Deuda externa: Los acreedores aseguran que sumaron más bonistas y pueden voltear la propuesta oficial

Los mismos dicen haber reunido a más de la mitad de los bonistas para rechazar la última oferta de Argentina. De ser así, se caen los términos de la propuesta oficial.

Representantes de los acreedores de la deuda argentina aseguraron este lunes a Bloomberg haber sumado más bonistas a sus grupos y haber conseguido así no solo el 50% en algunas de las 29 series de bonos que el Gobierno busca reestructurar, sino posiciones suficientes para directamente voltear la «última propuesta» de Alberto Fernández.

Desde que la semana pasada los tres grupos se abroquelaron con un pacto de cooperación entre ellos para rechazar la «última oferta» del Gobierno con una mayoría superior al 33% de las acreencias, el primer camino para que el Gobierno pudiera proceder con su estrategia ya había quedado bloqueado.

La segunda opción que maneja la propuesta del equipo de Guzmán es buscar el 50% de cada familia de bonos, es decir al menos unos 11.500 millones de los bonos K (que son los que tienen la indenture 2005) y al menos otros 22.000 millones de los bonos M (con la indenture 2016). Y por este camino todavía hubiera podido avanzar. Sin embargo, en una carta dirigida a Guzmán, los acreedores le informaron al Gobierno que sumaron más bonistas al bloque y consiguieron el 60% de las acreencias de los bonos K y el 51% de los bonos M.

En caso de haber llegado al 50% de cada una de estas familas, el Gobierno podría entonces avanzar con el canje. De lo contrario la «última oferta» se cae de acuerdo a la misma propuesta oficial. Por lo que de ser cierto que los bonistas lograron condensar a más de la mitad de las acreencias, esta pasó a ser la «penúltima oferta».

Por lo pronto el Gobierno toma como declaraciones y no cambia su posición de que los términos económicos no los cambia, pero puede acceder a adecuaciones en los términos legales. Esta tarde, de hecho desde el Ministerio de Economía difundieron una foto del equipo de Guzmán reunido preparando las conversaciones que en breve quiere iniciar con el FMI, con un programa para la postpandemia y un Presupuesto 2021 sobre la mesa.

Como adelantó LPO, en el Gobierno consideran que a los acreedores no les conviene que la Argentina primero llegue a un acuerdo con el FMI. El remanente para pagarles a los acreedores, de acuerdo a los análisis de sostenibilidad de la deuda, aseguran van a ser menores.

Mientras tanto, analistas y economistas estiman que el Gobierno podría darles entre medio y un dólar más de valor presente neto para llegar a un acuerdo con el tercio más concentrado de los acreedores y precipitar la aceptación de los minoristas. La mayor traba que observan para llegar a este acuerdo no es económica, sino política implicaría renunciar al hito de no haber cedido de la que Alberto Fernández definió como la «última oferta».

Resta saber si entonces el Gobierno efectivamente va a sostener que esto es un «bluff» y esperar a ver el resultado de la votación el 4 de agosto o si, por el contrario, accede a incorporar los cambios legales y amplía la oferta y se garantiza que todos estos acreedores acepten una nueva contrapropuesta. Con un 53% garantizado de los aceedores adentro, quedaría a pasos de que se disparen las CACs y el canje sea completo y sin holdouts.

«Es buena señal que los principales acreedores aumenten la masa crítica al 50%. Aumentan los incentivos del Gobierno en la dirección de convalidar una mejora simbólica o marginal del valor presente neto para apuntar a cerrar sin holdouts», opinó Federico Furiase, economista y director de EcoGo.