El «Panadero» Ochoa irá a juicio oral y público por el crimen del «Quemadito» Rodríguez

El juez Héctor Núñez Cartelle rechazó este juicio abreviado al considerar que hay pruebas suficientes para condenar a Ochoa como instigador o partícipe primario y no como secundario, con lo que su situación judicial podría agravarse.

El exjefe de la barra brava de Newell’s Old Boys, Diego “Panadero” Ochoa deberá afrontar un juicio oral y público al ser acusado como partícipe secundario del crimen de Maximiliano “Quemadito” Rodríguez, asesinado de un tiro en la cabeza el 5 de febrero de 2013, en la esquina de Corrientes y Avenida Pellegrini, luego de que el juez Cartelle rechazara el acuerdo abreviado que lo condenaba a 5 años de prisión.

El acusado, a través de su defensa, había llegado a un acuerdo con los fiscales Luis Schiappa Pietra y Pablo Socca y a través de un procedimiento abreviado se lo iba a condenar a cinco años de prisión por el homicidio de Rodríguez. A esta pena se le iban a sumar los 13 años a los que ya había sido sentenciado como instigador del homicido de su antecesor en el paravalanchas leproso, Roberto “Pimpi” Caminos. De esta forma, la condena para Ochoa hubiera consistido en una pena unificada a 18 años y cuatro meses de prisión.

Sin embargo, el juez Héctor Núñez Cartelle rechazó este juicio abreviado al considerar que hay pruebas suficientes para condenarlo como instigador o partícipe primario y no como secundario, por lo que Ochoa deberá afrontar un juicio oral y público con la posibilidad de ser condenado a penas mayores. 

Por el crimen del “Quemadito” fueron condenados, en octubre de 2016, cuatro personas. Héctor David “Porteño” Rodríguez, por ser el ejecutor del disparo que acabó con su vida, y Sergio Federico “Chuno” Acosta, quien manejaba la moto en la que Rodríguez se dio a la fuga, recibieron 16 años y seis meses y  14 años y seis meses. En tanto, Marcelo Jesús Romano, señalado como entregador, y Walter Alberto “Walo” Acosta, por su participación secundaria recibieron 13 y seis años. Pero, en 2013 el juez Javier Beltramone procesó al “Panadero” como instigador del crimen por haber ofrecido dinero en efectivo así como beneficios económicos ilegales relacionados a los negocios de la barra brava de Newell’s.

Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Pablo Socca detallaron que la motivación de Ochoa se originó en lo ocurido el sábado 4 de septiembre de 2010, cuando “Maximiliano Rodríguez, junto a su padre Sergio y a una tercera persona, le coparon en pleno partido de fútbol la jefatura de la barra, golpeándolo y desalojando del estadio, a fin de tomar estos la conducción de la mal llamada barra brava y hacerse cargo de los negocios ilícitos que ello implicaba”. Además, los fiscales señalaron que Ochoa sabía que el “Quemadito”, tras recuperar la libertad en diciembre de 2012 luego de permanecer casi un año detenido, había comenzado a delinear un nuevo plan para desplazarlo de su lugar en la barra.

Según los fiscales, Ochoa necesitaba mantener el liderazgo de la barra y por eso proporcionó un incentivo económico que, si bien no puede ser calificado como instigación puesto que los asesinos de Rodríguez ya estaban decididos a darle muerte independientemente de las razones del imputado, configuró una participación secundaria porque constituyó un “refuerzo psíquico sin perjuicio de que el dinero haya sido utilizad para financiar su comisión o la fuga de los autores a la ciudad de Mar del Plata”.

Sin embargo, al rechazar el procedimiento abreviado, el juez Héctor Núñez Cartelle sostuvo que en la investigación hay elementos para juzgar a Ochoa como partícipe primario, con lo que la situación judicial del acusado podría agravarse.