Políticos en modo preelectoral

Están programados, sino no podrían perdurar en el hostil hábitat que los cobija; sus sistemas sensoriales nunca descansan, están alertas -sobre todo a las traiciones, tan comunes en el ambiente- sus olfatos se agudizan, y a medida que se acercan las fechas claves (cierres, compulsas) el temor y la desconfianza los transforma en paranoicos: esos son los políticos.

Consumen hectolitros de café en bares – generalmente de hoteles, vaya uno a saber porque- y se multiplican las híper conectadas posmodernas “jabonerías de Vieytes” con buenas conexiones y enchufes para cargadores de celulares. Estamos en la “previa de la previa” del cierre de listas (22 de febrero) o sea, en los míticos “pre armados”. Cualesquiera con domicilio actualizado y crea que “podría llegar a medir” corre el riesgo de tentarse para un puesto electivo. Pero el Edén estará reservado solo para unos pocos elegidos.

Gramajo; ¿el primero y único?

Los cronistas de espectáculos suelen solazarse cuando estalla el primer escándalo sentimental – no pocas veces inventado para promocionar obras artísticas – en las zonas de veraneo top. No es muy distinto en la política.
El senador peronista – al menos eso reza su carnet de afiliado- Raúl Gramajo Benavídez oriundo de Tostado Depto 9 de Julio, anunció lo que era un secreto a voces: que apoyará al precandidato a Gobernador socialista Antonio Bonfatti. Nada nuevo; en el año 2015 Gramajo ya había avalado al candidato a Gobernador Miguel Torres del Sel. Lo que se dice ir de una punta a la otra del espinel.

Gramajo develó también lo que pareciera haber sido la incógnita: el nuevo nombre del FPCyS (desmentido por los propios referentes frentistas que prefieren dejarlo como está): Frente Amplio Federal.
En realidad, el experimentado e invicto senador norteño (nunca perdió una elección en su Departamento) está armando el Departamento 9 de Julio con candidatos peronistas en cada uno de los distritos, seguramente utilizando el Partido muleto Celeste y Blanco, con el que no solo él jugó en el 2015; otros senadores hicieron – y harán- lo mismo, para poder tener las manos libres “hacia arriba”. Bonfatti es un candidato atractivo para más de un peronista.

Superado el “affer Gramajo” (algunos quieren expulsarlo del PJ, ¿y todos los peronistas que en el 2015 jugaron con Del Sel?) el peronismo, tal como dijimos hace una semana, aguarda por la definición de la inasible María Eugenia Bielsa quien, dicen, esperará “hasta último momento” para proclamar – o no – su candidatura, a la espera de “una señal de unidad” (¿o encuestas serias?) por parte de Omar Perotti, quien consulta ya con astrólogos para descifrar ese condicionamiento de Bielsa.

Perotti no desespera y sigue caminando, pese al calor de enero, la Provincia para asegurarse que, en el caso de jugar Bielsa, no encuentre terreno dirigencial fértil en los distritos. A María Eugenia Bielsa ello no le importa demasiado, también tal como adelantamos, su discurso sería otro: despotricar contra la política “tradicional”, sin miramientos de pelos ni marcas.

Cuadro de situación debajo de la sombrilla

Las vicisitudes nacionales y su derrame capilar hacia todo el país no podrían excluir a Santa Fe.
Se dice que la conducción nacional de Cambiemos ya decidió que en Entre Ríos, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Jujuy no haya PASO, y sean los candidatos radicales únicamente quienes peleen por las respectivas gobernaciones. ¿Y en Santa Fe?: “va a haber una lista de consenso; una coalición que gobierna el país no va a dejar suelta o librado al azar o a las operaciones la segunda -o tercera- Provincia del país. Habrá lista de consenso nacional, apoyada por el presidente, la UCR y Carrió”, afirman en el entorno de José Corral.
Por lo visto, al titular del PRO santafesino Federico Angelini esas contundencias parecieran no amedrentarlo, ya que sigue en carrera y planifica reuniones con periodistas junto al titular del radicalismo Julián Galdeano, como la acontecida la semana pasada en Rosario.

El activo senador radical Felipe Michlig, por estas horas mencionado en cuanta tertulia veraniega haya, política o social, como futuro compañero de fórmula de Bonfatti, aseguró que “el 95 % del radicalismo está jugando en el FPCyS”, y le disparó a Corral: “sólo tiene el apoyo del venido a menos Grupo Universidad y algo del M.A.R (Movimiento de Afirmación Radical) con cuyo presidente Julián Galdeano nos tenemos que sentar a conversar”; clausurando con una añeja afirmación política, que en este caso atribuye a Carlos Fascendini: “nadie quiere quedar a la intemperie”. A la cual complementamos: “porque afuera hace frío”.

Precisamente, en el FPCyS las cosas comenzarán a ponerse tensas después de la mitad de enero, cuando comiencen las conversaciones cara a cara entre los armadores radicales, socialistas y demás socios de la coalición. “El Vicegobernador, hombre o mujer, será radical”, afirma Michlig. Y se preparan para la ardua disputa por los cargos de Diputados “con paridad de género” (28 aspiran con Miguel Lifschitz encabezando la lista de Bonfatti).

Si esto resultara ser así (el FPCyS asumiendo las 28 bancas de Diputados), la Guerra de los Cien Años (por el control de los 22 asientos restantes) será épica, y quizás con un condimento adicional que nadie ve venir: Amalia Granata y su cruzada Pro Vida, que libraría otra Guerra Santa en este caso contra los “pañuelos verdes”, cuyo voto ideologizado se lo disputará desde el moderado FPCyS hasta la izquierda más extrema. Pasando por el peronismo, claro está, aunque aquí alguno (Julio Eggimann) están pensando en su propia “lista celeste”, para que Granata no se lleve todos los lauros.

Mientras tanto, la economía.

Los industriales advierten que el 15 por ciento de las pymes corren peligro de cerrar; el titular de la Unión Industrial de Santa Fe, Javier Martín, aseguró que «no hay una sola medida que promueva la reactivación”.
Citamos nuestra columna del 23 de diciembre pasado cuando reproducíamos un reportaje efectuado al economista cordobés Carlos Seggiaro: (…)Y alertó con un dato inédito del propio Ministro Dujovne, quien se lo habría expresado al Presidente Macri: “en este proceso de transición hasta que la economía deje de caer, desaparecerán hasta un 15 % de las Pymes de Argentina”.

Javier Martín le da la razón. Que la Epifanía económica positiva aparezca lo antes posible. Para que Argentina salga del Calvario.