«Hasta nuestra bandera está cruzada por la promoción de una cerveza», se lamentó Cossia

“Aunque parezca increíble, a los jóvenes sus padres les adquieren bebidas alcohólicas de mayor calidad, presumiendo que de esa manera se dañan menos. Actúan como si les compraran suplementos alimenticios”, le señaló a quien esto escribe el concejal Carlos Cossia.

Lo hizo en el marco de una jornada sobre la problemática del consumo de alcohol, realizada en el Concejo de nuestra ciudad.

En la convocatoria se brindaron las imágenes de un video que dejó mudos y visiblemente conmocionados a los docentes y alumnos de diversas escuelas de Rosario. En el mismo se mostraban, con una crudeza impactante, digna de destacar, la resultante de accidentes de tránsito como consecuencia de la descontrolada ingestión alcohólica por parte de jóvenes.

“Estamos en un país donde el consumo de cerveza creció 100 por ciento y en el que los argentinos expresan su orgullo por vivir en el país que más bebe fernet en el mundo” agregó el legislador local.
Cossia mostró su preocupación por un elemento publicitario: “el deporte en Argentina está siendo promocionado por el alcohol y nuestra bandera está cruzada por la marca de una cerveza que nos acompaña en los campeonatos mundiales. Estamos totalmente equivocados y quizás, sin quererlo, hacemos una apología del beber alcohol, promocionado en base a intereses económicos, gracias a la indiferencia de funcionarios públicos”, subrayó Cossia.
El doctor Andy Crivoi, asesor técnico de Cossia alertó a los educandos acerca de que “el consumo del alcohol pasó de ser un problema de cronicidad, -lo que altera la vida de manera permanente-, a ser una cuestión episódica, con ingestión excesiva de alcohol. El joven se emborracha de golpe, consumiendo varias unidades de alcohol”.

“Alrededor de 3 millones de personas en Argentina todos los meses hacen una ingestión alcohólica descontrolada, significando ello un cambio en la modalidad que saca el alcohol de lo gastronómico y lo convierte en una necesidad, como un ingrediente que no puede faltar en la nocturnidad. Para colmo, las empresas están apuntando a que se consuma también de día”, advirtió Crivoi.

“El 70% de los jóvenes toman bebidas alcohólicas sin control al menos una vez al mes o semestralmente. Es el consumo de 5 unidades de alcohol en corto tiempo, traducida en una botella de cerveza que es contabilizada como una unidad alcohólica, al igual que una lata de cerveza, un trago largo o un vaso de vino de 150 c.c.”, advirtió Crivoi.

Ingesta episódica

En la reunión, el profesional expuso estadísticas sobre pacientes ingresan por ingesta episódica de alcohol, que aumentan en noviembre y diciembre por graduaciones y fiestas. A partir de la 0 hora del sábado se incrementa considerablemente en menores de 18 años. Es sólo la punta del iceberg que tienen como resultante muchos accidentes y problemas físicos graves, descomposturas y heridas, entre otras consecuencias. Hay hasta casos de relaciones sexuales con mujeres alcoholizadas que ni siquiera recuerdan quien fue su pareja”.

Cossia, además, dejó claro que “el consumo de alcohol aumentó 900 por ciento en 10 años. Ello ha sido un cambio de moda por lo que es imperioso que generemos publicidades que muestren la realidad de lo que es la problemática del alcohol. Tenemos propagandas de deportes cruzadas por propagandas de bebidas alcohólicas. La resultante es el sponsoreo y, para colmo, algunas provincias están felices porque son las que consumen más fernet, que tiene más grados de alcohol que una bebida blanca. El 50% de los accidentes están relacionados con la ingestión sin control de alcohol”, acotó el profesional.

El presidente del bloque Peronismo Solidario acotó: “La bebida alcohólica nos cambia la personalidad y mediante su ingestión buscamos ser lo que tenemos escondido en nuestro interior y no nos animamos a largarlo. Hay que ser claros: Nadie esconde lo que no tiene. Con el alcohol se saca la miseria, la violencia y muchas veces los sentimientos y si tu materia prima no está conformada para esas cosas, la borrachera actúa como disparador. Se necesita la materia prima para crecer y encuentra lo que nosotros no nos animábamos a explorar en ese momento”, concluyó Cossia.

Ejercicios y alcohol

En un trabajo periodístico de Gretchen Reynols se hace referencia a la relación: práctica de deportes y tomar alcohol.

Se celebran victorias, se lamentan derrotas o se finalizan sesiones de entrenamiento con una o dos cervezas.

La intriga que se genera con ello es si el ejercicio impulsa a la gente a beber o, si el beber incita a la gente a hacer ejercicios.

“Beber podría incluso afectar el que una persona haga ejercicio o no y los hallazgos sugieren que la interacción entre el ejercicio y el alcohol podría ser algo a investigar más profundamente”, apunta el trabajo de Reynols.

También la investigación periodística se introduce en la temática de la relación beber-transpirar y en ese sentido vale apuntar que analizan el tema especialistas de la Universidad Estatal de Pensylvania, que dirigieron su estudio a un grupo de 150 hombres y mujeres de 18 a 75 años. Allí se verificó, por primera vez, una correlación inequívoca entre hacer ejercicio y beber posteriormente, particularmente si alguien hacía más ejercicio de lo normal.

La relación entre roedores y el alcohol

Investigadores de Frontiers in Psychiatry señalan que en roedores de laboratorio se ha encontrado que tanto el ejercicio como el alcohol aumentan la actividad en áreas del cerebro relacionadas con el procesamiento de la recompensa.

Sin embargo –vale destacarlo- el estudio hace referencia a que mientras que los cerebros de los animales respondían de manera similar a las dos actividades, no lo hacían en forma idéntica, y las diferencias explicarían por qué , si se les presenta la oportunidad, los animales ávidamente correrán mientras beben etanol. La euforia neurológica resultante parece ser, por lo general, más penetrante y perdurable que cualquiera de las dos actividades por sí sola.

En el caso de los humanos, estos podrían, sin saberlo, buscar extender e intensificar esa sensación con una cerveza, una copa de vino o un trago.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com