Procesaron a exjefe de Drogas Peligrosas por complotar con supuesto líder narco

Alejandro Druetta quedó acusado de acordar con Ignacio Actis Caporale para que éste pudiera vender estupefacientes en el sur de la provincia

El ex jefe de Inteligencia Zona Sur de la Dirección de Drogas Peligrosas, comisario Alejandro Druetta, fue procesado ayer bajo la acusación de haber confabulado para que Ignacio «Nacho» Actis Caporale, que este año afrontará un juicio oral por liderar una banda narco, pudiera desarrollar esa actividad en la zona de Venado Tuerto, donde el policía acababa de ser designado jefe de la Brigada Operativa Antinarcóticos Nº 8.

El juez federal Marcelo Bailaque consideró que ambos mantuvieron conversaciones en 2012 en las que el jefe policial le anunciaba que lo trasladarían a esa ciudad del sur santafesino y le sugería que lo favorecería para que desplegara allí su comercio ilícito.
En la resolución Bailaque indica varios puntos comprometedores para el comisario. Sostiene que una pericia establece que la voz recuperada de los llamados con Actis es la de Druetta, que era el usuario de la línea radial con la que se hacían esos llamados más allá de que no fuera su titular y que el entrecruzamiento de comunicaciones y georreferenciación de recorridos marca la coincidencia de los lugares donde ambos se movían.

Durante la instrucción Druetta, que seguirá en libertad por orden del juez, negó en forma terminante los cargos imputados. En la indagatoria hizo un descargo durante dos horas aunque sin contestar preguntas.

El juez entendió que el policía tenía un acuerdo que le aseguraba a Nacho (también apodado «Ojito») desplegar su actividad sin ser molestado en la zona donde tenía jurisdicción. Las comunicaciones que complicaron a Druetta fueron recuperadas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) del expediente que se formó en 2011 contra la banda de Ojito, lo que concluyó con doce detenciones en septiembre de 2012. Nacho estuvo prófugo hasta diciembre de 2016 cuando lo apresaron participando como piloto en una carrera en el autódromo de Buenos Aires bajo el seudónimo de «Alex Acqua».

Responsable

Durante la actual gestión del ministro Maximiliano Pullaro, Druetta fue responsable de Inteligencia de Drogas para siete departamentos del sur provincial. Fue jefe de Contrainteligencia en la Policía de Investigaciones (PDI) hasta abril pasado, cuando a pedido del fiscal federal Claudio Kishimoto allanaron su casa y su oficina. El motivo eran aquellas llamadas de mayo de 2012, cuando por orden de la cartera de Seguridad Druetta fue designado al frente de la brigada de Venado Tuerto.

Antes había desempeñado, desde 2010, el mismo cargo en Villa Constitución. Las antenas indican que el Nextel que se atribuye a Druetta fue captado en esa última ciudad cuando se hizo el barrido de antenas.

«Algo para vos»

El fiscal le aportó al juez la transcripción de las grabaciones del 4 de mayo de 2012 de una llamada entrante al Nextel que usaba Ojito en la que su interlocutor, que se señala es el jefe policial, le pedía reunirse. También proporciona una llamada del día siguiente en la que otra vez quien llama (el policía) le indica al destinatario (Nacho) que «se mudan» para el lado de Venado y le insiste en que se encuentren porque «capaz hay algo para vos allá».

La llamada que Bailaque consideró más relevante fue una que a su criterio refrenda la veracidad de ese acuerdo. Es una llamada que el 14 de mayo de 2012 Actis Caporal recibe de una persona no identificada apodada «Maxi». En ella ambos dialogan sobre si «lo de Venado es seguro». Frente a ello, Ojito replica que «la gente va seguro», que «estaban volviendo de Santa Fe» y que allá es donde «hablan con los polenta».

Por último Actis Caporale indica que «ellos van y limpian todo primero» y que después «arrancan a trabajar». En la interpretación del fiscal, avalada por Bailaque, esto implica que le facilitarían la liberación de esa zona. Lo que tiene una confirmación adicional cuando Nacho dice: «Ellos estuvieron en Villa y a mí en Villa me habilitaron todo».

Para el fiscal «Maxi» era la pata que Actis Caporale tenía en Venado Tuerto para distribuir su droga en esa zona. Bailaque remarcó la coincidencia entre los destinos de Druetta y los lugares de los que se habla en esas conversaciones. También que Actis Caporale era investigado en la causa 569/11 por su actividad de narcotráfico. El juez agrega que la referencia a la «habilitación» de parte de Nacho «sólo podía referirse a llevar a cabo la actividad ilícita en aquel lugar».

Un argumento incriminatorio adicional para Bailaque lo supone el resultado del barrido de antenas de telefonía. La resolución indica que la línea usada por Nachov se comunicaba con un número de radio asociada con un celular (341-5725075) que es donde las pericias reconocen la voz de Druetta. Se constata que esa línea entabló comunicaciones con el Ministerio de Seguridad en reiteradas ocasiones y a otras dependencias policiales de Constitución, donde Druetta prestaba servicio, y hacia destinos captados en Alvear, donde vivía el oficial.

Los elementos señalados refuerzan para Bailaque la hipótesis de que más allá de que esa línea estaba a nombre de una mujer (Lucía N.) «era el oficial Alejandro Miguel Druetta quien utilizaría la misma».

Relevante

Bailaque subraya también como relevante una comunicación que es la inicial entre ellos, del 3 de abril de 2012, en la que uno le dice al otro que «tenía información importante» para darle. Esa comunicación fue analizada por Acústica Forense de la Policía Federal que concluye que la voz (indudable) de Druetta se corresponde en el diálogo con la voz (dudable) de Actis. Esa conclusión refuerza la idea de que Druetta y Nacho tenían contacto entre sí.

Esto se reforzó cuando detuvieron a Actis Caporale en 2016 y le secuestraron su celular. La pericia sobre el aparato detectó que como números de contacto figuraban «Ale», Alejandro Druetta y Marcelo Druetta, un hermano del oficial que prestaba servicio como subordinado suyo.

La defensa de Druetta sostuvo en la indagatoria en que es insensato acusarlo de confabular con Actis Caporale cuando éste no tuvo nunca causas por narcotráfico en Constitución ni Venado Tuerto. No obstante, para el fiscal no quedó claro qué hacía el policía, ya que él no duda de que se trata de su voz, hablando con un presunto narco cuando éste ya estaba siendo investigado.

Por último el juez indica que un informes de cruce de llamadas y de localización geográfica señala que los teléfonos atribuidos a Druetta y Actis «tuvieron patrones de acercamiento» los días en que se produjeron las llamadas analizadas. Eso corrobora «que los encuentros que se pactaron telefónicamente habrían tenido lugar entre los días señalados».

«Ultraintencionalidad»

Por todo ello, para Bailaque toda la prueba es indicativa de manifestaciones de la «ultraintencionalidad ilícita de la actividad de Druetta y el apodado Ojito, dirigidas en principio a llevar adelante conductas de tráfico de drogas en Venado Tuerto».

Lo que castiga la figura de confabulación, aclara el juez, es el acuerdo de voluntades para delinquir. Lo que se requiere para ello son actos reveladores de la voluntad de la decisión común de cometerlos. Bailaque no halló dudas de que la evidencia prueba que esa intencionalidad existió. Por eso procesó a Druetta por «confabulación para realización de actividades de narcotráfico» y le trabó embargo por 135 mil pesos. (La Capital)