Las cinco grandes mentiras que se dicen de Lionel Messi

Víctima de críticas de los hinchas y periodistas tras el partido que la Argentina empató con Colombia, desde Calamaro hasta Maradona pasando por Luis Scola defendieron a Lionel Messi.

Si bien el malestar de muchos argentinos con Messi es real, también es exagerado y en muchos casos se basa en cuestiones extrafutbolísticas. El enojo con Messi refleja contradicciones que quedaron en evidencia cuando, el miércoles pasado en Santa Fe, el crack se acercaba a patear un córner y el público, al tiempo que le hacía le sentir su malestar, le apuntaba con sus cámaras de fotos para llevarse una imagen del ídolo del Barcelona.

Mucho se dijo de Messi, aquí un puñado de las aseveraciones infundadas sobre el mejor jugador del mundo.

1- No canta el himno. Lionel no entona las estrofas del himno nacional, aunque algunas veces se lo ve murmurarlo tímidamete. Jorge, su padre, habló el viernes por primera vez de este tema y dijo que le resultaba llamativo que critiquen porque “no canta a los cuatro vientos”. Cómo si cantar lo hiciera jugar mejor o como si sus compañeros que se emocionan al entonar las estrofas  compuestas por Blas Parera y Vicente López y Planes fueran mejores. La mejor defensa de Lio la hizo el basquetbolista Luis Scola que iza permanentemente la bandera de la entrega y el sacrificio. “Estoy escuchando por radio críticas a Messi por no cantar el himno ¿es un chiste? ¡Que ridículo! Déjenlo en paz por dios. Yo, por ejemplo, no lo canto nunca. No me gusta cantar. Pero claro, no tengo 30 millones de ojos encima, ni 3, ja”.

2- No se siente argentino. Como Lionel se fue a los 14 años a vivir a España muchos afirman que el crack no está identificado con el juego argentino, ni con las tradiciones de nuestro país. Por eso se escucha a más de uno recomendarle que “se vaya a España a jugar con sus socios Iniesta y Xavi”. Quienes siguen el desempeño de Messi en Barcelona saben que si bien es muy querido, Lionel es un extranjero en España. “Un rosarino que juega en el Camp Nou”; como lo describió un periodista español. Si bien todo esto no debería importar lo cierto es que cada vez que tiene un día libre viene a Rosario, invierte en su ciudad, ayuda al barrio que lo vio nacer, a Newell’s, el club en el que hizo las inferiores, y admite una y otra vez que su cuenta pendiente es lograr “más triunfos con la celeste y blanca”.

3- No ganó nada con Argentina. En 2008 el equipo argentino logró el oro olímpico en los Juegos de Pekín y Messi fue figura de ese torneo. Además, tuvo que negociar intensamente con su club para que lo dejaran ir. Es más, el permiso sólo llegó tras una charla que tuvo con Pep Guardiola. El técnico le preguntó qué lo haría feliz y él le dijo que jugar con la selección. Guardiola lo entendió y le dio permiso para participar de los Olimpíadas. Así fue como viajó el último día y se sumó a sus compañeros. Es cierto que después pasó el Mundial y Argentina no ganó y ni siquiera marcó un gol, pero esa es otra historia.

4- No siente pasión por ningún equipo argentino. Lionel es de Newell’s. Y si bien como es su estilo no anda vociferando su identidad leprosa por todo el mundo, colabora económicamente con el club desde la refundación tras la era López. Es más, jugó dos amistosos en El Coloso en los últimos dos años: el estadio se llenó para ver al mejor del mundo en el club que lo vio nacer. Claro, al irse a tan temprana edad el crack no paseó su juego por el torneo de fútbol local, no vistió la camiseta de ningún club porteño como el adorado Carlitos Tévez ni fue vitoreado por ninguna hinchada, aunque la de Newell’s lo banca.

5- No se pone el equipo al hombro. La comparación con Maradona es inevitable. Fue elegido como el mejor jugador del mundo por la Fifa por segundo año consecutivo y por eso se le exige más. Aunque tiene una personalidad distinta de la de Diego, igual se le reclama que tenga «aguante», que vaya al frente y que sea el conductor del equipo. Messi ha demostrado en Barcelona que es capaz de sacudirse las presiones y definir los partidos más trascendentales. Este mismo año en las semifinales de la Champions metió dos golazos ante Real Madrid y luego en la final marcó el segundo gol que decidió el rumbo ante el Manchester United para que Barsa se quede con el título. Lionel fue el que tuvo el coraje para encarar, meter y definir el juego más importante del año. Su magia, hay que decirlo, se vio en cuentagotas cuando viste la celeste y blanca. (la capital)