Guzmán descartó una reducción del gasto público y una devaluación del dólar oficial

Entrevistado por el Financial Times, el ministro de Economía brindó lineamientos que guiarán la política económica los próximos meses. El acuerdo con el FMI y la brecha cambiaria siguen siendo dos de las principales preocupaciones del gobierno.

Mientras en la Casa Rosada se desarrollaba el velorio de Diego Maradona, en el ministerio de Economía Martín Guzmán conversaba con el prestigioso periódico Financial Times sobre aspectos importantes a tener en cuenta sobre el futuro próximo de la Argentina en materia económica.

Concretamente, el ministro de Hacienda emitió tres mensajes destinados a los financistas e inversores internacionales, lectores frecuentes de la publicación británica. Resumiendo, se destacan las siguientes declaraciones:

El acuerdo con el FMI será, en principio, entre marzo y abril de 2021, aunque no descarta alcanzarlo antes.
Aseguró que no habrá devaluación del dólar oficial que, según él, está en niveles competitivos.
Tampoco está en agenda una reducción del gasto público, bajo el argumento de que los ajustes fiscales son desaconsejables para salir de una recesión económica.
Además, señaló que no hay necesidad de buscar ayuda adicional de China después de que, en agosto pasado, el gobierno renovó por tres años un canje de monedas por valor de USD 19.000 millones, para fortalecer lo que la nota describe como «las alarmantemente bajas reservas internacionales».

«Lo más importante es tener un buen nuevo programa (con el Fondo). Queremos movernos sobre bases sólidas , lograr un entendimiento común y legitimidad, no vamos a apurar esto», dijo Guzmán sobre el acuerdo con el Fondo Monetario.

En ese sentido, el funcionario también dijo que un consenso básico es que el FMI entendió que «una devaluación tendría consecuencias económicas y sociales desestabilizadoras».

Fondos alternativos

Guzmán también descartó la idea de algunos economistas locales de pedir financiamiento barato al Fondo. «Tenemos que ser muy cuidadosos de endeudarnos en moneda extranjera», respondió.

Al respecto también advirtió que las exportaciones fueron muy débiles en los últimos 7 años, destacando esto como un actor clave en la (in)sostenibilidad de la deuda argentina.

Sin embargo, el FT señala que las alternativas son peores: al no poder endeudarse en los mercados internacionales, la Argentina recurre a cubrir el grueso de sus gastos imprimiendo dinero.

Si bien Guzmán rechazó la posibilidad de pedir fondos adicionales al FMI, reconoció que sería «beneficioso» conseguir más fondos de otros entes multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en especial para financiar proyectos de infraestructura.

El ministro también se refirió a la austeridad y consideró que no es la respuesta adecuada para los problemas económicos de la Argentina. «El programa de 2018 se basó en esos principios y no funcionó», dijo y agregó: «En recesión, los ajustes fiscales no funcionan, y no es lo que estamos haciendo».

Control de capitales y brecha cambiaria

En cuanto al gasto público, Guzmán declaró que no solo no se reducirá, sino que el gasto real se incrementará en áreas de alto impacto. Una devaluación también está descartada para el funcionario, aunque reconoció que la brecha cambiaria aún es un problema «que llevará tiempo resolver», y agregó que los controles de capital seguirán en tanto se recompongan los niveles de reservas.

«Lo del tipo de cambio paralelo tiene que ver con los flujos financieros, que no tienen nada que ver con la economía real», explicó el ministro remarcando que el tipo de cambio estaría en un nivel adecuado.

Guzmán también descartó que haya inconsistencias de política económica en el interior de la coalición de gobierno. «Todo va en la misma dirección: en una crisis en el marco de una pandemia, el Estado juega un rol importante en la protección de los más vulnerables y en la coordinación de acciones para mantener la estabilidad, pero ese rol no será más necesario una vez que se restablezca la estabilidad macroeconómica».

Recuperar un crecimiento sostenido y de largo plazo, con estabilidad, es el más grande desafío de la Argentina, dice el FT, y Guzmán subraya al respecto la importancia de estimular el ahorro y desarrollar el mercado local de capitales para financiar al sector privado que «será un motor fundamental de la economía».