Elecciones en un clima social dual

Vivimos asombrosamente en un país de insensibles contradicciones que harían las delicias de más de un profesor universitario de sociología y ontología de cualquier país del mundo.

Mientras la Presidente caería increíblemente en las encuestas hasta niveles peligrosamente insospechados, y el kilogramo de pan hecho con el trigo del «granero del mundo» llega a precios absurdos, la Federación de Industriales de Santa Fe admite que hubo un crecimiento de la actividad en el primer trimestre de este año, comparado con el año pasado. Los industriales de Santa Fe agremiados en la UISF tienen las mismas valoraciones; y al menos en esta capital, la construcción no ceja en su avance.

Rotula la entidad industrial de segundo grado Fisfe que durante los meses de abril y mayo la actividad fabril en Santa Fe mostró nuevas señales de recomposición de sus niveles de producción que revierten la tendencia decreciente observada en el año 2012. Fisfe estima que la actual etapa de recuperación -que exhibe rasgos moderados pero más definidos que a fines de 2012- se sostendrá durante el segundo semestre del año, aunque es posible que se mantengan las diferencias intrasectoriales. Los sectores que impulsan la actividad se basan en la industria automotriz, aceitera, de la maquinaria agrícola y software. El complejo lácteo modera su retroceso con expectativas de alcanzar variaciones positivas en los próximos meses. La demanda de financiamiento, la dinámica del empleo y el consumo de gas también dan muestras de un cambio de signo en la evolución industrial provincial.

La sempiterna dicotomía argentina campo – ciudad: mientras los industriales se manifiestan optimistas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) se pregunta ácidamente si verdaderamente el gobierno defiende la mesa de los argentinos. Y le arrojan el tractor encima al gobierno nacional refregandole que el pan en el año 2006 el consumidor lo pagaba. $2,50 el Kg y hoy cuesta $20, lo que significa un crecimiento del 700 %, como consecuencia de la falta competitividad y caída de la inversión y producción de trigo porque el Gobierno destruyó el mercado de trigguero, intervino la comercialización, fijó precios máximos, subsidió a los Molinos, acordó cuotas de exportación.

En materia de carne, dice Carsfe que en el año 2006 el consumidor pagaba por el kg. de carne vacuna $9, y hoy abona $47; un 422 % mas porque el Gobierno destruyó el mercado de la carne, fijó precios máximos, cerró las exportaciones, impuso subsidios a los feedlots, y creó cuotas de exportación.

Lo mismo se pregunta con la leche que en el año 2006 costaba $ 1,54 el litro, y hoy día el consumidor paga por el litro $7; un crecimiento del 354 % debido a que el Gobierno intervino la comercialización de leche, fijó precios máximos, cerró las exportaciones y creó cuotas de exportación.

Los industriales de la Fisfe, en cambio buscan las responsabilidades allende los mares, sindicando entre los elementos negativos las restricciones impuestas por la Unión Europea al ingreso de biodiesel producto donde la Provincia de Santa Fe es líder. Las exportaciones industriales continúan mostrando importantes recortes. Esta situación se inscribe en un marco mundial complejo que va desde las dificultades que tiene Brasil hasta la crisis en la Eurozona que no termina de encontrar una salida definitiva a la crisis iniciada en el 2007.

En tanto, la Provincia de Santa Fe para oxigenar un poco a las Pymes agropecuarias licitó una línea de créditos con tasa subsidiada para tamberos y ganaderos, y acaba de firmar con una compañía de garantías recíprocas la ampliación y prorrogará del Contrato de Constitución del Fideicomiso integrado por fondos estatales previstos en la Ley de Presupuesto Nº 12396, con destino al otorgamiento de garantías financieras a las pymes que desarrollen actividades productivas en la provincia con un Fondo de 7 millones de pesos que permitirá otorgar garantías de hasta 350 mil pesos por Pyme.

¿Estamos en los niveles económicos y sociales de los años 1989 ó 2002?. La respuesta exime de adjetivar el adverbio negativo. Pero abre un sinnúmero de interrogantes y incertidumbres que comenzaron inmediatamente del rutilante triunfo de la Presidente Cristina hace dos años, cuando las casas de cambio comenzaron a llenarse de empleados, obreros, amas de casa, tratando de comprar aunque mas no sea cien dólares para huir del peso que se le derretía como un cubo de hielo en el bolsillo por efecto de la inflación que asomaba imparable. De ahí al cepo al dólar bastó un desafortunado santiamén. Las dudas se transformaron en certezas: estábamos en problemas, mientras el piloto decía que no pasaba nada, y que en el peor de los casos sería una caída controlada como consecuencia de factores externos («el mundo se nos vino encima», dijo la Presidente).

Llegamos de esa manera al bendito «cierre de listas» del sábado 22 de junio con una inflación proyectada del 25 % pese a «todos los esfuerzos» (congelamiento de precios, amedrentamiento a supermercadistas) por controlarla (o negarla, contradictoriamente) con una atmósfera social cargada de iones, protones y neutrones negativos que no predicen nada bueno para los gobernantes. Estamos ante la sobrenatural instancia salvífica: cuando la sociedad busca el Messi (o Maradona) que les haga ganar el campeonato.Y puede aparecer uno (que no es Messi ni Maradona) con fintas de habilidoso que promete desde la primera jugada.

Fronteras adentro, ajeno por ahora a los desasosiegos de la campaña, pero víctima de ellos, el Gobernador Bonfatti parece estar dando en la tecla (conjuntamente con la justicia provincial y el destacado trabajo del Procurador General de la Corte Suprema) en la desigual lucha (porque hay una sociedad enferma demandante) contra el tráfico organizado de drogas.

Mientras siguen los encontronazos con la justicia federal, altos jefes policiales siguen cayendo entre rejas por obscenas complicidades con los narcotraficantes rosarinos sustancialmente que, vale señalarlo, desnuda serias distracciones anteriores en el control policial y político de la Fuerza. Y como si no fuera suficiente con la tropa propia, se supo que la Policía Federal estaría complicada también con uno de los integrantes de la tristemente célebre banda de traficantes de drogas «Los Monos» de Rosario.

La campaña al palo (y a los palos)

Jorge Obeid, a la caza de cuanto voto peronista ande suelto, intentará acercarse al grupo de los seis senadores de La Juan Domingo (que no auspician candidatos a diputados nacionales) para seducirlos con ideas que tengan mas que ver con la defensa de los intereses santafesinos en el Congreso que con los alineamientos políticos nacionales (que no lo estaría beneficiando en las encuestas previas). Su principal escollo a vencer es el enigmático (electoralmente hablando) Miguel Del Sel, para quien sería una catástrofe que lo alejaría de las chances gubernamentales caer ostensiblemente de los 35 puntos del 2011.

El dos veces Gobernador Obeid tiene que remontar en no menos de diez puntos los escuálidos 22 puntos de Agustín Rossi de esa misma elección en la que el FPCyS con Antonio Bonfatti se acercó a los 39 puntos y hoy va por muchos más.

En el contrafrente, Oscar «Cachi» Martínez intentará con el histórico Raúl Carignano atraer el voto peronista nostálgico que, de paso le birle a su archirival Obeid votos preciosos en su batalla contra el ex Midachi.

Mientras, Osvaldo Salomón anoticiado de un dictamen del Procurador que lo intimaría a que en 48 horas opte por su candidatura a Diputado Nacional o la de Presidente de la Comuna de Chabás estaría preparando recursos judiciales y hasta de inconstitucionalidad contra el Tribunal Electoral provincial.

Es así como los políticos locales inician sus campañas proselitistas plagadas de fastidiosas y poco efectivas electoralmente acusaciones cruzadas y ávidos por conocer las primeras encuestas provinciales (que aún no salieron a la luz) que confirmen alentadoras o deprimentes sospechas; y quizás deparen alguna sorpresa.