Volver al futuro

El Gobernador Miguel Lifschitz pidió leer el libro del periodista Hugo Alconada Mon “La raíz de todos los males”; lo hizo en su discurso por el Día de la Industria en el parque industrial de Armstrong ante decenas de empresarios, que una vez más aceptaban con resignación el oscuro presente y, como filosofara el titular de la entidad anfitriona FISFE Guillermo Moretti “si el futuro es por definición desconocido, hoy lo vemos complicado”. También recomendó el Gobernador escuchar al economista Juan José Fanelli quien, al igual que el periodista de La Nación agudiza la retina en la corrupción.
Sabe el Gobernador que la sociedad está angustiada por una “sensación de frustración e impotencia”, debido a lo que en el Sur agroindustrial definió como la “herencia recibida”, pero también por “errores propios” (de la gestión Macri). Pero advierte el Primer Mandatario santafesino que (lo que sigue no es textual de Lifschitz) la “peste de la transparencia” con la que, socarronamente, alguna vez definió el escritor y periodista Jorge Asís el inicio de la gestión Cambiemos, está instalada en el subconsciente de la población, y funciona como un especie de antígeno para no caer en la desesperación por la coyuntura económica.
De ahí la recurrente mención en sus discursos de una gestión provincial frentista ejemplar desde el año 2007, libre de sospechas de corrupción; que considera el principal activo proselitista del FPCyS – junto a las multiplicadas obras de su gobierno- del año que viene.

Radicales en debate

El titular de la UCR provincial Julián Galdeano convocó la semana pasada en la sede partidaria a los principales referentes partidarios, para analizar la situación del principal accionista del FPCyS de cara al inminente armado electoral.
Galdeano imagina un remozado y ampliado frente electoral para, al decir del ex Vicegobernador Jorge Henn, ganarle al principal adversario – ¿del FPCyS ó de Cambiemos de Corral?- Omar Perotti. Y para ellos invitan a subirse a ese ecléctico colectivo electoral, entre otros actores sociales y políticos, a sectores peronistas y de Cambiemos.
¿Qué opinan José Corral y Antonio Bonfatti de esa curiosa teoría de política casi tántrica?; “es difícil de entender”, le dijo Corral a uno de los suyos. Bonfatti prefiere no opinar. Lifschitz la comparte en sus grandes lineamientos.
Los radicales frentistas columpian anímicamente entre ir a una interna con Bonfatti (el problema es que no tienen sparring a la vista) o brindarles el decidido respaldo.

El futuro electoral, aunque parezca lejano, está cerca

En el imaginario frentista no existen chances – más o menos realistas – de que el intendente de Santa Fe pudiera terciar en la discusión gubernamental entre Antonio Bonfatti y Omar Perotti. Menos aún si para el momento de las elecciones (junio del año que viene) la economía aún no despegó.
De allí que la médula discursiva partidaria de Miguel Lifschitz haya sido este sábado ante referentes comunales y municipales de toda la Provincia en esta capital, “no volver al pasado”. Después de una exitosa gestión, Lifschitz no quisiera repetir la experiencia del último gobernador peronista Jorge Obeid.
No estuvo en ese cónclave el futuro candidato del FPCyS Antonio Bonfatti; aseguran que lo retuvo en Rosario el festejo de los 95 años de su madre; y que su lugarteniente Rubén Galassi ya tenía otro compromiso agendado; “no hay que buscar otras cuestiones donde no las hay”, previno Galassi.
Gabriel Real, líder del PDP – el otro aliado importante del FPCyS – asegura que su Partido aportará casi un centenar de listas en las elecciones del año que viene para apoyar al actual Presidente de la Cámara de Diputados en su nuevo intento electoral. Y no quiere saber nada con incorporar gente de Cambiemos.
El sociólogo y politólogo Eduardo Fidanza concluyó en su intervención durante el Congreso de CONINAGRO la semana pasada en Capital Federal, que el año que viene el peronismo – de la mano de Urtubey o Massa – tiene serias chances de volver al poder nacional.
Juan Manuel Urtubey – amigo de Omar Perotti – también participó del magnífico encuentro cooperativista internacional de CONINAGRO, y sonrió con satisfacción cuando el moderador lo presentó como “futuro candidato a Presidente”.

El futuro de Lifschitz

Sabido es que el Gobernador santafesino tiene aspiraciones nacionales; pero al carecer de proyección política, le faltaría un “padrino” que lo presente. “La sociedad reclama un candidato que reúna las virtudes políticas, humanas y ejecutivas que tiene Miguel; sólo habría que exponerlas nacionalmente”, afirma un encumbrado dirigente socialista. Menuda tarea en un escenario donde, al igual que en la Provincia de Santa Fe, la elección podría dirimirse sólo entre el oficialismo y el peronismo.

Por lo pronto, hoy lo importante es lo urgente. Capear el huracán devaluatorio y sus devastadoras consecuencias sociales.
*Cavallo, ¿anticipó hace cuatro años lo dicho por Kudlow?*
Domingo Cavallo, a quien piensan traer de nuevo a esta capital sobre fines de octubre para dar una charla, insiste en su blog en rememorar lo escrito en el año 2014 en su libro Camino a la Estabilidad, presentado en esta ciudad, donde detalla que el futuro gobierno – que surgiría un año más tarde – si quisiese derrotar la inflación de movida, tenía que llevar adelante “una política de estabilización que comience con una reforma monetaria que ponga al Peso en competencia con el Dólar y logre estabilizarlo sin que las tasas reales de interés sean demasiado elevadas”. De esa manera- aseguraba Cavallo – “el nuevo gobierno acrecentará su poder político y contará con apoyo popular como para implementar buenas soluciones a los otros problemas económicos heredados.
El denominado Padre de la Convertibilidad, preveía en el 2014 que el nuevo gobierno debía “aprovechar su poder político y apoyo popular para avanzar con las reformas capaces de reinsertar a Argentina en el mundo, reducir el gasto público, eliminar impuestos distorsivos y cerrar el déficit fiscal, recuperar el crédito público interno y externo, conseguir inversiones eficientes, aumentar la productividad y crear empleos de alta calidad”.
Decía: “si el plan de estabilización con reforma monetaria inicial tiene éxito en reducir la inflación, pero el gobierno no aprovecha el poder político reforzado y el apoyo popular para llevar a cabo las otras reformas estructurales indispensables, los resultados inicialmente favorables se pueden evaporar rápidamente y ocurrir algo parecido a lo que pasó en las postrimerías del Plan Austral”, para augurar que “si el futuro gobierno,- hoy Macri – no introduce un gran cambio en la organización económica de la Argentina y continúa con las políticas del gobierno de Cristina Kirchner, es probable que, antes de las elecciones de 2019, la gente comience a temer una explosión inflacionaria”.
Para finalizar, la meneada “reforma monetaria” a la que aludía Cavallo hace cuatro años atrás, ¿es la que según el asesor económico de Donald Trump, Larry Kudlow el Tesoro de los EEUU “trabaja” con Argentina?.