Por el encarecimiento de la carne, creció el consumo de pollo y se duplicó el de cerdo

De enero a abril, las principales alternativas a la carne de vaca aumentaron sus ventas. Pero, a la vez, también un 60% los precios, incluso por encima de la carne vacuna.

El recorte del abastecimiento de hacienda a los frigoríficos acumula ya cuatro trimestres y ocasionó un cambio en los hábitos alimenticios de la población, al empujar a los consumidores a comer más pollo y más cerdo. Así lo indica el análisis de los hábitos de compra y consumo de los hogares argentinos elaborado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) sobre 1200 hogares en todo el país.

A lo largo de los últimos dos bimestres del año pasado y los primeros bimestres de este año, dice el informe, “se verifica un incremento de los precios de la carne vacuna de un orden cercano al 50%”. Este incremento dio lugar a una caída en las cantidades demandadas por los hogares del orden del 25%.

Esta tendencia logró que, después de dos años de demanda sostenida, crecieran las ventas de pollo y de cerdo en el país.

El consumo de carne aviar se mantuvo estable desde el tercer bimestre de 2008 hasta el último bimestre de 2009 en torno a los 7 u 8 kilos por hogar al mes, sin mostrar estacionalidad alguna como sí se observaba en el caso de la carne vacuna. En los primeros dos bimestres del año 2010, el consumo de pollo trepa por encima de los 8 kilos por hogar al mes “como resultado de la búsqueda de sustitutos por parte de los consumidores como consecuencia de la reducción en la oferta de carne vacuna”, indica el Ipcva.

En el caso de la carne de cerdo, se observan durante todo el período de análisis bajos niveles de consumo en relación a los registrados para las carnes bovina y aviar. Sin embargo, en los últimos tres bimestres se ve un consumo creciente de carne porcina, “seguramente derivada de la búsqueda de sustitutos por parte de los consumidores”. El consumo de carne de cerdo, que era de 1,7 kilos por hogar al mes a mediados de 2009, “trepó a cerca de 3 kilogramos por hogar al mes en marzo-abril de 2010”, indica el informe.

El aumento de la demanda de estos productos también tuvo un fuerte impacto en los precios. Según el análisis, el precio promedio pagado por la carne de pollo muestra un incremento superior al 60% “si comparamos el segundo bimestre de 2010 con el cuarto bimestre de 2009, un encarecimiento del producto incluso superior al observado para la carne vacuna en el período”. De todos modos, el Ipcva destaca que el precio del pollo mostró una importante caída durante el mes de mayo, “que debería trasladarse a un mejor precio relativo frente a la carne vacuna, que mostró subas leves de precios en el último mes”.

La evolución del precio del cerdo acompaña la tendencia del pollo, inclusive con una suba algo mayor hasta el final del segundo trimestre de este año.

Según el Ipcva, la perspectiva en el escenario actual, dominado por la escasez de carne vacuna, es que las carnes sustitutas ganen participación en la canasta global de carnes, aún cuando el consumo total de proteínas se muestre con una tendencia a la baja. Hasta finales del año pasado, dos de cada tres kilos de carne consumidos por los hogares correspondían a la carne vacuna. En el escenario actual, que se prolongará al menos hasta el próximo año, es probable que la participación relativa sea más parecida a un 50% de carne vacuna y un 50% de carnes sustitutas. Ya en el segundo bimestre de 2010, se observa que la participación de la carne vacuna sobre la demanda total de carnes de los hogares es de sólo un 53 por ciento.