Las Siete Hermanas (Parte II)

En los últimos días, el gobierno del Reino Unido, a través del ministro de Exteriores Jeremy Hunt, confirmó la captura de dos buques en el Estrecho de Ormuz, uno con bandera británica y el restante, liberiana.

La excusa de la Guardia Revolucionaria iraní anunció oficialmente la captura del buque británico por “no respetar el derecho marítimo internacional”, episodio que se desencadenó horas después de que un tribunal de Gibraltar extendiera 30 días la detención del buque iranio Grace 1.

La tensión se incrementó a partir del ataque a seis buques petroleros con minas en la zona del Golfo, aunque, vale decirlo, las naciones árabes y el gobierno norteamericano acusó a Irán por esas acciones, siendo completada toda esta situación bélica con el derribo de drones de Estados Unidos y de Irán.

Pudo saberse por una fuente militar que el “Stena Imperio” navegaba “por aguas internacionales y repentinamente, entre Irán y Emiratos Árabes, se dirigió hacia la costa iran” luego de haber desactivado su rastreador e ignar advertencias antes de ser capturado”.

El 9 de julio pasado el Reino Unidos elevó un alerta contra barcos británicos que navegaban por la zona que nos ocupa, mientras que la propietaria del petrolero, Stena Bulk, no logró contactar a su nave, con 23 tripulantes, cuyo destino era el puerto de Jubail, en Arabia Saudita, antes de ser abordado, según versiones no conformadas, por lanchas sin identificar, las que contaban con un helicóptero de apoyo.

El segundo buque

Sería el Mesdar, de propiedad británica, cuyo capitán, 40 minutos después del asalto a la primera nave aludida debió girar en su trayectoria hacia Arabia Saudita para poner su rumbo a irán, según la agencia Irna. Con anterioridad una fragata inglesa evitó que la Guardia Revolucionaria capturara otra nave inglesa.

Los hechos referidos, incrementan sustancialmente la tensión en las aguas del Estrecho de Ormuz, lugar de tránsito de la quinta prte del petróleo que se consume en el mundo.

En la presente columna, en función de lo expuesto precedentemente, continuamos exponiendo el trabajo sobre Las Siete Hermanas petroleras del mundo, dada su relación casi directa con los episodios enunciados, los que forman parte del objetivo principal de los protagonistas: El control total de petróleo en el orbe.

Profundización de la cuestión

A la hora de agregar datos ciertos y precisos sobre la temática que estamos evaluando es imprescindible puntualizar que:

Time calculó cuanto ganaban cada uno de los 14 principales exportadores de petróleo durante 1974. Para ese tiempo era una suma respetable: 118.500 millones de dólares y en 1972 15.000 millones. El 56% se lo llevaron en sus bolsillos los feudales del Golfo Pérsico.
Arabia Saudita ganó la ¼ parte del ingreso total. Irán casi tanto como el trío de gobiernos árabes ”progresistas” que figuraban en la nómina-Libia, Irak y Argelia-, o sea el 18%.
Venezuela y Ecuador, el 9%. Ecuador se llevó 400 millones frente a los 10.000 millones de Venezuela; Nigeria, 8%, Indonesia, 3% y el 6% restante lo llevaron Canadá y la URSS.
El equilibrio de la región se corrió a la derecha, ya que Reza Pahlevi siguió aportando fuerzas armadas para combatir movimientos populares hambreados . Tanto Feisal como el Sha, enemigos entre sí, se dedicaban a realizar campañas electorales del tipo caudillista, ya que eran ellos caudillos.
Lucharon para combatir a Israel como candidatos imperiales para liderar, en su tiempo, la estafa al gobierno árabe.
Mientras tanto, la transferencia de divisas le servían a Kuwait, Qatar, Omán, Abu Dhabi y Dubai entre otros países para ampliar sus burocracias, integradas por familiares del monarca reinante, cuya principal habilidad fue la de contener a los nativos con instituciones increíbles. Todo extranjero que deseaba instalarse como empresa estaba obligado a contratar como socio parásito a un natural del país, cuya única función era cobrar dividendos de las industrias petroquímicas, únicas que se montaban en esas regiones para obtener ganancias rápidas y luego irse.
Son rubros de capital intensivo y que requieren poca mano de obra empobrecida de países vecinos, no petroleros, que se dedican al área de servicios. Un ejemplo fue Kuwait, con inmigrantes palestinos, egipcios, libaneses e iraquíes que superan a la población kuwaití.
El inmigrante es siempre débil y se los utiliza mediante el dinero aportado por capitales imperialistas, norteamericanos y alemanes, los que como tope, gastan dineros en el país productor en un 50 %. El resto se lo llevaron hacia mercados internacionales. La excusa es que la construcción de fábricas, centrales eléctricas y carreteras “no se pueden realizar de la noche a la mañana”. Un ejemplo de ello es Kuwait, donde la renta per cápita fue el doble de la República Federal Alemana.
Si en Kuwait se intensificara la mano de obra, debería duplicarse la importación de la misma con extranjeros. Ello no era probable que ocurriera. Las potencias productoras prefieren poner el dinero a corto plazo, ya que ello permite hacer uso del capital ante necesidades urgente, y si no, analicen lo ocurrido en Argentina con el gobierno de Cambiemos y su plan económico. Riesgo y rentabilidad son base de los resultados positivos.
Londres y Harvard aportan personas instruidas en el manejo de capitales “golondrinas” que utilizan los países imperiales para mudar objetivos de manera acelerada y en el marco de las leyes. Los árabes manejan muy bien ese mecanismo con la conformación de sociedades dedicadas a la inversión utilizando rigurosos estatutos. Sólo sufrieron un a faltante: un programa a largo plazo.
Teherán se aseguró el acceso a experiencias técnicas de la empresa Krupp con la participación de la misma en la sociedad. Una excepción, ya que generalmente, el aporte es de capitales.
Este último mecanismo fue abonado por los sabios funcionarios del Banco Central de Arabia Saudita que encabezó la Nómina de países exportadores y que pusieron sus ingresos en los circuitos del Morgan Guarany Trust y del Chase Manhatan Bank, el banco de los Rokefeller.
El proyecto fue convertir al Medio Oriente en un gigantesco mercado para colocar manufacturas con propuestas asociativas para el mismo..
Al imperialismo lo vuelve complejo, el que es un fenómeno dialéctico . Imperialismo y dependencia son realidades de distinta naturaleza. El enfoque del “Tercer Mundo” suele subrayar la dependencia y los marxistas el término opuesto.
Una de las características de los grupos dominantes internos es la formación social dependiente. Es que no son verdaderas clases dominantes, que no extraen su poder último del puesto que ocupan en las relaciones de producción, sino, más bien, del hecho de comportarse como meros agentes o funcionarios de las clases metropolitanas.
Son burocracias o burguesías mercantiles o una mezcla de ambas. La única clase fundamental que existe en una formación social dependiente es la clase trabajadora. Cuando ella no hegemoniza, cuando no se desarrolla suficientemente para hegemonizar el proceso de liberación nacional, no hay liberación posible.
A lo sumo habrá un cambio de forma de dependencia, con o sin cambio en la identidad de los amos. Aunque sea dueña de algunos medios de producción, la burguesía autóctona dependiente no es una clase fundamental, a causa de su marginalidad de origen, de su crecimiento deformado, del bajo nivel relativo de expansión de las fuerzas productivas que controla. No es cuestión de capital o dinero, estamos hablando de clases
No nos estamos refiriendo a individuos, quienes a nivel individual solo llegará a ser un instrumento o un “intelectual orgánico” como diría Gramsci, de una clase fundamental.

La situación actual del petróleo en cifras

Siguiendo el debate mundial acerca de los cambios en el precio del petróleo y las consecuencias económicas y geopolíticas, damos a conocer un informe de la agencia de noticias Stratfor del miércoles /12/11/14, que brindaba un panorama interesante sobre la oferta y la demanda de crudo. A la vez que muestra el rol de los países alrededor del oro negro que mueve al mundo.

“Desde mediados de junio, el precio del barril de Brent ha caído en casi un 25 por ciento pasando de un máximo de $ 115 a alrededor de 87 dólares el barril y los factores estructurales están causando preocupación entre los productores mundiales porque es probable que los precios del petróleo se mantengan cerca de los niveles actuales hasta, al menos, finales de 2015”, señalaba la agencia.

“Stratfor cree que el suministro de petróleo se mantendrá alto “en tanto el incremento de la producción de energía continúe creciendo en Norteamérica y los países de la OPEP sigan siendo reacios o incapaces de reducir la producción de manera significativa. Por otra parte, en el corto plazo, la desaceleración de la economía china y la economía europea estancada, limitarán el potencial de crecimiento de la demanda de petróleo. Estos factores podrían hacer más difícil que los precios mundiales del petróleo se recuperen a los niveles anteriores”, preveía la agencia.

Los principales productores de petróleo han crecido acostumbrados a los altos precios, a menudo utilizándolos para sustentar sus presupuestos nacionales. Bajos precios del petróleo sostenidos provocaron que estos productores de petróleo tengan que repensar sus gastos.

Los únicos miembros de la OPEP con flexibilidad suficiente para reducir la producción de petróleo de manera voluntaria son los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Arabia Saudita. Ninguno de los otros miembros está en una posición financiera como para reducir la producción de petróleo. Libia, Argelia, Irak, Irán y Nigeria necesitan permanentemente máxima producción de petróleo y precios altos para financiar sus presupuestos y programas de gasto social. Venezuela es, actualmente, un caso que no puede ser considerado, ya que su situación geopolítica es crítica.

Los especialistas internacionales afirmaron que el consumo de petróleo en Estados Unidos estuvo, estructuralmente, en declive desde mediados de los 2000. El mercado del petróleo europeo, presentó los mismos patrones, pero en Europa la declinación estructural estuvo ocurriendo en medio de la desaceleración del crecimiento económico y la amenaza de la recesión.

En China

La demanda china de petróleo permanece relativamente fuerte en ausencia de un colapso económico, pero los aumentos en la demanda de China es probable que sean más moderados que el habitual estimado de 400.000 bpd por año.

Stratfor, en su informe concluyó, afirmando que “los ojos de los mercados petroleros miran hacia las reuniones semestrales de la OPEP en busca cambios. Si no hay ninguno, el precio bajo del petróleo seguirá teniendo consecuencias geopolíticas significativas para los países consumidores y productores por igual.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com