Capítulo uno: Boca y Newell’s igualaron sin goles en la Bombonera

En el partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores, ambos concluyeron sin tantos en la Bombonera. El equipo del Tata jugó un primer tiempo para el olvido, pero aún así mantuvo el cero en su arco. El domingo chocarán por el torneo Final, mientras que la vuelta será el miércoles próximo en el Coloso.

Con la histórica Bombonera como testigo, Boca y Newell’s culminaron sin ventajas en el primero de los dos partidos de la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores de América 2013. El hambre de gloria de rojinegro contra el frondoso palmarés del equipo de Bianchi, con seis trofeos en sus vitrinas, conformaron un choque apasionante en la previa, que tuvo muchos condimentos en estos noventa minutos iniciales pero que concluyó sin diferencias.

El primer tiempo fue muy complicado para los de Martino. Primero, porque Boca tuvo el dominio casi absoluto de la pelota y fue más profundo; después, porque presionó arriba ante cada intento por salir desde abajo de Guzmán y terminó partitiendo al elenco rojinegro en dos.

De hecho, el local generó rápido su primer movimiento de peligro. Fue a los cuatro minutos, cuando Erviti entró al área y quedó mano a mano con el Patón. El arquero leproso, rápido de reflejos, mandó la definición al córner.

Con Riqulme, Somoza y el propio Erviti como abanderados, el xeneize fue netamente superior. Generó más fútbol, sumó gente y movilidad en ataque y tuvo al Burrito Martínez encendido, ante las complicaciones de Casco para contenerlo. Así, dos tiros por lo bajo cruzaron el área leprosa y bien pudieron culminar en la red. En la segunda, Cáceres la sacó al córner con el último aliento cuando Blandi tenía entre ceja y ceja el primero de la noche.

Ñuls, partido al medio, tuvo en ese primer tiempo uno de los pasajes más deslucidos del semestre, con un equipo casi desconocido. Solo Scocco mostró sus recursos, pero cada vez que ganó con su gambeta o en velocidad, no encontró a una referencia en el área.

A pesar del desarrollo y del contexto, la Lepra mantuvo el cero en su valla y se fueron al descanso sin ventajas.

Para bien de los 4.500 corazones leprosos que llegaron hasta La Boca y los incontables que lo siguieron desde Rosario, el once rojinegro equilibró el trámite no bien salió a disputar el complemento. Estuvo más reconocible, aunque impreciso. Pero al menos tuvo la pelota y se las ingenió para acercarse al área de Orión.

En el debe: una enorme cadena de errores en la salida que le permitieron a Boca recuperar la pelota a 35 metros del arco de Guzmán en reiteradas ocasiones. Por mérito propio, el Patón contuvo con seguridad los disparos consecutivos del Burrito Martínez y de Blandi.

En ese desarrollo de ida y vuelta, la pelota merodeó el área xeneize y Scocco probó con una volea que halló a Orión bien parado. Y cuando Ñuls debió resguardarse de Riquelme y compañía, Pomelo Mateo siempre tuvo a mano un recurso para romper el circuito local y, en definitiva, cuidar la igualdad.

Los minutos pasaron y el cero no se quebró nunca. Es cierto, Ñuls no consiguió marcar de visitante y deberá cuidarse en Rosario, pero sus objetivos están intactos: lídera el torneo Final y sigue adelante en la Copa Argentina. Este jueves, decididamente no jugó su mejor partido, pero se llevó un empate de la mítica Bombonera y está en carrera para luchar por el trofeo más preciado de América. Por lo pronto, el partido decisivo de la serie de cuartos será el próximo miércoles en el Coloso Marcelo Bielsa. Y este Newell’s con hambre de gloria depende de sí mismo.

(Rosario3)