Empleados de Esperanto salieron otra vez a la calle para protestar por la clausura del boliche

La ruidosa manifestación, la segunda que realizaron en menos de una semana, incluyó el estallido de bombas de estruendo y el corte de tránsito en Presidente Roca y Zeballos.

Empleados del boliche Esperanto protagonizaron anoche una ruidosa manifestación Presidente Roca y Zeballos para protestar contra la clausura del comercio. La medida de los trabajadores fue acompañada por bombas de estruendo y el sonar de bombos, lo que causó la lógica irritación de los vecinos.

«Fue la misma situación que la que vivimos el viernes», describió el abogado Juan Pablo Cerana Paz, representante de los vecinos que se ponen a que Esperanto funcione como boliche bailable.

En declaraciones al programa «El primero de la mañana» de La Ocho, los manifestantes «cortaron Presidente Roca y Zeballos. Hicieron sonar cornetas, bombos y golpearon hasta los contenedores de residuos. Además detonaron bombas de estruendo que se escucharon hasta calle Córdoba. Empezaron cerca de las 22 y siguieron hasta después de la medianoche. Varios vecinos de los edificios linderos les pidieron, no de buen modo, que terminara con todo. Eran personas mayores, con chico pequeños, gente que se tenía que levantar temprano para ir a trabajar, que se vio alterada por esta protesta de los empleados de Esperanto», contó Cerana Paz.

«Llamamos a la policía y nos dijeron que eso era una protesta social y que no podían más que controlar, había un móvil policial en la esquina, evitando que esto pase a mayores. La situación de los vecinos era desesperante. No serían más de 25 personas que se convocaron por las redes sociales. Ellos reclamaban por el sostén de las fuentes laborales, pero no es la forma. Esto excedió cualquier marco», el abogado.

La de anoche fue la segunda protesta que realizan los empleados de Esperanto. La primera se produjo el viernes a la noche luego de que la Municipalidad dispusiera la clausura del local por tergiversación de rubro. (La Capital)