“El kirchnerismo es mayoritario pero no hegemónico; hay que respetar a los que piensan distinto”

En declaraciones brindadas a las prensa, el ex gobernador santafesino Jorge Obeid, acusó al gobierno santafesino de gastar sin norte y de rentar a la militancia política. Dijo que los “ismos” pasan, pero el peronismo siempre queda. Y afirmó que Cristina tiene el derecho de manejar el gobierno, aunque admitió que no cree en el hegemonismo.

Jorge Obeid sigue de lleno recorriendo la provincia para hablar con la gente y destacó que la mayor preocupación es la inseguridad y el ingreso de la droga; cuestionó la “parafernalia” socialista para gastar que -afirmó- lo ha llevado a esta situación de déficit y consideró que la presidenta de la Nación tiene el derecho legítimo a manejar el gobierno y al Partido Justicialista. “El kirchnerismo es mayoritario, pero no quiere decir que sea hegemónico, esto significa que hay que respetar a los que piensan distinto”, señaló.

Dos veces gobernador de Santa Fe, dos veces diputado de la Nación por Santa Fe y una vez intendente de la ciudad capital, Obeid participó anoche del programa Mensaje Directo que se emite por Cable & Diario. “No miro para atrás, trato de construir para adelante. Yo estoy amortizado, ya hay balas que no me entran; entonces puedo hacer la política con optimismo, con alegría, mirando para adelante, sin odios, sin rencores, casi que le diría que me divierto haciendo política para seguir sumando gente, propuestas para que el justicialismo pueda llegar a gobernar en el 2015”, señaló a modo de síntesis sobre el final del reportaje.

El plan es recorrer la provincia, pueblo por pueblo, para conversar con la gente. “Mi objetivo es recuperar el gobierno de la provincia de Santa Fe para el peronismo en el 2015. Para que ello ocurra debemos tener un buen diagnóstico de lo que ocurre y a partir de allí elaborar las propuestas que permitan atraer ese electorado que no nos apoyó en las dos últimas elecciones”, señaló. Dijo estar satisfecho con la unidad del peronismo encabezado por José Luis Freyre. “Me propuse lograr la unidad del peronismo, es el punto de partida para recuperar el gobierno en 2015. Es una condición necesaria pero no suficiente. Necesaria, porque un peronismo sin unidad es imposible que pueda ganar. Además de la unidad, necesitamos enriquecer la propuesta y para ello necesitamos saber lo que piensa la gente y para eso estoy recorriendo el interior”.

La primera mirada le permitió afirmar que observa como primera preocupación, incluso en pequeñas localidades, el tema de la seguridad y las drogas; después la ansiedad en gente joven por el tema laboral y el tema vivienda; salud en menor medida y la obra pública que estaba en curso y ahora está detenida.

Aseguró que esa construcción la hace para el justicialismo y ni siquiera se planteó si será o no candidato dentro de tres años. “Estoy convencido -sobre todo después del desastre que ha hecho el socialismo- que el justicialismo tiene sobrados méritos por historia, por calidad de sus dirigentes, y por la gestión para volver a gobernar la provincia”.

Las críticas puntuales

A la hora de cruzar reproches al socialismo, Obeid afirmó que “cuando Binner asumió la gobernación, el socialismo tenía 500 militantes, ahora tiene 5.000, porque 4.500 los pagamos entre todos a través de los impuestos. Son militantes rentados del Estado que ocupan lugares en los nodos, gabinetes joven y toda esa parafernalia de estructuras que inventó el socialismo para poder rentar a sus militantes. No es un problema de Santa Fe o de Rosario, es un problema de la concepción de cómo se hace política. Para mí se debe hacer desde abajo hacia arriba, desde la militancia, lo creía a los 20 años y lo creo ahora. La otra es apropiarse del Estado, generar cargos políticos que es lo que hace el socialismo y por eso los déficits, las necesidades de financiamiento y todo este debate donde se habla mucho de cómo aumentar impuestos para sacarla más plata a la gente y poco de reducir los gastos innecesarios”.

El ex mandatario minimizó el impacto de políticas nacionales que no ayudan a la industria frigorífica e intervienen en los mercados granarios. “Ante la adversidad hay dos caminos: ponerse a llorar y echarle la culpa a los otros o arremangarse y salir a buscar capitales. En mi gestión vinieron 3 mil millones de dólares a la provincia y se generaron 300.000 puestos de trabajo. No hubo necesidad de aumentar impuestos porque lo que hicimos fue ampliar la base contributiva con más empresas. Conflictos los tuve con Menem y con Kirchner, ninguno me pagó el déficit previsional pero forman parte de las disputas lógicas desde 1853 a la fecha. No se trata de llorar sobre la leche derramada, sino decidirse a gobernar con las herramientas que se tienen”.

En cuanto al déficit lo imputó al ‘estilo Sciara’ por el ministro de Economía tanto de Binner como de Bonfatti. “La suma de muchos pocos da mucho” dijo en alusión a los nombramientos políticos, el gasto del alquiler de La Mirage o el cachet pagado a Fito Páez. “Se trata de implantar un estilo, típico estilo de Sciara que es primero gasto y después veo cómo saco los recursos. Esto tiene que terminar mal; en mi gestión se pensaba, planificaba, fijaba objetivos, veo cómo financio y si lo puedo hacer, adelante”. Después sumó al gasto, a “las consultoras, los estudios de arquitectura, es una parafernalia de nuevas áreas para justificar el gasto no productivo. Entonces, peligran los salarios, empezamos a emitir cuasimonedas, bonos, se paraliza la obra pública. El problema más grave que afrontó el socialismo al llegar al gobierno es que no tenía plan y cuando no se sabe adonde se va, todos los vientos son favorables”. (El Litoral)