Central de mal en peor. Cayó frente a Almirante Brown por 1 a 0

Central cayó en condición de local contra el equipo de Blas Armando Giunta por la mínima diferencia. Desordenado, desesperado e irresoluto, el equipo de Rivoira no logró dominar a La Fragata, que vino a defenderse al Gigante de Arroyito.

De haber realizado una encuesta previa a la reanudación del fútbol, muy pocos hubieran podido adivinar que Central (lejos, el equipo que mejor se reforzó en el Nacional B) iba a encontrarse, después de seis puntos disputados, con sólo una unidad y con una enorme cantidad de dudas en cuanto a su presente y, sobre todo, su futuro futbolístico. Luego de empatar contra Defensa y Justicia y (parece mentira) perder contra Almirante Brown en el Gigante de Arroyito, Rosario Central volvió a sorprender a propios y extraños y, nuevamente, volvió a marcar un nuevo hito histórico y sufrió en menos de una semana los dos peores resultados de su existencia deportiva.

El regreso de Jesús Méndez (de más que aceptable partido) le cambió la cara al equipo, pero no alcanzó para reestructurar a un Central que, confirmadísimo, pone en cancha a un delantero de más desde el arranque y, para colmo de males, termina jugando con tres referencias de área, desesperado y carente de ideas coherentes. El planteo estratégico final, con De León, Toledo, Figueroa y Carrizo en cancha no hizo otra cosa que relegar de manera automática a Méndez (el único jugador de los once que entraron a la cancha que puede ofrecer algo más que pelotazos con la pelota en los pies) a una posición defensiva que lo privó de pisar el área en los momentos finales del complemento.

Para colmo de males, los referentes del equipo siguen parejitos: Rivarola no jugó por estar expulsado, González entró a jugar lesionado el partido contra Defensa (ahora se pierde, con suerte, dos meses de competencia) y Fatura Broun hoy le regaló el gol al veteranísimo (37 para 38) Daniel Bazán Vera, ese mismo al que veíamos con cariño cuando la peleaba en Unión y Tristán Suárez, para que el corpulento número nueve la mande a guardar a los 4′ del segundo tiempo.

A partir de ahí, el partido se hizo cuesta arriba a un Central que, desordenado y desesperado, al igual que su gente, no logró jamás vulnerar la durísima defensa del equipo de Blas Armando Giunta, quien nos ganó por segunda vez con un equipo al cual no le sobra absolutamente nada, imaginémonos entonces qué nos haría si tuviera tres o cuatro millones de dólares disponibles para reforzarse.

Angosto a la hora de atacar, desperdiciando los pocos desbordes que logró en centros sin fuerza que buscaban a delanteros que, o bien se dedicaban únicamente a intentar bajar la pelota (Toledo) o, directamente, a caerse al piso de manera constante (Figueroa); Central no logró un empate que, seamos justos, hubiera merecido. De León tuvo en sus pocos minutos en cancha dos pelotas claras que desvió y el debutante Costa también se encontró frente al arquero pero, desgraciadamente, su zurdazo se fue por arriba del lateral.

El resto es ya casi cíclico. Un corpulento delantero de casi 38 años fue, por momentos, demasiado para Peppino y Braghieri, a Dios gracias que el pobre Valentini no entró a la cancha, porque seguramente lo hubiéramos insultado como si suya fuera la culpa de ser el número dos de Central. Diego Chitzoff hizo lo que pudo jugando de lateral por la izquierda, imposibilitado siempre a la hora de atacar por tener que perfilarse para su pierna más hábil, mientras pudo engañar a los defensores contrarios, y limitándose a hacer lo que podía con la pelota y su pie izquierdo. Guizasola sigue sin tirar un centro bien. El Karateka Ballini aportó desde el quite, pero, al igual que Rivero, siguen sin mostrar capacidad creativa para ponerse al hombro el desarrollo de fútbol (son pibes, tienen tiempo y capacidad) y el pibe Carrizo sorprendió con su impactante velocidad, pero pasó inadvertido en la valla rival. Medina ya preocupa por su bajo nivel y los delanteros centrales (quienes nuevamente volvieron a jugar juntos en un clarísimo manotazo de ahogado), como ya dijimos, lisa y llanamente fueron un espanto.

1 de 6 en el Gigante de Arroyito, contra Defensa y Justicia y Almirante Brown, en la B Nacional. Qué verguenza hermano. (canalla.com)