Perú: El Congreso destituyó al presidente Pedro Castillo

El mandatario había anunciado la disolución del Congreso por cadena nacional, lo que provocó un cerrado rechazo incluido el de las Fuerzas Armadas. Más tarde el cuerpo legislativo votó por su remoción de la presidencia.

El presidente de Perú, Pedro Castillo, envió hoy un mensaje dirigido a la Nación a tan solo horas de debatirse la moción de vacancia en su contra. El mandatario minimizó las acusaciones y anunció la disolución del Congreso, en un virtual golpe de estado que provocó fuerte rechazo, incluido el de la vicepresidenta Dina Boluarte y el de las Fuerzas Armadas.

Cerca de las 16 el Congreso finalmente votó la destitución de Castillo y pidió a Boluarte que asuma en su lugar. Minutos más tarde se informó que el ahora exmandatario estaba detenido.

La destitución de Castillo por «incapacidad moral» fue aprobada por 101 de 130 legisladores, en una votación transmitida en directo por la TV desde la sede del Congreso, que ignoró la decisión anunciada horas antes por el jefe de Estado de disolver el cuerpo legislativo.

Además, ordenó un toque de queda que regirá a partir de las diez de la noche. Los legisladores que se encontraban en la Comisión de Fiscalización expresaron su rechazo a la medida y lo declararon inconstitucional.

Castillo enfrentaba una tercera moción de «vacancia presidencial», sin embargo, decidió adelantarse a la votación del Congreso programado para este miércoles por la tarde. El Jefe de Estado es acusado de diversos delitos de corrupción.

Hasta esta mañana no estaba claro si el Congreso iba a poder reunir los 87 votos necesarios para removerlo, de un total de 130 legisladores. Castillo dijo casi a la medianoche, en un inusual mensaje a través de la televisora estatal, que no mancharía jamás «el buen apellido de mis honestos y ejemplares padres que, como millones de peruanos, trabajan de sol a sol para construir honestamente un futuro para sus familias”.

El presidente había indicado que “está pagando errores por su inexperiencia” y que cierto sector del Parlamento “tuvo como único punto en su agenda sacarme del cargo porque nunca aceptaron los resultados de una elección que ustedes, estimados peruanos y peruanas, definieron con su voto«.

La vicepresidenta, Dina Boluarte, denunció «un golpe de Estado».

«Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley», indicó en Twitter Boluarte.

La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, señaló su «rechazo de manera enfática» a «todo quebrantamiento del orden constitucional«, y exhortó al mandatario a «respetar la Constitución, el Estado de Derecho y la democracia que tanto nos ha costado».

«El presidente Pedro Castillo ha dado un golpe de Estado. Ha violado el artículo 117 de la Constitución de Perú y ha pasado a la ilegalidad. Esto es un autogolpe», dijo a la AFP el analista político Augusto Álvarez.
Decenas de manifestantes a favor y en contra del presidente se concentraban frente al Parlamento desde antes del anuncio, a la espera del debate sobre su destitución.

Ola de renuncias

Tras el anuncio varios ministros del gobierno y funcionarios de organismos internacionales anunciaron sus renuncias al cargo en las redes sociales y en declaraciones a la prensa.

«No estoy en condiciones de servir a un gobierno dictatorial que ha violado la ley y ha violado la Constitución», dijo a la radio RPP Harold Forsyth, representante permanente del Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

«A partir de hoy Castillo esta en la triste fila de los dictadores», dijo a la misma radio el expresidente peruano Ollanta Humala ((2011-2016).

El anuncio de Castillo tiene lugar poco más de 30 años después del autogolpe del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), que disolvió el Congreso el 5 de abril de 1992.

El Congreso de Perú, dominado por la derecha, tenía programado debatir el miércoles una moción de destitución contra Castillo por «permanente incapacidad moral», una figura constitucional que ya desembocó en la salida de dos exmandatarios desde 2018.