La venta de ropa producida en el país cayó 7,7%
Según un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, la demanda interna sigue en baja mientras las importaciones se disparan. Las empresas locales alertan sobre competencia desleal, suba de costos y acumulación de stock.
La venta de ropa producida en el país cayó un 7,7% interanual entre mayo y junio, en un contexto donde el sector atraviesa una crisis profunda marcada por la caída de la demanda, el crecimiento de las importaciones y una creciente presión impositiva. Así lo refleja un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), que advierte además que el 56% de las empresas registraron bajas en sus ventas, frente a solo un 32% que experimentó subas, lo que revierte una tendencia que se mantenía desde hace tres bimestres.
En primer lugar, el informe señala que este retroceso se produce luego de algunos meses de desaceleración en la caída y una leve recuperación previa, lo que agrava el impacto actual. La falta de demanda es la principal preocupación para el 77% de las compañías del rubro, seguida por el aumento de costos, mencionado por el 17%. Como consecuencia directa, el 35% de las firmas reconoce un incremento de su stock de mercadería.
Además, el sector enfrenta otros problemas estructurales que agravan la situación, entre ellos, la competencia desleal con productos importados, los retrasos en la cadena de pagos y la imposibilidad, en el 58% de los casos, de trasladar los aumentos salariales a los precios finales. A esto se suman ajustes parciales en el 23% de las empresas, lo que demuestra la fragilidad del escenario actual.
Paralelamente, la Cámara informó que el gasto registrado por consumidores en ropa comprada en el exterior alcanzó los US$ 1.572 millones entre enero y mayo, lo que marcó un récord histórico para el sector. La suma representa un crecimiento del 136% respecto al mismo período del año pasado y superó el anterior récord de 2017 por un margen del 9%.
Asimismo, señaló que la expansión de los envíos internacionales puerta a puerta subieron un 211% en los primeros cinco meses del año y un 253% solo en mayo.
Este cambio en los hábitos de consumo, impulsado por la facilidad de acceso a productos importados, profundiza el deterioro de la industria textil nacional, que hoy enfrenta un escenario de fuerte incertidumbre y presión por parte del mercado externo.