. Dicen que el delito viene en baja.

Por Silvina Dezorzi / La Capital

El gobernador Miguel Lifschitz evaluó ayer como «absolutamente positivo» en términos cuantitativos y cualitativos el «trabajo conjunto» en seguridad que vienen encarando provincia y Nación. La ministra federal del área, Patricia Bullrich, coincidió con el mandatario en la importancia clave de actuar «en equipo» para enfrentar el delito, cuyos índices definió como «en baja», mientras su par provincial, Maximiliano Pullaro, dijo estar en condiciones de «empezar a mostrar resultados que alientan a seguir en el mismo camino». Números concretos para sostener tanto optimismo no hubo, a excepción de las armas incautadas durante el 2016, que Pullaro dijo fueron más de nueve mil. Así y todo, Bullrich prometió cifras para mayo, en las que afirmó se verificará un descenso significativo en cantidad de robos y homicidios, la desarticulación de bandas de narcotráfico, el decomiso de estupefacientes y avances en materia de inteligencia criminal.

Flanqueados por los máximos referentes de las fuerzas de seguridad federales y provinciales, de la rueda de prensa donde hicieron esas declaraciones participaron, además de Lifschitz, Bullrich y Pullaro, el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, y el de Seguridad Interior, Gerardo Milman.

La ministra llegó ayer a Rosario para firmar un convenio con la provincia (ver aparte), pero claramente la postal que tanto desde un lado como desde el otro quisieron mostrar fue el del trabajo articulado en seguridad entre los dos niveles del Estado.

Lifschitz comenzó agradeciendo a Bullrich su presencia «nuevamente» en la ciudad y sostuvo que en la «primera reunión de evaluación» de este año, donde se analizó el «desempeño» de las fuerzas federales y la «puesta en práctica del acuerdo de cooperación» firmado con la Nación en agosto último, el balance por lo actuado desde entonces fue «muy positivo».

La buena calificación, dijo el gobernador, «no es antojadiza ni caprichosa», sino que obedece a «indicadores objetivos» en cuanto a «esclarecimiento de delitos, avance en causas y desarticulación de grupos de delitos complejos que operaban en Santa Fe y otros territorios».

Positivo

También destacó como «absolutamente positivos» aspectos «cualitativos» como «el trabajo conjunto, el intercambio de información y la investigación criminal coordinada» entre la Justicia federal y el Ministerio Público de la Acusación provincial.

«Tenemos la convicción de que la reducción de los índices de inseguridad y violencia» será fruto de la «tarea conjunta» entre provincia y Nación, insistió.

A su turno, Bullrich se explayó sobre una idea que discursivamente aparece como medular para el oficialismo nacional. «Una de las primeras cosas que nos planteó el presidente (Mauricio) Macri fue la necesidad de trabajar en equipo», dijo, incluyendo a «fuerzas federales y provinciales, la Justicia y los gobiernos provinciales».

En ese sentido, aseguró que en los últimos meses se revirtió un hecho de «discriminación» histórico que sufría Santa Fe al pagar «viáticos a las fuerzas federales», montos que ahora afronta la Nación.

La ministra ponderó básicamente las tareas realizadas en materia de «combate, paso a paso, al narcotráfico y los estragos que generó, tan duros que revertirlos va a llevar un tiempo». Hoy, sostuvo, «los resultados empiezan a estar a la vista».

«Sabemos que los números son fríos, pero estamos un poco mejor», aseguró, a la vez que llamó a «rosarinos y santafesinos» a «sentir que tienen a todo el equipo de seguridad trabajando para ellos». Y prometió que en mayo las próximas estadísticas revelarán que bajaron los homicidios, robos y delito en general.

Puntualmente, dijo que hubo avances en el «control de las fronteras» y de los ríos, el «decomiso de drogas», la «inteligencia criminal», el «trabajo conjunto en zonas urbanas» y la «detención de (los miembros) de las bandas más importantes» que operaban en ciudades como Rosario, Santa Fe y Bariloche; distintas localidades de Córdoba, Neuquén y Mendoza, y asentamientos irregulares porteños como la villas 31 y la 1-11-14.

«Aún hay mucha droga en Argentina, muchas muertes por ese negocio criminal, pero en los lugares donde trabajamos bajaron hasta el 67 por ciento los homicidios entre bandas», afirmó, a la vez que dijo que «se intenta también llegar a los financistas y el delito de cuello blanco».

Pullaro coincidió en que se empiezan a mostrar «resultados que alientan a seguir el mismo camino». Como ejemplo puso «la política de control de armas», que durante el 2016 «logró sacar de los circuitos informales más de nueve mil», lo que implica reducir la «letalidad».

Ese fue el único número concreto que circuló en la rueda de prensa. De hecho, a la pregunta a Bullrich acerca de qué índices de baja del delito podían sustentar una mirada optimista no hubo respuesta. Como tampoco a qué avances se registraron recientemente en la creación de nuevos juzgados federales.

«Somos el sindicato de defensa para la creación de juzgados federales», bromeó, para afirmar que «ha comenzado a rodar la máquina». Sin embargo, no precisó ningún avance en ese pedido reiterado desde Santa Fe. (Silvina Dezorzi / La Capital)