La ciudad se prepara para las tormentas más fuertes en los últimos 50 años

El municipio avanza con limpieza y obras en barrios para mitigar las potenciales consecuencias. El SMN pronostica que el fenómeno de El Niño será uno de los cuatro más importantes en el último medio siglo.

El gobierno municipal avanza en la planificación e intervenciones de limpieza y obras en barrios para mitigar el potencial impacto de lluvias severas que se pronostican para la región durante los próximos cuatro meses. Esto se debe a que, en base a los modelos probabilísticos elaborados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este año el fenómeno de El Niño podría ubicarse entre los cuatro más importantes del último medio siglo.

La Junta Municipal de Defensa Civil, compuesta por funcionarios, concejales y equipos técnicos de diversas áreas del Ejecutivo, se viene reuniendo en las últimas semanas para extremar los recaudos y aceitar el Plan de Contingencia que elaboró el municipio ante eventuales anegamientos producto del fenómeno que se pronostica. Esta vez se sumó también un relevamiento de equipos y máquinas de firmas privadas existentes en la zona y los tiempos de reacción que tendrían esas empresas para brindar y agilizar la respuesta.

Desde el Ejecutivo expresaron cautela, no alarma, frente a un fenómeno cuyas consecuencias no se pueden saber si ocurrirán finalmente sobre la ciudad ni su intensidad, ya que no dejan de ser pronósticos climáticos.

En la última tormenta importante, que ocurrió en agosto pasado, donde cayeron 100 milímetros en 30 horas, las complicaciones no llegaron por el agua caída dentro del ejido urbano sino por el caudal de agua que llegó de la región. Esto provocó, por ejemplo, un desplazamiento de la cascada del arroyo Saladillo y que unas 30 familias fueran trasladas días atrás, ya que vivían en un sector en riesgo de derrumbe por el desplazamiento y desmoronamiento de parte de la barranca.

En estos días se está trabajando detrás de la nueva escuela de barrio Las Flores para poner a punto el reservorio de agua que allí hay y donde se habían asentado familias, que podrían correr riesgo en caso de subir los niveles de agua que llegan de la región.

Según información del Servicio Meteorológico Nacional, el fenómeno climatológico obedece a «las condiciones actuales de un Niño fuerte. Hay una probabilidad cercana al 100 por ciento de que esta fase cálida continúe hasta el verano 2015-2016», resaltó en el último informe que publicó al respecto el viernes pasado.

«Para tomar dimensión y de acuerdo a la magnitud prevista, estaría entre los cuatro El Niño más fuertes de los últimos 50 años (72/73, 82/83 y 97/98). Es por eso que se esperan copiosas lluvias, no sólo en el Litoral, sino también en la región Pampeana y noreste de la Patagonia», explicaron desde el gobierno local.

Y detallaron que «los informes meteorológicos para esas fechas, según información de la Secretaría de Ciencia Tecnología y Producción dependiente del Ministerio de Defensa de la Nación, indican una mayor probabilidad de ocurrencia de precipitaciones más intensas de lo normal para la zona que incluye a Rosario y su región».

Frente a estas perspectivas climáticas, las autoridades locales analizan y apuntalan las medidas de contingencia para mitigar las consecuencias de posibles lluvias extremas en los barrios .

Dentro de las medidas preventivas se reforzaron las tareas de limpieza y adecuación de drenajes a cielo abierto, con el aporte de maquinarias y caños de hormigón que dispondrá la provincia.

El plan de acción incluye tareas informativas y un censo de las familias de los vecinos de aquellos barrios (Stella Maris, La Bombacha, Nuevo Alberdi, Las Flores) que pueden llegar a sufrir complicaciones ante lluvias extremas, pero que son extensivas a toda la ciudadanía, ya que tirar papeles, bolsas y residuos en veredas y calles sólo sumará dificultades, aunque esta actitud debería ocurrir siempre y no frente a un caso extremo.

A tener en cuenta. Desde el Ejecutivo recordaron que las recomendaciones en caso de una fuerte tormenta son evitar traslados innecesarios; tener limpias las terrazas, azoteas y patios; verificar con los vecinos si están limpias las bocas de tormenta; tener presentes los números de emergencias más útiles (Defensa Civil 103, Policía 911, Bomberos 100, Salud 107); retirar de balcones y terrazas todo elemento que pueda ser desplazado por el viento; tener luces de emergencia a batería, botiquín y matafuego; no pisar agua sin calzado y no acercarse a árboles solitarios.

(La Capital)