Apresaron a dos policías por encubrir a narcos que operaban en La Cerámica

 

Dos agentes del Comando Radioeléctrico de Rosario fueron detenidos por orden de la Justicia federal y pasados a disponibilidad por el Ministerio de Seguridad de la provincia acusados de encubrir a una banda de vendedores de drogas que operaba en la zona noroeste de la ciudad y que fue desbaratada en un megaoperativo desplegado en noviembre pasado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), ocasión en la que feron apresadas otras once personas, entre ellas un sumariante de la seccional 12ª de la Unidad Regional II.

Los agentes Miguel Angel B. y Daniel Fabián S. fueron apresados en sus domicilios el lunes pasado por efectivos de la División Judiciales de la Jefatura rosarina por orden del juez federal Marcelo Bailaque, quien llegó hasta ellos después de una tarea de inteligencia que incluyó la intervención telefónica de sus celulares. A ambos les imputan encubrir el negocio que llevaba adelante una banda de vendedores de drogas que operaba en el barrio La Cerámica y que era comandada por La tía, una mujer identificada como Norma L. y que desde fines del año pasado se encuentra detenida en la cárcel de Ezeiza.

El 9 de noviembre pasado, la PSA desplegó un centenar de efectivos en la zona noroeste de la ciudad y realizó nueve allanamientos, entre los cuales se destacaron los hechos en la comisaría 12ª y en la propia Jefatura rosarina. Todo había empezado con una denuncia anónima depositada en el «Buzón de la vida» de los Tribunales Federales de la cual se hicieron cargo la fiscal Liliana Bettiolo y el juez Marcelo Bailaque. La pesquisa le fue encomendada a la PSA ante la sospecha de connivencia de la policía provincial para con una vendedora de estupefacientes y su red de distribución.

Así, los efectivos se posicionaron frente a nueve domicilios de los barrios La Cerámica y La Esperanza, cinco de los cuales se levantaban en la manzana delimitada por calles Los Cocos, Ongamira, Palestina y Valle Hermoso. En esta última arteria, a la altura del 1800, está la casa de La tía o Normita, como también la conocen en la zona a esa mujer de 60 años que ya había pagado una condena por comercialización de estupefacientes años atrás. A la vuelta, sobre calle Palestina, estaba la rotisería que regenteaba y desde la cual dirigía su negocio.

Si bien en aquel momento la policía no dio las identidades de los apresados en el megaoperativo, se supo que además de La tía cayeron entre otros tres de sus hijos, un cuñado y un yerno. En todos los domicilios allanados se secuestraron bochitas de cocaína listas para comercializar, marihuana y semillas y unas 100 plantas de esa droga. También se incautaron cinco armas de fuego y una granada.

Otro agente. Mientras La tía y sus familiares eran apresados en La Cerámica, a una diez cuadras de allí la PSA allanaba dos casas de Superí al 1900. En una funcionaba un quiosco de venta de drogas que en aquel momento era atendido por dos chicos de 18 años. En la otra vivía el suboficial Maximiliano B., un pariente de Normita que prestaba servicios en la comisaría 12ª y acopiaba en su casa 300 bochitas de cocaína. Esa detención derivó en el allanamiento de la seccional, que no aportó nada para la causa.

Pero en la misma causa, los pesquisas de la PSA tenían en la mira un móvil del Comando Radioeléctrico que, según la denuncia anónima que originó la investigación, solía pasar por los negocios de La Tía para cobrar una cuota por encubrimiento. Por eso, en aquel mes de noviembre también se allanó la sede del Comando en Jefatura, aunque con resultados negativos. Es que los sabuesos tenían equivocado el número del móvil. Pero con el paso del tiempo, y algunos datos que se sumaron al expediente, el juez Bailaque ordenó intervenir los teléfonos de dos agentes de la fuerza de calle que se movían en el patrullero bajo sospecha. Así se llegó a identificar a Miguel Angel B. y a Daniel Fabián S., quienes terminaron apresados el lunes como presuntos encubridores de la banda.

Cocaína y marihuana en barrio Belgrano

Unos 5 kilos de cocaína en panes y algo más de un kilo de marihuana fueron secuestrados ayer en una casa de barrio Belgrano en la que habita un hombre de 61 años que fue detenido y que, según los pesquisas, “era usado por gente allegada y de mal vivir para esconder la droga y desde allí distribuirla”.
El operativo se inició a raíz de la denuncia de vecinos de México al 900 que, ante los pesquisas de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones de la policía, dijeron que en la propiedad identificada con el número 935 había “movimientos raros de personas ajenas al barrio”.
Ante eso, agentes de la Sección Inteligencia Zona Sur de la ex Drogas Peligrosas montaronó una vigilancia sobre el lugar y el mediodía de ayer fue apresado un adolescente de 16 años que salió de la vivienda en bicicleta. Al ser requisado, los investigadores le secuestraron un pan de cocaína de buena pureza que pesó un kilo.
Con esa evidencia, los agentes solicitaron al juzgado federal 4, a cargo de Marcelo Bailaque, una orden de allanamiento para la casa. Cuando los policías ingresaron al lugar en el que habita Antonio Gerónimo M., de 61 años, hallaron en un mueble del living comedor otros cuatro panes de cocaína de un kilo cada uno y cinco pequeños ladrillos de marihuana que pesaron en total 1,5 kilo.
Una fuente de la investigación aseguró que el procedimiento se realizó ante varios vecinos indignados, muchos de los cuales pretendieron desligar al hombre apresado del negocio ilegal que se realizaba en su vivienda. “Dijeron que al hombre lo usan para guardar la droga y distribuirla desde su casa, pero que él no tiene nada que ver. Incluso llegaron algunos de sus familiares que trataron de interceder ante los policías”.

(LaCapital)