Sancor ante el histórico desafío de capitalizarse por afuera del sistema cooperativo

El 26 de octubre del año pasado escribíamos en estas páginas un artículo titulado “SanCor no quiere otra “deja Vu”, relacionado con la oferta de incorporación de capital de trabajo mediante un préstamo de 60 millones dólares que otorgaría el Banco Nación, que sería administrado mediante la conformación de un fideicomiso financiero.

Se aprobó el fideicomiso

Finalmente, y luego de que lo hiciera el Consejo de Administración, el pasado viernes 14 de enero la Asamblea Extraordinaria de socios aprobaron por unanimidad de la constitución del Fideicomiso de Administración “SANCOR CAPITAL”, firmado ad-referéndum de la Asamblea, el 17 de diciembre de 2021.

El grupo de empresarios que impulsó la creación del fideicomiso está integrado por el abogado el dirigente de la UIA José Urtubey; Marcelo Figueiras, de Laboratorio Richmond y fabricante en el país de la vacuna Sputnik Vida; el empresario de medios Gustavo Scaglione; los abogados Leandro Salvatierra y Diego Feser, y el industrial lácteo Jorge Estévez.
El fideicomiso será conducido por siete directores: cinco corresponderán a los inversores, uno a la cooperativa Sancor y otro a Atilra. El gremio tendrá esa banca pero no acciones.
En ese momento citábamos una fuente innominada (un productor asociado) quien entre la bronca y la nostalgia rememoraba que ese proceso lo había vivido en el año 2006 con quienes él describía como los “amigos del poder”, a quienes desde arriba le marcan oportunidades y les señalan dónde y cómo atacar. “En aquella época fueron los Eskenazi, Eurnekian y Sigman, hoy José Urtubey (Celulosa Argentina) y Marcelo Figueiras (Richmond), junto con Gustavo Scaglione, Leandro Salvatierra y Jorge Estevez, y presionan a ATILRA (a través del Ministerio de Trabajo) para que en el caso que se queden con la empresa (sin poner un solo peso), acepten reducir la nómina de personal de 1700 a… ¡600!”, regurgitaba.
¿Se cumplirá la profecía de nuestro amigo productor de manos callosas?. Volvimos a conversar con él: “la verdad es que mucho no hay, se aprobó esa figura, pero hasta que no ingrese el dinero no hay cambios, y para eso tiene que correr agua bajo el puente”, se sinceró sin muchas esperanzas.
“El gremio ATILRA dice que se va a ocupar de insistir ante el gobierno para que aparezcan los fondos, pero de ahí a que alguien ponga el gancho para que salga ese crédito del Banco Nación hay mucho por recorrer” insiste en su ya crónico pesimismo, agregando que “el gremio tendría que explicar que va a pasar con los empleados si el fideicomiso se pone en marcha, porque éste absorberá unos pocos, la cooperativa muchos menos, y una gran cantidad de gente quedará en el limbo”, sentencia.

¿Por qué el Banco Nación no confía en la cooperativa?

¿No estará exagerando nuestro amigo?; SanCor, hoy sin estar en terapia necesita oxígeno, porque si no se actúa habrá un deterioro creciente difícil de remontar. Pero, ¿es esta la solución?. El año pasado decíamos que SanCor había encarado un “proceso de reestructuración operativa, financiera y societaria que le permitió sostener sus operaciones productivas y comerciales” en las seis plantas industriales de la Cooperativa donde se procesan diariamente 650 mil litros de leche con 1700 empleados.
Señalábamos que se estaba conversando y trabajando para armar un plan que les permita alcanzar un volumen diario promedio de producción de 1,2 millones de litros de leche, con proyección a 1,5 millones, con la finalidad de asegura el normal funcionamiento futuro y el pago de todas sus obligaciones.

En aquel momento, el titular de la cooperativa José Gastaldi revelaba que ellos tenían un plan “validado por consultores designados por organismos oficiales”, presentado a las autoridades sindicales y de los gobiernos nacional y de las provincias de Santa Fe y Córdoba, sin haber obtenido “respuestas concretas en materia de financiamiento y de recupero de la deuda del exterior”, no sin advertir que “es indispensable aumentar en el corto plazo el volumen de procesamiento de leche para evitar sobresaltos y dudas sobre sus posibilidades de éxito”.
Alberto Coronel, apoderado legal de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) dijo que ese crédito fue comprometido por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, de Trabajo, Claudio Moroni, y el presidente del BNA, Eduardo Hecker, cuando recibieron, en noviembre pasado, a la representación gremial y a los empresarios que quieren invertir en la cooperativa en la sede de la cartera productiva.

Los puntos del “salvataje”

De acuerdo al acta firmada a mediados de diciembre, las pautas de gestión y los porcentajes de participación de utilidades que acompañarían el proceso de reactivación son los siguientes:

  • Fondear el fideicomiso y comenzar a captar producción hasta duplicar el actual volumen de leche (550.000/650.000 litros diarios), para que el negocio pueda asumir deudas, inversiones y recuperación de mercados.
  • Poner en marcha un proyecto de desarrollo a 15 años. En los primeros cinco, la cooperativa se llevaría el 100% de las utilidades netas generadas. Entre el sexto y octavo año pasaría a quedarse con el 50% y desde el noveno año en adelante con el equivalente al 20%. Así se llega finalmente a la composición del 20-80% que pretende el grupo empresario.