Matan a hombre en el límite entre Rosario y el barrio Cabín 9 de Pérez

El crimen ocurrió el lunes a la noche en el límite de la ciudad con Pérez. Un joven fue arrestado como presunto homicida.

Un hombre de 30 años fue asesinado a balazos el lunes a la noche en el extremo oeste de la ciudad. Según comentaban ayer los vecinos, la víctima era una persona conflictiva a quien le achacaban varios robos que últimamente ocurrían en la barriada. Por el hecho fue arrestado un joven que en las próximas horas será imputado por el fiscal de Homicidios Luis Schiappa Pietra.

Conflictivo. Ninguno de la decena de vecinos consultados en las inmediaciones de bulevar Seguí y calle 1722 habló bien de Osvaldo Omar Sánchez, el hombre asesinado a balazos unos 50 metros al sur de la esquina mencionada. «Era conflictivo. Andaba siempre drogado y le robaba a los vecinos. Yo escuché cuatro balazos, pero cómo iba a salir a ver qué había pasado. Ahora sé que lo mataron a Osvaldo», explicó una vecina.

Agonizante, a Sánchez lo cargaron en la caja de un móvil policial que lo trasladó hasta la estación de servicio de Presidente Perón y Las Palmeras. De allí una ambulancia lo llevó hasta el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez pero murió en el camino.

En ese contexto, testigos le indicaban a la policía el apodo y domicilio del asesino. Así lograron detener en Saavedra al 7800 a un hombre de 27 años apodado el «Loco Rastas».

En el domicilio, al que la policía accedió con el consentimiento del padre del sospechoso, se incautó un revolver calibre 22 marca Tejano, con empuñadura plástica envuelta en cinta aisladora con cinco proyectiles intactos, cuatro vainas servidas y una vaina rota. El arma será peritada para constatar si fue la utilizada para asesinar a Sánchez.

Cuidado. La avenida Las Palmeras es uno de los límites al sudoeste de la ciudad con el barrio Cabín 9 de Pérez. A esa altura, Seguí es una calle más vinculada con la pobreza que a lo señorial de un bulevar. En el cruce de ambas calle está enmarcada la punta de línea del 121 y cien metros al este de ese cruce está la calle 1722.

«Por acá puede caminar de día con cuidado, pero de noche es sumamente complicado. Cualquiera te puede robar, cualquiera te puede balear. Por eso anoche (por el lunes) fueron muy pocos los que salieron en el momento de escuchar los disparos. Para qué va a salir uno si ya se sabe lo que pasa cuando hay disparos», explicó una mujer nacida en Paraguay, como una buena parte de quienes habitan la barriada en los confines de barrio Godoy.

A media mañana de ayer, cuando el viento arreciaba, los vecinos se iban enterando de la suerte de Osvaldo. «Era un pibe que se la pasaba robando en el barrio. Se drogaba y arrancaba. La semana pasada a plena luz del día se quiso meter en la casa de unas chicas y cuando lo sacaron gritaba «yo hoy necesito robar algo»», contó un vecino, y agregó que vivía en La Lagunita, un asentamiento cercano.

Discusión. Lo que se pudo reconstruir fue que el lunes al mediodía Osvaldo mantuvo una discusión con una mujer en inmediaciones de la casa de su hermano. Valorando el final del disputa pudo inferirse que la mujer era allegada al Loco Rasta, con quien Sánchez volvió a cruzarse a la noche en la cuadra de 1722 entre Seguí y 1807.

Al parecer el sospechoso jaló el gatillo de su revólver calibre 22 al menos cuatro veces. Las detonaciones retumbaron contra el paredón de una fábrica y Sánchez cayó gravemente herido. «La hipótesis sobre la que trabajamos es que previamente hubo una discusión que motivó que por la noche las personas se volvieran a cruzar con el resultado ya conocido», explicó en rueda de prensa el fiscal Schiappa Pietra. «Hay algunos rumores barriales sobre la víctima (respecto de sus antecedentes) que estamos chequeando», agregó.

Sánchez murió en la ambulancia del Sies. Según trascendió Fernando B., tal como se identificó a Loco Rasta, será imputado por el crimen en las próximas horas en audiencia oral y pública en tribunales.