El BCRA bajó nuevamente la tasa de referencia a 38%

La autoridad monetaria afirmó que la decisión se adoptó «en base a las señales de consolidación del proceso desinflacionario». Los detalles.

El Directorio del Banco Central (BCRA) dispuso este jueves una nueva baja del límite inferior de la tasa de interés de Leliq de 2 puntos porcentuales, con lo que pasará de 40% a 38% anual. De esta manera, se coloca en su nivel más bajo de los últimos 22 meses.

Con esta reducción, la tasa de referencia en términos efectivos se ubica en 45,4% anual.

La entidad monetaria sostuvo que esta tasa de referencia «la mantiene en terreno positivo suficiente para promover el ahorro en pesos y a la vez recomponer la situación crediticia de familias y empresas a través de la reactivación del crédito».

«La decisión fue adoptada en base a las señales de consolidación del proceso desinflacionario y con vistas a generar condiciones que favorezcan la recuperación de la actividad económica», agregó el BCRA.

La nueva tasa de política monetaria regirá a partir de la próxima licitación de LELIQ, que se llevará a cabo el martes 10 de marzo.

Sendero descendente

Desde la asunción de Miguel Pesce al frente del Banco Central, al sumar esta nueva baja, la tasa de las Leliq acumulará una caída de 25 puntos porcentuales, de 63% al 38%, cuando entre en vigencia la decisión en la próxima licitación de Letras.

La última vez que la tasa de interés de política monetaria había bajado del 40% fue el 4 de mayo de 2018, cuando el por entonces presidente del Banco Central Federico Sturzenegger ordenó subirla 675 puntos básicos (de 33,25% a 40%) tras una jornada en la que el dólar había pasado de valer $ 21,44 a $ 23,27, según el promedio de venta minorista.

Por aquellos días, la tasa registró un abrupto endurecimiento, al pasar de 27,25% a finales de abril para llegar hasta el 40% apenas días con el objetivo de «evitar comportamientos disruptivos en el mercado de cambios así como para garantizar el proceso de desinflación», según justificaba el Central.

Finalmente aquel año la inflación trepó hasta el 47,6% -la más alta en 27 años, luego superada por la de 2019, con el 52,9%-, a pesar de que el Banco Central aseguraba en su comunicado del 4 de mayo que utilizaría «todas las herramientas a su disposición» para conducir su política monetaria y «alcanzar su meta intermedia de 15% en 2018».

La política de tasas altas se suponía que debía ser transitoria para evitar un efecto demasiado recesivo sobre la actividad económica.

Sin embargo, permaneció altamente restrictiva durante todo este lapso y llegó incluso a trepar hasta el 85,99 % en septiembre del año pasado, tras la última gran devaluación del peso.