Chile: Saqueos e incendios en la cuarta semana de protestas

Los mayores hechos de violencia se registran en Iquique, Valparaíso y Concepción. Los manifestantes, que se enfrentaron con los Carabineros, exigen una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna.

Saqueos e incendios se producen en diversas ciudades de Chile, principalmente en Iquique, Valparaíso y Concepción tras las marchas convocadas en el marco de la huelga general que exige una nueva Constitución y Asamblea Constituyente.

Mientras en Santiago, la red de buses de TranSantiago dejó de circular, lo que no impidió que nuevamente en Plaza Italia tenga lugar una masiva concentración. En la capital chilena además se registraron enfrentamientos entre Carabineros y grupos de manifestantes.

En Iquique se saquearon al menos cuatro tiendas para utilizar los enseres como material de las barricadas con lo cual se bloquea el tránsito. En Valparaíso, un grupo saqueó dos locales mientras en la vecina Viña del Mar asaltaron un supermercado y en Llay Llay otra turba quemó la plaza de peaje ubicada al interior de la región. En Antofagasta incendiaron una oficina de la Junta Nacional de Jardines Infantiles.

Uno de los incidentes más complejos se vive en Concepción, donde se incendió el edificio de la Gobernación Provincial. Los manifestantes impidieron el actuar de Bomberos y Carabineros que llegó al lugar, se vio superado luego de lograr rescatar a dos personas que estaban al interior del edificio siniestrado

De la repartición pública sacaron un retrato del presidente Sebastián Piñera y lo lanzaron a una enorme barricada, obligando a Carabineros a replegarse

La cadena de supermercados Líder, perteneciente a la estadounidense Walmart, cerró sus puertas en todo el país dada la magnitud de los incidentes.

En la tarde, miles de personas volvían a reunirse en el centro neurálgico de la ciudad, Plaza Italia, ahora bautizada como Plaza Dignidad, en relación al reclamo de recuperar la dignidad como sociedad. Las imágenes de televisión mostraban humo saliendo de uno de los costados de la Plaza.

En la mañana decenas de miles de personas transcurrían por las calles más importantes de Santiago y las principales ciudades del país en un ambiente pacífico y festivo marcado por pitidos, música y la agitación de banderas.

El paro nacional fue seguido ampliamente y en las ciudades se vivía el ambiente de un día feriado.

En Santiago el registro civil adhirió al paro convocado por la Asociación Nacional de Empleados Fiscales y otras organizaciones gremiales y prestaba servicios mínimos para aquellos que se fueran a casar y tuvieran cita previa.

Las clases estaban suspendidas porque muchos profesores y alumnos no podían acudir a cumplir sus tareas rutinarias.

Este paro «va a marcar un hecho histórico, desde hoy día en adelante va a haber un antes y un después en nuestro país y aquí está la esperanza de todo el país de Chile, todos ciudadanos compatriotas, de poder llegar a una Asamblea Constituyente y poder cambiar la Constitución», relató a The Associated Press Silvia Silva.

«Exigiendo la dignidad que al pueblo le fue robada por tantos años, basta de abusos. Hoy día decimos basta, por favor, de la manera más pacífica posible a los políticos y a los que están encargados de hacer las leyes en nuestro país», agregó Luis Casas.

En el vecino puerto de Valparaíso el Congreso suspendió sus actividades y se registraba un paro del transporte público y privado al que se sumó el metro que une la ciudad con el balneario de Viña del Mar y otras urbes. En las inmediaciones de la sede legislativa encapuchados lanzaron piedras y levantaron barricadas que luego derivaron en saqueos. En la tarde, lanzaron piedras a uno de los lugares emblemáticos de la ciudad, el hotel O’Higgins y se saqueaba uno de los principales supermercados. (Clarin)