Endurecieron las condiciones de detención del narco rosarino Esteban Alvarado

El recluso había organizado un escape que involucraba un helicóptero previamente adquirido en Paraguay.

Tras la fallida fuga, el Tribunal Federal 2° de Rosario resolvió endurecer las condiciones de detención del recluso rosarino Esteban Lindor Alvarado, quien fraguó un insólito plan de escape desde un helicóptero que lo sacaría del penal, mientras otro preso oficiaba de distracción para desviar la atención del personal de seguridad.

La determinación fue tomada este martes a pedido del fiscal federal Fernando Arrigo, quien consideró que es una solución ante el manifiesto riesgo de escape del preso de alto perfil involucrado con causas narco y sicariatos en Rosario y la región.

Según el director de Narcocriminalidad de la Policía Federal Argentina Guillermo Cidre, Alvarado “venía planeando ejecutar un plan de fuga desde hace aproximadamente seis meses”, y “evidentemente pensó que eso era posible”. Debido a esto, Arrigo pidió una serie de restricciones a las condiciones de detención de Alvarado, que tienen que ver con las visitas, las comunicaciones al exterior, aislamiento de reclusos vinculados al narcotráfico y requisas en la celda.


“Estamos pidiendo, solo en este caso particular, con las infracciones comprobadas y para este sujeto además la colocación de inhibidores porque como hemos visto y como digo en los dictámenes, tiene una capacidad económica para comprar un helicóptero o para poder llegar a corromper algún funcionario del servicio penitenciario”, sostuvo Arrigo en diálogo con LT8.

De acuerdo con tareas de inteligencia realizadas durante meses por personal policial bajo órdenes de la Procunar, el plan de Alvarado consistía en que un helicóptero que había sido previamente adquirido en Paraguay, se aproximaría al área de actividades deportivas del complejo penitenciario y rescataría al recluso en una cinematográfica maniobra, para llevárselo a General Rodríguez, desde donde saldría del país.

Mientras tanto, otro de los presos, identificado como “Morocho Mansilla”, iniciaría una reyerta para desviar la atención del personal penitenciario mientras Alvarado escapaba.

Sin embargo, una investigación de la Policía Federal, que inició con los dichos de un testigo de identidad reservada, dio detalles del plan de escape. Los investigadores lograron dar con el celular que el el jefe narco usaba en el penal y lograron obtener los mensajes con la estrategia.

Alvarado fue indagado por el delito de “evasión en grado de tentativa” por el juez federal de La Plata que tiene a su cargo la causa, Ernesto Kreplak, y negó haber participado de los hechos.