Miguel Russo, el exitoso clásico DT

Desde ayer, Miguel Angel Russo es el único entrenador en la historia de Rosario Central que mantuvo su invicto durante nueve clásicos, con cinco triunfos y cuatro empates.

«Esto es distinto a todo. En realidad cada clásico tiene su particularidad. Ninguna experiencia es igual a la otra. Me gusta jugarlo y es la presión más importante que tiene el fútbol de esta ciudad». La referencia de Miguel Angel Russo del viernes pasado, no deja demasiado margen para la duda. Y si aún hace falta una demostración, está la abrumadora ratificación de los números. Desde ayer, Russo es el único entrenador en la historia de de Central que mantuvo su invicto durante 9 clásicos, con 5 triunfos y 4 empates.

«Entendimos cómo había que jugarlo», dijo ayer el entrenador auriazul tras la victoria apenas salió del vestuario ganador.

Sin dudas, su mensaje es decisivo para que el equipo interprete el microclima que envuelve a semejante partido. Y además, sabe perfectamente que la única manera que tiene Central de enmendar parcialmente tres años de sufrimiento en la B Nacional es ganando el clásico.

Por supuesto, más allá del mensaje hay un planteo futbolístico que respalda el mensaje. Es más, la credibilidad del entrenador para con sus jugadores empieza cuando los futbolistas comprueban que la estrategia es la adecuada.

Nueve clásicos y ninguna derrota. Una cifra impresionante que además se inició con el emblemático 4 a 0 de 1997 en el Gigante de Arroyito con goles de Rubén Da Silva, Coudet, Carbonari y Carracedo.

Russo fue el técnico en un un 3-0 en el Clausura 2003 (Luciano Figueroa, César Delgado y Messera), 2-1 en el Inicial 2013 (Donatti y Encina para Central, y Maxi Rodríguez para Newell’s), 1 a 0 con gol de Franco Niell el torneo pasado y el de ayer.

Los empates fueron 0 a 0 en el Clausura 1998 en Arroyito, 1 a 1 en el Apertura 2003 en el Parque (Patiño y Talamonti), 0 a 0 en el Clausura 2004 en el Coloso y 1-1 en el Clausura 2009 en Arroyito (Mauro Formica y Zelaya).

«Los clásicos se juegan así», le dijo Russo a la TV Pública antes de encaminarse a los vestuarios. Una síntesis perfecta.

Una piedra bastante grande en el zapato de Raggio

A partir de ayer Gustavo Raggio comenzó a entender un poco más el significado, la relevancia y los efectos que pueden ocasionar los clásicos en primera división. Más allá de sus buenos números en categorías juveniles, esta es otra historia. Newell’s acarrea tres caídas consecutivas en este tipo de desafíos y será Carozo el encargado de afrontar esa pesada carga en lo inmediato.
  
Newell’s necesita encontrar una medicina que aplaque este estado de agitación e inquietudes que empieza a merodear a un equipo que ahora le cuesta mucho imponer el estilo que pretende, y que ni siquiera logra salir a escena ante el contexto de exigencia que imponen los clásicos de nuestra ciudad.
  
Sin caer es posturas desmedidas, Newell’s tiene que llamarse a un replanteo. Que no significa necesariamente un cambio de rumbo. Significa medir nuevamente el potencial que tiene a mano, la realidad de los recursos, y diagramar una hoja de ruta que le caiga cómodo, que disimule ciertos vicios de desgaste y que potencie nuevas ambiciones.
  
Desde ayer, el zapato de Raggio empezará a llevar su primera piedra de consideración.

(La Capital)