La visión remota contra la estrategia de desarrollo del Estado Islámico (EI)

En una de nuestras habituales columnas anticipamos –y el tiempo nos dio la razón- el gobierno iraquí, al igual que lo hace preventivamente la Casa Blanca norteamericana en épocas de crisis, adoptó en un sistema concéntrico de vigilancia en Bagdad para proteger y resistir a militantes de ISIS, un ejército terrorista derivado de al Qaeda que pretendía quedarse con la ciudad.

En esta oportunidad podemos apuntar que ante esa realidad insoslayable y las dificultades existentes para combatir frontalmente a los terroristas –que ya están entrenando pilotos de combate para que ataquen con aviones que sustrajeron en Siria-, se habría decidido reactivar en la CIA el Programa de Visión Remota Coordinado.

Se trata de una técnica estándar estructurada que permite obtener información precisa en un porcentaje cercano al 76%, mediante la aplicación de protocolos de actuación.

Nos estamos refiriendo a una habilidad psíquica humana que se desarrolla para obtener datos directos sobre objetos, personas y hechos, aunque el objetivo exista en otro espacio/tiempo.

Las sesiones se llevan delante de forma tal que el visualizador no conozca cual es el objetivo de la sesión hasta que la termine.

Es un método “ciego” y sirve pare que los prejuicios y la imaginación del visualizador no intervengan en la sesión, aportando información errónea. Se trata de una habilidad para obtener datos del enemigo en tiempos de guerra o para encontrar seres humanos perdidos o capturados.

El visualizador recibe la información desde la parte inconsciente de la mente y la transfiere a la consciente antes que el intelecto –parte analítica- la distorsione. Los datos se convierten en palabras e imágenes que son volcados con un bolígrafo a un papel en blanco.

El visualizador está siendo permanentemente supervisado por otro agente a cargo del programa.

El mecanismo explicitado, utilizado por la CIA habría sido “copiado”, a quienes en realidad comenzaron a trabajar de manera intensa cobre el tema: La inteligencia rusa, que, nos dicen, comenzó las investigaciones con un grupo reducido de psíquicos naturales que desarrollaron sus capacidades al punto tal de lograr un alto índice de precisión.

Primero los soviéticos comenzaron a trabajar con agentes que podían ver cosas que eran colocadas en el interior de una caja de zapatos y luego , con el avance del programa “visualizaban” situaciones que ocurrían en habitaciones contiguas.

Posteriormente fueron, lentamente, ampliando las distancias y las complejidades de los datos. Así advertían de hechos que ocurrían en otras ciudades rusas y luego hicieron lo propio con poblaciones que estaban bajo su órbita política.

Finalmente comenzaron a visualizar cosas que ocurrían en otros países en la época de la Guerra Fría.

En los últimos años del siglo XX la CIA tomó la decisión de invertir alrededor de 20 millones de dólares para investigar el funcionamiento psíquico y fue en ese momento que comenzaron a desarrollar intensamente dicho potencial.

Les daban a los psíquicos coordenadas de un territorio determinado y 

En virtud de los adelantos que se obtenían, la Agencia de Inteligencia para la Defensa contrató al Instituto de Investigación Stanford –en 1970-, para que desarrollara una técnica eficaz a efectos de poseer información sobre objetivos remotos. Lo curioso es que en Stanford lograron que gracias a un protocolo y entrenamiento los visualizadores sobrepasaran en exactitud a los psíquicos naturales. El visualizador entrenado lograba separar la imaginación de la información real sin perder conexión con la señal del objetivo, de manera consciente y en un estado de atención óptima.

A medida que el visualizador se adentraba en su trabajo aumentaba el contacto con el objetivo luego de ir recogiendo datos esporádicos aunque estructurados en el marco de un protocolo de seis etapas.

El trabajo debía ser exacto, debido a que, generalmente las visualizaciones se hacían –como queda dicho-, con el objetivo de salvar vidas encontrando rehenes o para solucionar cuestiones complejas de seguridad de los Estados Unidos.

Ahora, se buscaría que esa herramienta podría ser utilizada para combatir al EI, mediante psíquicos altamente disciplinados.

Hay que dejar claro, a estas alturas del desarrollo de la presente columna, que la capacidad de percibir psíquicamente información referida a cualquier objetivo es algo que todos los seres humanos estamos en condiciones de realizar, ya que todos nacemos con una mente que nos capacita para acceder psíquicamente a cualquier información con entrenamiento específico.

La mecánica de la visualización se dedicaría a establecer datos que las tareas de inteligencia comunes no logran, ya que el Estado Islámico está desarrollando en Raqqa, una red de instituciones políticas y sociales que hasta el presente ningún otros grupo terrorista había logrado.

Así lo aseguró Gabriel Garroum, un politólogo sirio-catalán que recientemente concluyó su tesis sobre el gobierno del EI, en el que se detalla que gobierno terrorista “abrió oficinas de servicios islámicos que se ocupan del abastecimiento de agua y electricidad, así como del arreglo de carreteras, a lo que se agrega la recaudación de impuestos, ayudas sociales a huérfanos e incluso protegen al consumidor”.

“El modelo –remarcó Garroun en su trabajo-se traslaó al resto de ciudades conquistadas como Manbij, El Bab, Deir Ezzor y Mosul, en el norte de Irak”.

¿De dónde sale el dinero?

Si en sus inicios el EI dependía de los donativos de simpatizantes del Golfo, los rescates de los secuestros y el saqueo de los territorios que conquistaba, hoy los expertos coinciden en que el grupo gestiona una economía auto sostenible gracias a los impuestos que impone a lo

habitantes en las zonas que controla y, sobre todo, al contrabando de petróleo.

Bajo pretexto del ataque, se impone una “limosna obligatoria” que constituye uno de los cinco pilares del Islam. Los milicianos extorsionan tanto a transportistas como a comerciantes y las víctimas hablan de puestos de control en los que se les conmina a abrir la cartera y entregar un porcentaje del dinero que llevan.

También los propietarios de tiendas reciben la visita de los recaudadores que hasta tienen el caradurismo de entregar recibos con el sello del EI, acreditando el pago que servirá para financiar al califato.

Agencias de noticias internacionales que cubren a diario el conflicto, relatan en sus crónicas que elEI controla, al menos, tres campos de extracción en Siria y cinco en Irak. Aunque sólo tiene una refinería en el primero, también utiliza pequeñas instalaciones móviles, que están siendo objetivo de los últimos bombardeos de la aviación estadounidense.

El combustible que no utiliza, lo vende en pequeñas cantidades localmente y la mayoría, es destinado al contrabandolo que le reporta entre 1,65 y 2,36 millones de euros diarios (de dos a tres millones de dólares), según Luay el Khatteeb, director del Instituto de Energía de Irak y asesor del Parlamento de Bagdad.

“El EI –según una fuente del activismo sirio- ha creado en su feudo de Raqqa, una importante red de instituciones y se creen que están montando un Estado donde la existencia diaria es pésima «.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com