Newell’s perdió con Banfield

Newell’s no puede con su cruda realidad, que lo ha llevado a que en los últimos tiempos sólo sume preocupaciones. Es que a la salida anticipada de Javier Torrente, por los malos resultados, hoy le sumó una nueva derrota, esta vez ante el alicaído Banfield por 1 a 0, y con el flamante técnico leproso en los palcos, Diego Cagna. Una derrota que no hace más que profundizar sus carencias y generar más descontento y frustración en su gente, la que no hace más que darle su apoyo incondicional, pero que hace rato no encuentra eco dentro de la cancha.

A los problemas que desencadenaron en este pobre presente, Newell’s hoy le agregó cierta apatía en el trámite del partido y problemas en el manejo del balón, a los que se suman su ya crónica falta de volumen de juego y su alarmante incapacidad para lastimar en el área rival.

En ese marco se consumió un partido en el que una vez que Banfield acertó en el arco de Peratta, a los 8′ del complemento, cuando Facundo Ferreyra marcó el primero para el taladro, todo se le hizo cuesta arriba a Newell’s, que hasta ese momento había propuesto poco y nada y por momentos había paseado una exasperante apatía. Incluso las arremetidas desesperadas de Mateo y Bernardi, convertidos con sus remates desde fuera del área en sus armas casi excluyentes, fueron más consecuencia del amor propio de esos jugadores que producto de las ideas o del juego.

De hecho, la desorientación de los jugadores de Newell’s es tan impactante en este pobre y deslucido presente, que el Gordo Sperduti ni siquiera pudo aprovechar el viento de cola que le podría haber otorgado el penal que tuvo a favor, cuando estaban 2 a 0 abajo en el marcador, como para tratar de revertir las cosas en os minutos finales. Minutos que se consumieron en el desconcierto y en la confusión de un equipo que hoy lejos estuvo de que la salida anticipada de Javier Torrente le hubiera servido para descomprimir la situación.

Incluso, de no ser por algunas atajadas que tuvo Peratta, luego de que el equipo estaba en desventaja, la Lepra se podría haber traido un resultado mucho más doloroso y lacerante, sobre todo por que en el final el equipo era desbordado por todos lados y ya casi nadie podía hacer pie en ningún lado de la cancha.

A esta altura quizás el único consuelo que le quede al dolido y preocupado hincha leproso es que el miércoles asume el nuevo entrenador Diego Cagna, quien tiene, y lo habrá observado esta tarde en la cancha, la difícil misión de sacar al equipo del incómodo lugar que en ocupa en la tabla de posiciones antes de que se empiece a complicar con la otra tabla, la que más preocupa: la de los promedios. El gesto adusto y la serieded del flamante técnico, cada vez que la TV lo mostró, dieron cuenta de esto. (La Capital)