Bolivia: Evo Morales denunció un golpe de Estado

Para el mandatario, las protestas opositoras motivadas por la demora en la difusión de los resultados definitivos forman parte de un «golpe de Estado».

El presidente boliviano, Evo Morales, afirmó que el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) se impuso en las elecciones presidenciales del domingo pasado en las que compitió por su reelección y consideró que las protestas opositoras motivadas por la demora en la difusión de los resultados definitivos forman parte de un «golpe de Estado».

«Convoqué esta conferencia de prensa para denunciar que está en proceso un golpe de Estado», dijo el mandatario este miércoles al hablar ante los medios en el Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano.

En rigor, se trató de la primera aparición pública del mandatario desde las elecciones del domingo pasado que dispararon una crisis política en el país a raíz de la suspensión de la carga de resultados provisorios, que se interrumpió durante horas.

El recuento oficial de votos realizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) alcanzó casi el 97%, y muestra que el oficialismo consiguió el 46,49% a su favor, mientras que el opositor Conciencia Ciudadana (CC) del opositor Carlos Mesa suma un 37,01%.

Con estos datos, Morales, que le agradeció al pueblo boliviano «por un nuevo triunfo», aseguró que el MAS se impuso en seis departamentos y consiguió «mayoría absoluta en diputados y senadores».

«Sólo estamos esperando que el TSE lo informe, yo estoy segurísimo que así será por los votos de las zonas rurales, que vamos a ganar en primera vuelta», puntualizó.

«Ganamos por más de medio millón de votos al segundo candidato opositor», dijo, y fustigó a las protestas opositoras a las que asoció con un intento de golpe de Estado.

«No hay razones para un paro, las protestas tienen que tener reivindicaciones, sino es un paro político y un golpe de Estado», advirtió.

La oposición cuestionó el resultado de las elecciones por la interrupción de la carga de cómputos provisorios el domingo por la noche, cuando la diferencia entre Morales y Mesa habilitaba a una segunda vuelta.

Reactivados el lunes, los resultados mostraron una diferencia a favor de Morales que superaba por milésimas los 10 puntos y le daba el triunfo sin balotaje.

Todas las miradas quedaron puestas, entonces, sobre el TSE, encargado del escrutinio, sobre todo después de que el vicepresidente del organismo, Antonio Costa, renunció a su cargo por la «desatinada decisión de suspender la publicación de los resultados preliminares».

Sin embargo, la titular del TSE, María Eugenia Choque, defendió el funcionamiento del conteo y aseguró que no existió ningún tipo de «fraude», a la vez que adjudicó la renuncia de Costa al «acoso» opositor sobre los funcionarios.

«¿Cómo es posible que digan que hay un fraude? La misma OEA nos ha dicho que es confiable el padrón electoral, sobre la base de eso hemos iniciado un trabajo del empadronamiento masivo y permanente», defendió Choque en rueda de prensa realizada anoche.

En este sentido, el canciller boliviano Diego Pary anunció hoy que le solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) que realice una auditoría oficial sobre las actas de votación cuestionadas por los opositores.

«Ya hemos hecho la entrega de una nota oficial dirigida al secretario general Luis Almagro, mediante la que se está solicitando que la OEA pueda elaborar una auditoría oficial del proceso electoral en curso, es decir, que pueda verificar, que pueda auditar todo el proceso de conteo oficial de las elecciones de este 20 de octubre» dijo Pary en conferencia de prensa.

La medida es una respuesta a la preocupación expresada este martes por los observadores de la OEA por el «abrupto cambio de resultados» de los comicios, un tema que fue abordado por el jefe de la diplomacia boliviana y los representantes de ese organismo en una reunión en la que se hizo la aclaración correspondiente, y se explicó que se trataba de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).

Pary manifestó que el gobierno boliviano es el más interesado en que el proceso electoral tenga transparencia y el partido oficialista, en que se contabilicen todos los votos de los bolivianos. (IProfesional)