El ausentismo docente bajó casi a la mitad en dos años

En 2015 oscilaba en el 16 por ciento y ahora está en 9,3, luego de que se auditaron los certificados y se detectó a médicos que los firmaban de a cientos

Por Lucas Ameriso/La Capital

n lo que va de 2017 (en el periodo comprendido entre marzo a junio), el índice de ausentismo docente se redujo a niveles inéditos. Alcanzó un dígito, con el 9,3 por ciento. De esta manera, y en una proyección que ya venía en baja, Santa Fe redujo un 50 por ciento el índice de ausentismo en menos de dos años. Los datos oficiales demuestran que el ahorro de los cuatro meses correspondientes a ese periodo se ubica en torno a los 170 millones de pesos.
El año pasado, el Ministerio de Educación santafesino activó una serie de medidas para controlar en forma exhaustiva el abuso de licencias de docentes y asistentes escolares.

La lupa estuvo puesta sobre el otorgamiento de licencias por patologías leves (como dolor de cabeza o resfríos) que se sostenían en el tiempo. Se realizaron auditorías en forma conjunta con los colegios médicos de Rosario y Santa Fe, que incluso terminaron con casos denunciados en la Justicia.

En este rastrillaje de licencias, el trabajo realizado junto al Colegio de Médicos fue sobre cientos de pedidos de reemplazo con el fin de detectar incongruencias relacionadas con su distribución geográfica, patologías o cantidad de días prescriptos.

Efecto «tablita».

El filtro más importante (entre las medidas cuestionadas por los gremios docentes) fue la denominada «tablita» que estipula la cantidad de días que puede ausentarse un docente de su escuela por determinadas enfermedades. Esta fue una de las «llaves» que logró destrabar el alto índice de ausentismo en las escuelas.

Históricamente, el índice de ausentismo en Santa Fe (que se comenzó a medir estadísticamente desde 2007) era de un 18 por ciento, aproximadamente. En 2015 era de 16 y este ya está en 9,3 por ciento. Así, se produjo un ahorro en salarios de reemplazantes cercano a los 200 millones de pesos. Una cifra que equivale, por ejemplo, a la construcción de 17 jardines de infantes.

Estos logros fueron el fruto de entrecruzar datos entre auditorías médicas, informáticas, administrativas y el intercambio de información con los Colegios Médicos y con la Dirección Nacional de Migraciones.

En lo que va del año 2017 (de marzo a junio, en realidad, porque enero y febrero no se dictan clases y en julio la mitad de los días se está en receso), el índice ha llegado a un dígito: alcanzó 9,3 por ciento. Es decir, en total, Santa Fe ha reducido en un 50 por ciento el índice de ausentismo en menos de dos años. El ahorro de los cuatro meses indicados es de 170 millones.

De viaje pero enfermo

Entre las irregularidades se constataron viajes al exterior con pedidos de licencia, denuncias de los propios compañeros o algunas enfermedades «crónicas» que se redujeron drásticamente.

A partir de que se posó la lupa en estas cuestiones, voceros oficiales dejaron entrever que los médicos que otorgan ahora mucho menos licencias que las que daban habitualmente.

El año pasado, los Colegios de Médicos de la provincia abrieron una investigación y citaron a 50 profesionales puestos bajo la lupa por el Ministerio de Educación provincial por haber firmado una llamativa cantidad de licencias a docentes durante el 2015. En la lista había 20 rosarinos.

Entre esos 50 profesionales que otorgaron al menos 370 licencias el año pasado, existen dos casos extremos: un médico del norte provincial que rubricó unas 2.000 y un rosarino que certificó 1.069.

También está bajo la lupa una red que involucró a agentes provinciales que robaba las claves de otorgamiento de licencias.

Con este código le daba el alta a un reemplazo, pero en paralelo al cargo titular que acudía a su puesto de trabajo. Es decir, se pagaba el reemplazo al poder manipular la clave de acceso.(Lucas Ameriso/La Capital)

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