El Papa Francisco le escribió a ONG solidaria rosarina

Manos a la Obra es un proyecto de ayuda en el que participan 300 estudiantes universitarios.

Manos a la Obra es un proyecto solidario impulsado por la Pastoral Universitaria de Rosario del que participan más de 300 estudiantes de las distintas facultades de la ciudad. Todo el año visitan las zonas más desfavorecidas de Villa Constitución y Fighiera y durante el verano se instalan cinco días para hacer el trabajo más duro.

El año pasado decidieron contactarse con el Papa para contarle lo que hacen. Le escribieron una carta y en febrero les llegó la respuesta firmada de puño y letra por Francisco. Se sienten alentados y apoyados por el Sumo Pontífice y con muchas esperanzas para seguir trabajando.

Alejo Audissio es estudiante de periodismo y contó a La Capital que el año pasado lanzaron una campaña de videos, a cargo de personas famosas, para que invitaran a los estudiantes a participar de los proyectos solidarios. “Y cuando pensamos a quién nos gustaría contactar surgió la idea del Papa, pero no sabíamos cómo podríamos llegar a él”, rememora.

Recurrieron al guía de la Pastoral Universitaria, el padre Pablo Lasarte, y le preguntaron cómo debían hacer. Simplemente había que escribir una carta.

“No sabíamos cómo hacer”, confiesa Belén D’ Espósito, otra estudiante rosarina que participa de Manos a la Obra.

¿Cómo se le habla a un Papa? se preguntaban, pero al final ganó la sencillez. “Le contamos, de corazón, lo que estamos haciendo, el esfuerzo que nos implica este trabajo que preparamos durante todo el año y cómo cada vez se suman más jóvenes”, continuó.

” Le contamos que acá, en Rosario, hay una mística especial y sucede algo distinto, porque la gente termina sintiendo algo muy especial que no se puede explicar con palabras, son cinco días en los que pasan cosas fuertes. Hay que vivirlo para sentirlo”, destacó Alejo.

Al terminar, solicitaron la firma del padre Pablo, que fue junto con la de ellos y enviaron la misiva a Roma vía Nunciatura de Buenos Aires.

El tiempo pasó y ellos se olvidaron del tema. Pero en febrero llamaron desde el Arzobispado local al padre Pablo y le dijeron que tenía que buscar un sobre “importante” que había llegado desde lejos, nada menos que desde Roma.

“No los podíamos creer”, confiesa el sacerdote, quien sacó la carta de una carilla y media que les escribió el mismísimo Papa.

Bajo el escudo pontificio, la carta comienza con un “Queridos jóvenes” y a continuación, el Papa les agradece la carta que le enviaron, “en la que me cuentan el proyecto solidario que llevan a cabo”, dice.

También les agradece que hayan querido compartir con él lo que están haciendo.

“Pero gracias sobre todo porque han decidido salir de ustedes mismos y ponerse en camino, al encuentro de las personas necesitadas, para servirlas con sus talentos”, se lee en la misiva.

“El Papa nos marca el camino de lo que debe ser el Manos a la Obra”, expresó el sacerdote todavía emocionado por el gesto del Papa argentino.

“Esta carta es un documento pontificio, un regalo muy grande, pero también un compromiso que nos anima a seguir trabajando”, señaló.

El Papa culmina la carta, después de darles muchos consejos, diciéndoles que reza por ellos y con la frase tan propia de Francisco: “No se olviden de rezar por mí”. Y firma, con una letra escrita muy pequeña al final.

“Con esta carta, nos quedó claro que el Papa está cerca. Nos responde. Nos anima. Está a nuestro alcance y eso nos gratifica y nos llena de esperanza”, concluyeron los jóvenes. (Sin Mordaza)