Marcha federal: Masiva concentración pidió la «unidad de los trabajadores»

Las organizaciones sociales salieron el lunes desde La Quiaca y Posadas y hoy llevan sus reclamos propuestas a la Plaza de Mayo.

La Marcha Federal, que se extendió toda la semana por varias ciudades del país, llegó ayer a Rosario en su formato masivo, con las gruesas columnas de las organizaciones sociales como protagonistas de un acto cuyas consignas y discursos se centraron en cuestionar la política económica del gobierno de Mauricio Macri, al que calificaron de «entreguista, cipayo, hambreador y represor».

La parada en Rosario fue el preludio de la manifestación central que tendrá lugar hoy en Plaza de Mayo, cuando confluyan las cinco columnas que el lunes pasado salieron desde distintos puntos de la Argentina: La Quiaca, Posadas, La Rioja, Ushuaia y Bariloche. En Rosario, bajo la consigna «Por pan y trabajo», se aglutinaron los manifestantes provenientes del norte (NEA y NOA), capitaneados, en su gran mayoría, por militantes de Barrios de Pie, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

La movilización nacional, que ayer hizo base en Rosario, tiene dos objetivos: rechazar por un lado la política oficial de «entrega y sometimiento al FMI»; por otro, proponer e impulsar el tratamiento de cinco leyes que ya tienen ingreso formal en la Cámara de Diputados: la emergencia alimentaria, la integración urbana, la agricultura familiar, la infraestructura social y la emergencia en adicciones.

En ese marco, unas 10 mil personas (según el cálculo de los organizadores) se congregaron en la bajada Sargento Cabral, donde se montó el escenario donde fluyeron discursos calientes en un atardecer dominado por el frío y una persistente llovizna. Entre bombos y bombas de estruendo, los manifestantes cantaron el clásico «unidad de los trabajadores» y el nuevo grito de guerra que conjugó la consigna de la Marcha Federal y el acuerdo que está por alumbrar el gobierno con el FMI: «Pan, trabajo, y el Fondo al carajo».

En esta etapa de comunión de las distintas organizaciones sociales (de extracciones políticas e ideológicas diversas, pero con el objetivo común de enfrentar a Macri) se observa cierto sesgo religioso católico, como las constantes referencias al Papa Francisco y la consigna de las «tres T»: techo, trabajo y tierra.

Unidad

Pujando a la par de estos organizaciones barriales y piqueteras también están los nucleamientos formales y clásicos, como los sindicatos de los estatales (ATE) y los maestros de Ctera, además de movimientos políticos referenciados en la izquierda y el peronismo, en este caso con preeminencia del kirchnerismo.

«Nos une el espanto de las políticas de Macri, pero también la esperanza en nuestras propias fuerzas. No solo marchamos para resistir, sino también para proponer», bramó Hugo Cachorro Godoy, secretario general de ATE Nacional, el primero de una lista de cuatro oradores principales.

Esteban Castro, de la Ctep, hizo cierta alegoría a la pasión de Cristo en la cruz (esta organización tiene estrecha relación con Bergoglio) para graficar el esfuerzo y el sacrificio de la lucha de los «compañeros contra esta política de hambre». El dirigente, además, se refirió al problema tarifario y el veto presidencial. En ese eje discursivo, dijo que hoy en Plaza de Mayo también se van a movilizar sectores de la clase media «víctimas del tarifazo».

Daniel Menéndez, de Barrios de Pie, también puso énfasis en el veto presidencial al proyecto contra el tarifazo. Dijo que esa herramienta pone en riesgo la democracia y la paz social, ante lo cual lanzó una advertencia: «Estos tipos nos van a llevar a un escenario de violencia».

Cerró el acto el líder de la CCC, Juan Carlos Alderete. El dirigente piquetero, al igual que sus colegas, fustigó la política económica de Macri, trazó un panorama sombrío de lo que, según su vivencia, está ocurriendo en la barriadas pobres de los conurbanos de las principales ciudades, en la que «aprieta el hambre» y ya no sobra paciencia.

Todos, a su modo, coincidieron que el clima social y político va a desembocar irremediablemente en un paro general, que la CGT ya dijo que lo tiene en carpeta en caso que Macri vetara el proyecto que ponía freno a la suba de tarifas de los servicios públicos.

Sobre el palco se pudieron ver también, junto a los dirigentes sociales y sindicales, al diputado socialista Luis Contigiani y sus pares peronistas Silvina Frana y Lucila De Ponti. (La Capital)