Del Potro avanza en Miami

El secreto está allí adentro, en esa mentalidad granítica que cada día lo impulsa a objetivos más ambiciosos. Cuando Juan Martín del Potro se fija una meta, tarde o temprano, la cumple. El listón de exigencia aumenta y él aparece puntual a cada cita. En esta temporada de reconstrucción, ahora le tocaba vencer a un top ten. Ayer no hizo más que concretar la faena, con la victoria sobre el sueco Robin Soderling (4° del mundo) por 6-3 y 6-2, que le dio el acceso a los octavos de final del Masters 1000 de Miami. «Estaba cansado, pero es fácil jugar ante un público como éste», dijo el tandilense, en agradecimiento a la gran cantidad de argentinos que lo vienen alentando desde el primer partido. Su próximo compromiso llegará mañana ante el local Mardy Fish (preclasificado N° 14), vencedor del francés Richard Gasquet por 6-4 y 6-3. Delpo venció a Fish hace unas semanas en dos sets (6-1 y 7-5), por las semifinales del ATP 250 de Delray Beach, torneo que finalmente se adjudicó. La de ayer fue sin dudas la victoria más trascendental desde su reaparición, tras la larga ausencia por su lesión en la muñeca. Por la calidad del rival, ganador de tres certámenes este año (Brisbane, Rotterdam y Marsella), y por el contexto, un certamen que está considerado unánimemente como «el quinto Grand Slam». Habían transcurrido 16 meses desde el último triunfo de Del Potro ante un top 10: justamente la víctima había sido Soderling, a quien derrotó 6-7, 6-3 y 7-6 en las semifinales del Masters 2009 de Londres. Lo cierto es que ayer aprovechó los vaivenes del sueco, a quien le hizo sentir el rigor de su saque y una sucesión de palancazos con la derecha, las armas letales que en 2009 lo catapultaron al 4° puesto del ranking. Parecía un duelo de máxima dificultad, aunque lo resolvió en apenas una hora y 16 minutos. Esta sucesión de actuaciones son ganancia pura para Del Potro, que tras haberse hundido hasta el 485° puesto del ranking, luego de la eliminación en el Abierto de Australia, tendrá asegurado por lo menos el 45° después de Miami. «Por suerte, ante Soderling salió todo como lo habíamos planeado.

Saqué muy bien y ojalá salga igual en el próximo partido. Además, el físico me respondió», mencionó el tandilense, que se proyectó al próximo duelo ante Fish: «Con Mardy nos conocemos, somos muy buenos amigos y hasta hemos jugado dobles juntos. Así que también será un match duro». En el historial entre sí están 2-2. De alguna forma, Del Potro repite cíclicamente su propia historia. Antes de Miami 2009 se decía que el pupilo de Franco Davin no les podía ganar a los más grandes de entonces, con quienes padecía historial negativo (Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray). Pero en esa misma cita, la Torre de Tandil dio el golpe en los cuartos de final frente a Rafa -ya el N° 1 del mundo- y, en esa misma temporada, atrapó el US Open. Ahora, en este Operativo Regreso, se le apuntaban sus complicaciones ante los top 10, ya que había perdido en dos sets con Fernando Verdasco (semifinales de San José), Andy Roddick (semifinales de Memphis) y Rafael Nadal (semifinales de Indian Wells). Ayer, entonces, volvió a quebrar un nuevo límite que invita a seguir soñando.

«Frente a Soderling jugué sólo un buen partido, no sé si es para ubicarme en una posición del ranking», señaló Delpo, que sólo piensa en crecer, sin prisa y sin pausa.