Para Fitch, la inflación será de 27,5% y la deuda llegará al 52% del PBI este año

La calificadora redujo a 1,3% su proyección de crecimiento para 2018 y advirtió por el cumplimiento de las metas fiscales.

La calificadora Fitch Ratings redujo este lunes la proyección de crecimiento de la economía argentina para este año desde el 2,6% hasta el 1,3%. Esta compresión a la mitad de las expectativas sobre el nivel de actividad económica estuvo acompañada de una estimación de la inflación de 27,5% para 2018 y de un incremento de la deuda pública muy por encima de las previsiones de Macri y Dujovne, ambas producto de la «abrupta depreciación del peso», que hoy llegó al 40% en el año.

«Fitch proyecta ahora una suba de la inflación en Argentina de 27,5% para todo 2018 con motivo del traslado a precio de la devaluación del peso, lo que perjudicará el salario real y la confianza, mientras que el ajuste fiscal y monetario pesará en el consumo y la inversión», indicó la calificadora de riesgo en un documento en inglés difundido hoy.

«Hemos reducido el pronóstico de expansión del PBI a 1,3% dando continuidad a un patrón de crecimiento débil y volátil», sostuvo el informe publicado en Londres. Pese a estas proyecciones menos optimistas que las previas, la calificadora de deuda decidió sostener la calificación actual y su perspectiva: el pasado 4 de mayo Fitch la había bajado de perspectiva positiva a estable.

«El acuerdo del país con el Fondo mitiga el riesgo financiero local luego del daño en la confianza por parte de los mercados, lo que respalda la calificación ‘B’ y de panorama ‘estable’ de Argentina», resaltó la agencia.

No obstante, «las perspectivas futuras de calificación dependen de la aplicación de medidas que restablezcan la credibilidad y reduzcan las vulnerabilidades macroeconómicas, que enfrentan una incertidumbre considerable».

De hecho, desde que el Dujovne y Sturzenegger anunciaron el pasado jueves el préstamo del FMI y los lineamientos generales de la política macroeconómica, el riesgo país tuvo una leve baja el viernes que fue nuevamente superada este lunes, ya que hoy subió 2,31% acompañando el alza del dólar hasta ubicarse en 487 puntos básicos.

«El acuerdo con el FMI debería apoyar a Argentina en su estatus crediticio de ‘B/Estable’ en momentos de mayor dificultad para contener los riesgos de financiamiento; el desembolso inicial de 15.000 millones de dólares ayudará a la necesidad de tomar crédito en 2018-2019, con la disponibilidad de acceder al resto como referencia precautoria», analizó Fitch.

De acuerdo al estudio de la agencia calificadora de riesgo soberano, los impuestos ya son elevados y el 60% del gasto primario es rígido por corresponder a beneficios sociales que se ajustan con «una nueva fórmula referenciada a la inflación pasada más elevada». Por esto, y anticipando resistencia a los ajustes «políticamente sensibles», ve difícil que el Gobierno pueda avanzar con el programa fiscal que se fijó en su carta de intención al FMI para la solicitud del crédito Stand-by.

«Acelerar la consolidación fiscal probablemente sea la medida más dificultosa. Fitch espera que se alcance en 2018 un déficit de 2,7% del PBI a partir de nuevos recortes en el gasto, la animada recaudación de principios de año y la inflación por encima de lo esperado (que hace que los ingresos crezcan más rápido que las erogaciones). Pero alcanzar las subsiguientes metas de 1,3% en 2019, 0% en 2020 y superávit de 0,5% en 2021 será mucho más arduo», consideró la calificadora de deuda.

Cómo sigue la deuda

Mientras que el Gobierno espera que la relación deuda sobre PBI vaya a la baja a partir del año próximo, Fitch tiene sus dudas y espera que este año se eleva prácticamente al doble de las proyecciones oficiales.

En efecto, según el cuadro de sostenibilidad de la deuda pública presentado por el ministro Dujovne en el anuncio del acuerdo del FMI señala que en 2018 la deuda pública con el sector privado y organismos internacionales ascienda al 35,2% del PBI y promedio el 34,8% los próximos dos años para comenzar un sendero descendente de cerca de un punto del PBI hasta 2023. De esta forma, los intereses de deuda en 2018 y 2019 se ubicarían en 2,4% del PBI y luego bajarían gradualmente una décima por año hasta llegar al 2% en 2023.

Por el contrario, para la agencia calificadora «la dinámica de la deuda es elevadamente sensible a variables macroeconómicas inciertas. La abrupta deprecación del peso ha revelado una trayectoria de la deuda más empinada, que anteriormente estaba enmascarada en la medida en que la depreciación iba por detrás de la inflación».

«Fitch proyecta que la deuda del Gobierno nacional sobrepase el 70% del PBI en 2018. La cifra es menor, 52% del PBI, cuando se la netea de deuda fácilmente refinanciable en manos del Banco Central (Lebacs), pero solamente se ubica ligeramente por debajo de la mediana [de la categoría] ‘B’ de alrededor del 60%. Los intereses contra ingresos se ubican por encima de la mediana en 11%».

«La acumulación de deuda ha excedido ampliamente los déficits fiscales reportados en los últimos años, lo que sugiere que cuestiones contables pueden estar subestimado las necesidades de financiamiento y, por ende, los efuerzos necesarios para la estabilización de la deuda. Por ejemplo, el endeudamiento neto del Gobierno del año pasado de 55.000 millones de dólares excedió el déficit de 34.000 millones de dólares, lo que probablemente refleje la inclusión de algunos ítems no devengados como ingresos y cancelaciones de obligaciones bajo la línea», concluyó el documento. (La Política Online)