Dolor leproso: Falleció Alfredo Obberti, gloria de Newell’s

El ídolo, cuarto goleador histórico del club, falleció a los 75 años. Fue campeón con el rojinegro en 1974.

Alfredo Domingo Obberti, el «Mono», exdelantero de Newell’s, Huracán, Colón de Santa Fe, Los Andes y Gremio de Porto Alegre, murió este lunes en Rosario a los 75 años, luego de atravesar una grave enfermedad, según informó el club del Parque de la Independencia en sus cuentas de redes sociales.

«Lamentamos informar el fallecimiento de Alfredo Domingo Obberti. Nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y amigos. Eternamente en los corazones leprosos, Mono. Hasta siempre, ídolo. Que en paz descanses», publicó Newell’s.

Nacido en 1945 en Buenos Aires, Obberti debutó oficialmente como jugador profesional en 1962 en Huracán, para pasar en 1965 a Colón, donde estuvo una temporada. Al año siguiente volvió al Globo y en 1968 se sumó a Los Andes, en el cual se convirtió en el máximo goleador del país en el Torneo Metropolitano de aquel año, con 13 tantos, y regresó a Parque Patricios a la temporada siguiente.

En 1970, Obberti llegó a Newell’s y se convirtió otra vez en el máximo goleador en Argentina con 10 tantos en el Torneo Nacional del ’71. Y en 1972 pasó a Gremio, de Brasil.

El «Mono» volvió al club del Parque Independencia de Rosario en 1974, cuando Newell’s obtuvo el primer título de su historia en la máxima categoría con una campaña histórica, que coronó el 2 de junio de 1974, cuando le empató en dos goles a Central, de visitante, con un golazo de zurda de Mario Zanabria.

Luego de colgar los botines el «Mono» trabajó en la escuela de fútbol del exdirector técnico de Rosario Central, Angel Tulio Zof, en Ituzaingó entre Dorrego y Moreno, del barrio Parque, y más tarde en la Escuela de Directores Técnicos de la ciudad, junto al también exentrenador canalla Ricardo Palma.

Un jugador completo, que combinaba una técnica exquisita y un notable olfato goleador, con la partida del «Mono» Obberti el fútbol despidió este lunes a un jugador memorable y Newell’s a uno de sus máximos ídolos.