El beso, la llave del sexo

Siempre hablamos tanto de fantasías, tamaños, posiciones, orgasmos, trastornos sexuales y demás que, como tantas cosas en la vida, solemos olvidarnos de lo más sencillo y esencial. Hoy intentaremos reivindicar el beso como el primer chispazo, el punto de encuentro para hacer el amor (y mucho más).

El beso abre el juego, enciende motores, excita, es el canal más directo de comunicación sin palabras. ¿Qué lugar ocupan los besos en tu vida sexual?

¿Por qué será que muchos olvidan lo que fue la llave para lograr el primer contacto y entrega? ¿Acaso el beso es el primer paso y deja de ser protagonista cuando avanza en el tiempo la vida sexual de una pareja? ¿Por qué algunos creen saber tanto de morbos y piruetas pero no aprendieron a ser buenos besadores?

Dicen que la clave de un buen beso es relajarse y fluir, percibir lo que pasa por el cuerpo del otro. Higiene previa, desde ya. El buen sabor, olor y los aromas del cuerpo permiten que una mejor conexión de todo lo que se pone en danza. La boca, la lengua, los dientes son apenas una milésima parte de todo lo que se motoriza cuando hay dos que deciden «trenzarse».

Está comprobado científicamente que un beso puede relajar y promover el bienestar físico y emocional. Hay besos pueden llevar al orgasmo. Es que en un beso está comprometido todo el cuerpo y la mente. Es inexplicable lo que el cerebro puede producir y proyectar en apenas un roce de labios.

Inevitablemente hay que aprender lo que el otro disfruta, sin por eso dejar de entregar y pedir todo lo que pueda surgir en ese momento. Sin embargo, habrá que tener control con esos besos que, como gas paralizante, dejan al otro sin posibilidades de nada o lo condenan a ser víctima de contracturas por una mala postura o movimiento. No estamos exagerando, pregunten entre sus amigos qué historias de besos esconden bajo la almohada.

¡Hay que besarse más!, diría el maestro Roberto Galán, experto en esto del «living del amor». Entonces, a practicar algo (y mucho más) de lo que compartimos hoy. No olviden que, así como en el inicio y durante, es clave y fundamental el beso después de haber terminado el juego. (OHLALA.com)