Senadora nacional pide que se investigue la contaminación aérea

La senadora nacional Ada Iturrez de Cappellini, mediante un proyecto de declaración de su autoría expresó su preocupación por un fenómeno conocido por la denominación de las  “chemtrails”  o “estelas químicas”, denunciadas por una Organización No Gubernamental de Rosario y por ciudadanos de diversas poblaciones del país.

Iturrrez instó a organismos públicos a que “adopten medidas tendientes a indagar el fenómeno, determinar su naturaleza, identificar sus causas, conocer sus efectos actuales y potenciales y asegurar los intereses nacionales y los derechos de la población que se encontraren en juego”.

También requirió que los aludidos organismos den a conocer sus investigaciones y acciones de manera detallada, ya que los denunciantes argumentan que hay hermetismo en las autoridades por motivos no explicitados.

La denominación  “chemtrails”  proviene de un vocablo inglés, nacido de la síntesis de la expresión “chemical trails” a partir del inicio –en Estados Unidos- del fenómeno que luego , extrañamente, comenzó a advertirse también  en países de Europa y de América de Sur.

Avanzada la primera década del 2.000, se podía observar al cielo atravesado por  dichas estelas químicas que están siendo analizadas por una comunidad global que se autodenominó “Observadores del Cielo”, la que viene denunciando la profusión de los “surcos” en el espacio.

El acrónimo inglés “chemtrails” fue acuñado por el periodista Williams Thomas, aunque la primera descripción del fenómeno físico fue detallado por Richard Finke en 1997.

Finke refería  al fenómeno como “líneas o franjas que suelen aparecer y extenderse sobre el firmamento en distintos lugares del mundo, provenientes de aviones que las producen por la técnica de fumigación.

Las estelas tienen similitudes con las “nubes de condensación” que suelen dejar aeronaves las que, según los denunciantes “en innumerables casos aparecen combinadas  de acuerdo a parámetros geométricos, conformando una suerte de red a alturas inferiores a los   8.000 metros”.

Las misteriosas  hipótesis

Son múltiples  las explicaciones  elaboradas en torno a los agentes de las “chemtrails”, así como en relación a los propósitos que se persiguen.

No son pocos los que opinan que las estelas son la resultante de un proyecto conocido como  High Frecuency Active Auroral Research Program, es decir Programa  de Investigación en Alta Frecuencia de Auroras Activos que habría sido desarrollado por al Marina de los EE.UU.

La finalidad del proyecto está siendo objeto de disímiles conjeturas. Entre ellos pueden mencionarse el control  de procesos climáticos, interferir sistemas de telecomunicaciones, influir en los sistemas de radares, efectuar ataques biológicos, propagar enfermedades, causar sequías, producir alteraciones en el ADN vegetal y humano, “entre otros que se consideran disparatados”, según la senadora.

Incluso se ha llegado a mencionar la posibilidad que el rociado de las sustancias  optimiza el funcionamiento de armas electromagnéticas como mecanismo de implantación, en el subconsciente colectivo, de la idea de generar en las poblaciones la necesidad de crear leyes de control climático a nivel mundial, apoyados en la profusión de casi  40.000 videos en Internet.

Según la senadora “nuestro país no está al margen de la cuestión y  ya se conocen denuncias de ciudadanos del Gran Buenos Aires, Córdoba, Paraná, Bariloche y Rosario, donde vecinos expresaron su preocupación  por la presencia de aviones que parecerían estar “fumigando” los cielos rosarinos”.

Iturrez, incluso no dejó de lado –“prima facie” ninguna hipótesis de lado por la vía del absurdo, ya que considera que en su gran mayoría caben  “en el  marco de lo probable y posible” .

Los primeros informes fueron recogidos en la región de Los Apalaches (1998), en Québec, tras lo cual empezaron a aparecer resultados de análisis provenientes de laboratorios independientes, que indicaban la caída de sustancias provenientes del cielo, tras lo cual comenzaron a aparecer versiones de proyectos ocultos del Ejército norteamericano, en los que se mencionaban epidemias de virus mediante la pulverización desde aviones ilegales.

Hay denuncias que hablan de síntomas de gripe, ardor de nariz, sangrados de nariz e irritación de las vías respiratorias superiores, así como dolor en las articulaciones que “llenan las salas de los efectores públicos de salud de Rosario , tras horas de producirse el rociado de las sustancias”, alegan los denunciantes, quienes adelantaron la realización de una conferencia de prensa para los próximos días.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com