El país siguió el eclipse total de sol

Miles de personas lo siguieron en San Juan, San Luis, Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, desde las 17.40 de ayer.

Miles de personas disfrutaron ayer a la tarde de un eclipse total de sol que tuvo como eje principal a seis provincias situadas en la región central del país, en donde a partir de las 17.40 y por un lapso de entre 40 segundos y cuatro minutos, según el punto de observación, se hizo de noche en pleno día, en un fenómeno astronómico que congregó la atención de argentinos y extranjeros.

A partir de las 16.26 ya podía observarse en el cielo de todo el país como la Luna se superponía con el Sol y lo cubría en forma paulatina, alcanzando el momento de fase total a las 17.40.

Miles de personas con telescopios y lentes especiales que repartieron las autoridades buscaron las zonas más altas como sierras y planicies en donde no hubiera accidentes geográficos, para poder observar este fenómeno de la naturaleza.

Los habitantes del centro de la provincia de San Juan, parte de La Rioja, San Luis, Córdoba, Santa Fe y norte de Buenos Aires pudieron observar la fase total del eclipse -cuando toda la superficie lunar se interpone con el sol- mientras que el resto del país vio el eclipse en forma parcial.

El fenómeno pudo verse además en toda América del Sur aunque sólo de manera total en una franja de 200 kilómetros de ancho que recorrió 11.252 kilómetros desde el océano Pacífico sur hacia el sudeste del Atlántico.

Las mejores vistas del eclipse se vieron en la provincia de San Juan, particularmente en las localidades de Bellavista, Rodeo, Las Flores, Jáchal y Calingasta.

Bella Vista, en el departamento sanjuanino de Iglesia, fue el lugar que concentró la atracción de miles de personas y de turistas extranjeros, que durante apenas dos minutos disfrutaron como si fuera «una noche rara, distinta, roja».

Al pie de la cordillera de Los Andes más de siete mil personas se congregaron, cada uno con sus elementos tecnológicos, para observar el fenómeno. Al llegar el momento de la fase total hubo silencio para luego empezar los gritos de alegría, llantos, abrazos y aplausos.

En la ciudad, se encendieron las luces del alumbrado público y la gente detuvo su caminar para observar con atención lo que ocurría y anteriormente multitudes abarrotaron los diez sitios de observación, donde se instaló la infraestructura suficiente para que turistas argentinos, sanjuaninos y extranjeros de 19 países pudieran observar el fenómeno.

En San Luis la zona oeste de la ciudad, las sierras y las rutas nacionales 7 en dirección a Mendoza y 147 hacia San Juan fueron los sitios elegidos por los habitantes de la capital provincial para observar el eclipse total de sol, cuyo desarrollo fue seguido por miles de personas.

En la ruta nacional 7 al no haber ningún accidente geográfico a lo largo de 80 kilómetros se pudo observar el fenómeno astrónomico de manera casi perfecta ya que se trata de zonas altas de la autopista Serranías Puntanas.

Otros eligieron la ruta nacional 147, que conduce a la provincia de San Juan, mientras miles de personas desbordaron la zona de las sierras, situadas a 20 kilómetros hacia el este de la ciudad capital.En Córdoba, una multitud celebró con emoción, aplausos y abrazos cuando el eclipse, convertido en un fenómeno no sólo científico sino social y cultural, alcanzó su fase total. Si bien se establecieron cuatro puntos principales de observación como Ciudad Universitaria (capital), Río Cuarto (sur), La Población y Villa Dolores (Traslasierra), la gente se autoconvocó también en otros lugares que posibilitaban un buen avistaje y lo compartieron a través de las redes sociales.

En el norte de la provincia de Buenos Aires, la observación del eclipse se centró en el partido de Pergamino, donde una multitud se instaló en el aeródromo y en donde el cielo se convirtió en una suerte de pantalla gigante, que permitió apreciar las estrellas y el espectáculo natural se cerró en medio de aplausos. «Fue espectacular y hasta se vieron algunas estrellas», eran los comentarios repetidos, después de que la luna eclipsara al sol y un gran aplauso se despertara entre los cientos de personas que concurrieron a observar el fenómeno.

«Me acordé que tenía unos vidrios para soldar en casa y los traje para ver si podía sacar fotos con el celular, pero siempre con mucho cuidado porque escuché que si uno lo ve directo puede tener problemas en la vista», dijo Adalberto Lagonegro. (La Capital)