Cuba, una isla colmada de ilusiones y miserias

Al momento de generarse esta columna, activistas antigubernamentales cubanos advertían que en Cuba hay una muerte violenta y más de 130 personas detenidas o desaparecidas en la isla, como consecuencia de las protestas que comenzaron en la ciudad de Antonio de los Baños, donde habita una población localizada a 30 kilómetros de La Habana y de 50.000 habitantes aproximadamente.

El Ministerio del Interior cubano confirmó ayer que “un hombre fue asesinado en una manifestación registrada en el barrio Güinera, en la periferia de la capital cubana, en el marco de las protestas”.

El ministerio, en un comunicado lamentó “el fallecimiento de esta persona”, según una nota publicada por la oficial Agencia Cubana de Noticias, la que identificó a la víctima como Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años.

Por la “caída de la dictadura”

La población bregó en sus manifestaciones públicas por la caída de la dictadura y a favor de la libertad, ocurriendo lo propio en otras ciudades como Alquizar, provincia de Artemiza y el barrio Güira, donde hubo expresiones de miles de cubanos que expresaron su malestar profundo por la mayor crisis económica que se vive en 30 años y por la creciente incidencia de contagios y fallecimientos producto de la pandemia de coronavirus que avanza a pasos agigantados.

En La Habana, más precisamente en las inmediaciones de la Avenida de Galeano, la policía protagonizó corridas contra los manifestantes, a los que arrojó gases lacrimógenos.

El denominado Movimiento San Isidro, que lucha por una mayor expresión artística en Cuba publicó una lista de activistas que habrían sido detenidos, junto a una joven que fue apresada en momentos en que hacía declaraciones a un medio de comunicación español, el que distribuyó la entrevista a nivel mundial. La detenida, públicamente, antes de ser arrestada, responsabilizó a las autoridades sobre su seguridad personal.

Asimismo, entre los detenidos se encuentra la periodista Camila Acosta y el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, pidió por su liberación inmediata.

Es insistente la versión de que los detenidos son conducidos a un centro de aislamiento donde, se presume, serían interrogados.

Sin Internet

El servicio de Internet fue cortado en la tarde del domingo y la gente comenzó a arrojar piedras y adoquines a las autoridades policiales y a sus móviles, varios de los cuales terminaron destruidos. Luego el servicio se cortó en forma intermitente y los isleños utilizaban el Wi Fi de la embajada estadounidense para subir a Facebook filmaciones de las acciones represivas.

Antes de cortarse Internet o en los momentos sus intermitencias los pobladores de ciudades del interior multiplicaron los mensajes de Twitter y, horas más tarde, el gobierno cubano decidió un despliegue militar y policial, tras lo cual hasta tuvo que dar a conocer un mensaje el presidente Miguel Díaz Canel.

Profundo malestar

Los cubanos expresaron su profundo malestar por el problema emergente de los extensos cortes de energía eléctrica -12 horas diarias-, y por la falta de suficiente comida. Díaz Canel, como era de esperar, responsabilizó a las largas colas para comprar comida y a la falta de medicamentos esenciales al bloqueo norteamericano y, consecuentemente, por los padecimientos que los cubanos sufren desde 1962. Pidió en su disertación el desbloqueo y aprovechó también por responsabilizar de los problemas a los manejos mafiosos internos y provenientes del exterior en Cuba.

El coronavirus sigue multiplicándose

Respecto del coronavirus hay que señalar que hay récords diarios de casos. Precisamente la pandemia destruyó el turismo internacional que recibe anualmente Cuba y que habitualmente alcanzaba a 11 millones de visitantes al año, los que se hospedaban en 45.000 cuartos.

La relación comercial cubana con los países comunistas posibilitó la llegada, hace cinco años, de una flota de colectivos rusos, destinados al turismo, pero la operación prevista le falló a los cubanos, ya que en el tiempo no logró obtener los repuestos de los vehículos y los transportes andan “atados con alambres”.

Falta de alimentos básicos

Cuba tiene problemas con los alimentos básicos. Un ejemplo puede darse con el arroz, base de las comidas. Sería de origen norteamericano, mientras que los pollos provendrían de China.

Los cubanos no pudieron, en su momento abastecer de alimentos a los hoteles internacionales, en razón que –por ejemplo-, los españoles traen los mismos desde España.

Yoixis, una moza de un hotel cinco estrellas cubano admitió que “antes que se desatara la crisis, en donde trabajaba se importaban hasta un 70 por ciento de todos los bienes que consume el turista. Al desatarse el coronavirus el porcentaje aumentó a un 90 porciento. Cuando trabajaba, si queríamos llevarle una manzana a nuestro hijo, teníamos que pedírsela, en voz baja, al turista para que la retirara de las heladeras de los alimentos, haciendo ver que son ellos los que las consumían, cuando en realidad, con generosidad, nos la daban a nosotros a escondidas de las cámaras de vigilancia.

En su momento, los rusos construyeron, en forma idéntica muchos edificios, que los argentinos compararían, a simple vista, con los FONAVI rosarinos. No vale la pena argumentar más.

“No hay ni curitas”

Y si alguien, por estas horas hace una defensa del desarrollo del sistema de salud cubano, quien esto escribe recibió información directa de una médica cubana que alertó acerca de la realidad existente en el área de la salud, subrayando que “ni en los hoteles extranjeros All inclusive hay medicamentos en las salitas de atención básica, donde se atienden los turistas que sufren problemas menores. Es más, no tenemos ni curitas y cubrimos las heridas con cintas adhesivas y en algunas oportunidades hasta recibimos donaciones de medicamentos de los turistas que, apenados por nuestra situación, se van de vuelta a sus países luego de disfrutar sus vacaciones”.

Luego me preguntó: “¿Se imagina lo que ocurre en los hospitales cubanos? Lamentamos todos los días los médicos que queremos irnos de la isla por no poder hacerlo. Es muy caro. Y si nos escapamos en una lancha o en una balsa a Miami, lo más probable es que terminemos en la boca de un tiburón”.

Sin datos oficiales

El gobierno de Cuba, utilizando según sus críticos “un discurso doble y hegemónico”, no suministró datos sobre personas detenidas o heridas en los disturbios, calificados como los mayores en décadas. En una acción poco inteligente Díaz-Canel –al que los cubanos califican de títere del ex presidente Raúl Castro-, instó a partidarios a enfrentarse a los manifestantes en forma directa: “Los revolucionarios tienen que estar en la calle”, dijo. El resultado de esa convocatoria puede ser impensado.

El diario ABC advirtió que el lunes en La Habana fue detenida cuando salía de su casa su corresponsal y luego se procedió a registrar su casa y secuestrar su computadora. El medio periodístico pidió la “inmediata liberación de Acosta y la devolución de su material sustraído, así como el retiro de los cargos por supuestos delitos contra la seguridad del Estado. La periodista es de nacionalidad cubana y hace seis meses que trabaja en ese medio de comunicación.

Por su parte, el presidente norteamericano Joe Biden advirtió a Cuba sobre la represión a los ciudadanos, a los que el presidente de Cuba calificó de “delincuentes”.

Estados Unidos y Cuba están pasando por el nivel más bajo de sus relaciones institucionales en años por medidas económicas que Biden, por ahora, no está dispuesto a levantar.

Dificultades económicas

La economía cubana se encuentra muy afectada y las importaciones cayeron abruptamente durante la pandemia, la que ha originado un marcado incremento en los contagios en un solo día de casos y fallecimientos por covid-19.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció que el lunes Estados Unidos “continuó proporcionando ayuda humanitaria y suministros médicos” y añadió: “No tengo nada que adelantar en términos de un cambio de política”.

A su vez, el secretario de Estado estadounidense, Tony Blinken, enunció: “Sería un grave error que el régimen cubano interpretara lo que está sucediendo en docenas de pueblos y ciudades a lo largo de la isla como el resultado o el producto de algo hecho por Estados Unidos”.

Descongelamiento

Vale puntualizar que el Estado cubano descongeló, en 2018, la prohibición para obtener nuevas licencias de trabajos independientes en algunos rubros, pero limitó la cantidad de permisos y aumentó el control para evitar el desvío de recursos.

Fueron unificadas 123 actividades autorizadas y sólo se permitió una actividad por persona y en el domicilio que se radicaba la inscripción, lo que significaba que donde se brindaban habitaciones –por ejemplo-, no se podían habilitar locales gastronómicos ni ofrecer espectáculos. Así aparecieron miles de manicuristas, masajistas y peluqueros en el área de belleza.

Vale recordar que en el 2019 el Estado había abierto espacios a emprendedores de actividades que posibilitaron la apertura de bares, restaurante y casas de alojamiento, pequeños talleres de reparación de electrodomésticos y dulceras. Los beneficiarios pasaron de 157.000 en 2010 a 590.000 en 2018, con lo que se logró reducir al Estado sobredimensionado.

Mercado negro

Las decisiones tomadas no tuvieron el control, necesario y se produjeron actos ilegales como el desvío de productos y hasta la falta de combustible que sólo se conseguía mediante el mercado negro y hasta hubo “desviaciones impositivas” en el sector privado, en detrimento del ciudadano común.

Más del 80 por ciento de los empleos son estatales y según las autoridades hay un alto costo de subsidios en salud, educación, alimentación y los servicios domésticos. Incluso en 2018, se intentó transparentar ingresos y egresos mediante la obligación de crear cuentas bancarias.

Los empleados de los hoteles reciben, supuestamente, el sueldo en dólares, aunque en realidad, a quien esto escribe, Yenny, una de las empleadas de las empresas hoteleras aclaró que “el gobierno toma el dinero norteamericano y paga en pesos cubanos, totalmente devaluados”.

Denuncias

Las denuncias se multiplican y los habitantes son “visitados” casa por casa en diferentes ciudades y trasladados a otras –para que no se escapen ni sean reconocidos-, para amedrentar e incluso reprimir con palos. Si se niegan, son encarcelados, siendo muchos de ellos muy jóvenes. Si los familiares se niegan a que se lleven a sus hijos son detenidos, según las mismas denuncias.

Agencias de noticias internacionales afirman que el mecanismo está siendo utilizado por la Unión de Jóvenes Comunistas, Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba y el Personal del Servicio Militar Obligatorio.

Norges Rodríguez, activista cubano de los derechos humanos denunció que “hay jóvenes participando en la represión de la protesta. Parecen reclutas del servicio militar o casi niños de escuelas militares”.

Se dio a conocer, además, un manifiesto firmado por 44 organizaciones y medios denunciaron a “elementos de la Policía Nacional Revolucionaria, las Brigadas Antimotines y el Departamento de Seguridad de Estado que están llevando a cabo detenciones arbitrarias”.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com