Mónica Fein juró como Intendenta

La primera intendenta de Rosario juró pasadas las 18 ante el presidente del cuerpo, Miguel Zamarini y minutos después les habló a los 19 ediles presentes ya que Jorge Boasso, Héctor Cavallero y Roberto Sukerman no estuvieron por diferentes motivos. Inclusión, transformación y construcción colectiva fueron los ejes del discurso.

Mónica Fein, la flamante primera intendenta de Rosario, asumió en la tarde de ayer  el mando del municipio tras  ocho años de gobierno de Miguel Lifschitz.

La mandataria electa por el 52 por ciento de los votos en las elecciones de julio llamó al consenso y a tender puentes de diálogo entre el Ejecutivo y el cuerpo de ediles del Concejo Municipal, en alusión a los roces en las últimas sesiones por la polémica que significaron las facultades delegadas durante los próximos doce meses para aumentar el boleto del transporte urbano de pasajeros.

Delante de 19 concejales, ya que no estuvieron presentes Héctor Cavallero, Jorge Boasso y Roberto Sukerman por diferentes motivos, la jefa comunal pronunció un breve discurso por espacio de 15 minutos en los que destacó los «desafíos para los próximos cuatro años» en cuanto a las obras e infraestructura que el Ejecutivo pretende avanzar y convocó a todos los bloques para «tender un puente de diálogo y consenso».

«Quiero comprometerme delante de ustedes a trabajar incansablemente para una ciudad más igualitaria para todos», señaló Fein.

Mónica Fein llegó al Palacio Vasallo a las 18 en punto y juró su mandato delante del presidente del cuerpo, el socialista Miguel Zamarini.

El camino de Fein para llegar a la Intendencia comenzó en febrero. Lifschitz la propuso como candidata de unidad del socialismo, mientras en la provincia binneristas y giustinianistas se enfrentaban en una inédita interna.

Tras vencer por 15 puntos al radical Jorge Boasso en las primarias de mayo, arrasó en las generales de julio frente a Héctor Cavallero. Sin embargo, su lista de ediles no tuvo la misma performance y logró ingresar sólo tres ediles propios al Palacio Vasallo, quedando un bloque oficialista de cinco concejales.

Lifschitz le deja el camino allanado en la Municipalidad: promovió el aumento de tasas (60 por ciento), la última suba del boleto y la delegación de facultades para 2012, además del Presupuesto para el año próximo sancionado. (La Capital)