El kirchnerismo es primera minoría, pero pierde proyección política

A nivel nacional, el kirchnerismo mejoró con respecto al 11 de agosto y continuará controlando el Congreso. Pero el resultado de la provincia de Buenos Aires y el resto de los distritos más importantes volvió a golpearlo e instaló a varios postulantes opositores para suceder a Cristina Kirchner.

Aunque otra vez fue la fuerza más votada a nivel nacional, con casi el 33 por ciento –11 puntos más que «el radicalismo, el socialismo y aliados», según la página web del Ministerio del Interior–, mantendrá el control del Congreso y recuperó terreno con respecto a las Paso, el resultado electoral volvió a castigar al gobierno nacional sobre todo por los números de la provincia de Buenos Aires y el resto de los grandes distritos: Sergio Massa le sacaba cerca de 12 puntos de ventaja a Martín Insaurralde; Hermes Binner arrasaba en Santa Fe y el candidato oficialista Jorge Obeid quedaba tercero detrás de Miguel del Sel; el PRO se consolidaba en Capital y Pino Solanas, de Unen, dejó sin banca en el Senado a Daniel Filmus; José Manuel de la Sota ganaba en Córdoba, y en Mendoza Julio Cobos sacaba amplia ventaja.

En cambio, el Frente para la Victoria se recuperó en algunas provincias que históricamente fueron bastiones propios, como San Juan y La Rioja, pero volvió a perder en otras como Catamarca, Chubuy y la de origen del kirchnerismo, Santa Cruz. El oficialismo obtuvo sus mejores resultados en Formosa, Entre Ríos, Chaco, Río Negro y Tucumán.

Si se mira exclusivamente del lado de lo que concretamente estaba en juego, la mitad de las bancas del Congreso, al kirchnerismo no le fue mal: mantiene el quórum propio en Diputados y la mayoría en el Senado.

Pero los resultados terminan de clausurar posibilidad de continuidad de Cristina Kirchner en 2015, posicionan a varios postulantes opositores a sucederla y, al mismo tiempo, deja un panorama incierto en cuanto a quién puede ser el candidato oficialista a hacerlo. Marca, además, una tendencia mayoritaria a apoyar a políticos que expresan una actitud de moderación que el oficialismo no tiene en su ADN.

Los números confirmaban a los que ya parecían en carrera tras las Paso: Sergio Massa, que ampliaría su diferencia sobre Martín Insaurralde en provincia de Buenos Aires; Hermes Binner, ganador claro en Santa Fe; el mendocino Julio Cobos, que hizo una gran elección, y Mauricio Macri, que sale fortalecido por la muy buena elección del PRO en Capital.

Además, queda Daniel Scioli, que aspira a recibir el respaldo de un kirchnerismo que mantendría su lugar de fuerza más votada a nivel nacional a pesar de que se repetiría la derrota en los distritos más grandes. Claro que el ex motonauta no sale indemne de la derrota bonaerense. José Manuel de la Sota, que gana en Córdoba con Juan Schiaretti como candidato, y el eventual aspirante del kirchnerismo «paladar negro», el entrerriano Sergio Urribarri, que triunfaba cómodo en su distrito.

La pelea por la interpretación de los resultados, empezó, de hecho, cuando todavía no se conocía ningún número oficial: desde el gobierno nacional, el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, dijo que el Frente para la Victoria es la fuerza más votada a nivel nacional, y que no se puede comparar esta elección legislativa con la presidencial de hace dos años, cuando Cristina Kirchner sacó el 54 por ciento. En tanto, desde el PRO, el rabino Bergman, que ganaría en el rubro diputados en Capital Federal, habló de que ahora su fuerza «se propone cambiar el país», con lo cual emezó a instalar el proyecto Macri 2015.

Alta participación

De acuerdo a declaraciones del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, votó un 75 por ciento del padrón a nivel nacional. El funcionario destacó que el sistema electoral que rige en el país «es muy bueno» e informó que «se está votando con normalidad» en todo el territorio nacional.

(Rosario3)