En plena ofensiva oficial por la ley de medios, renuncian dos jueces clave

 

En medio de la fuerte presión que viene ejerciendo el Gobierno sobre la Justicia por el tratamiento de la ley de medios, ayer renunciaron el presidente de la Cámara Federal Civil y Comercial, Martín Farrell, y uno de sus colegas, Santiago Kiernan. Ésa es la Cámara a la que le corresponde abordar el planteo del Grupo Clarín sobre dos artículos de la controvertida norma.

Farrell y Kiernan son dos jueces jubilados que tienen una trayectoria de décadas en la Justicia y que, por ese motivo, fueron convocados a cubrir cargos vacantes.
Según fuentes cercanas a la Cámara, operadores de la Corte Suprema les hicieron saber que, por aplicación de la ley 26.376, debían cesar los jueces jubilados para dejar su lugar a los conjueces. Sin embargo, en el máximo tribunal sostienen que no tuvieron relación alguna con las renuncias de Farrell y Kiernan.
Para asegurarse el esquema de reemplazos, la semana pasada la presidenta Cristina Kirchner designó a 16 conjueces, y el Senado les dio acuerdo, aunque muchos de ellos tienen probados lazos con el oficialismo. De allí saldrán los relevos para Farrell y Kiernan.
Así, el caso parece inscribirse en la estrategia del Gobierno con vistas al 7 de diciembr e (día en que vence la medida cautelar solicitada por el Grupo Clarín). El objetivo es provocar que los jueces naturales -aquellos que están en sus cargos con anterioridad a la aparición del caso- renuncien o se aparten del trámite para ser reemplazados por otros más cercanos al oficialismo.
El objetivo del kirchnerismo es presionar al Grupo Clarín para que se desprenda de varias de sus licencias audiovisuales antes del 7 de diciembre.
Para eso, busca cubrir todas las vacantes con jueces afines al oficialismo con el fin de que no dicten una nueva medida cautelar que extienda los plazos y, como consecuencia, beneficien la posición de Clarín.
Los camaristas que renunciaron, Farrell y Kiernan, son dos magistrados jubilados de larguísima actividad en la Justicia. Farrell, que se venía desempeñando como presidente del cuerpo, era especialista en filosofía del derecho y en 1996 fue Premio Konex de Platino en Ética.
El argumento que un operador oficialista le habría dado a Farrell para provocar su renuncia y la de Kiernan -que ayer fueron aceptadas por la cámara- fue que la semana última, en cumplimiento de la ley 26.376, el Senado aprobó la lista de dieciséis conjueces elegidos por la presidenta Cristina Kirchner. Entonces, ahora había llegado la hora de aplicar esta ley que, en rigor, no aplican las otras cámaras de apelaciones para cubrir sus propias vacantes.
Fuentes de la Cámara responsabilizan de la injerencia a operadores del Poder Ejecutivo, pero señalan también que algunos funcionarios de la Corte -que citan con nombre y apellido- pasaron a canalizar esas mismas presiones.Sin embargo, en el máximo tribunal que preside Ricardo Lorenzetti dicen que la Corte siempre buscó tomar distancia del caso y niegan esas acusaciones.
Sea como fuere, en las próximas horas, la Cámara Federal dictará una nueva acordada para sortear a cinco magistrados de aquella lista de conjueces nombrada por el Gobierno. En ese listado figuran abogados de Madres de Plaza de Mayo, de Abuelas, del Inaes y de otras dependencias del Gobierno, y varios de ellos asumirán varios juzgados.
La embestida del Gobierno contra el Grupo Clarín comenzó en 2009, con la sanción de la ley de medios audiovisuales. Sin embargo, durante el último mes su dinámica se aceleró. Desde entonces, los operadores kirchneristas recusaron a los camaristas Ricardo Recondo y Francisco de las Carreras. Curiosamente, no recusaron al camarista Alfredo Gusman, más cercano al Gobierno.
Además provocaron la renuncia de uno de los jueces subrogantes, Raúl Tettamanti, que en su escrito de dimisión dijo que lo hacía bajo presiones, y recusaron a varios jueces. El ministro de Justicia, Julio Alak, lo recusó, al igual que al juez Raúl Torti.
Además, los miembros kirchneristas del Consejo de la Magistratura intentan aprobar la designación de un aspirante kirchnerista como titular del Juzgado N° 1, como es María Lorena Gagliardi.
Y, por cuerda separada, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, les inició una denuncia penal ante el juez federal Luis Rodríguez a los cinco consejeros no kirchneristas que se niegan a votar la lista oficialista.
Además, el propio Consejo de la Magistratura, donde el kirchnerismo tiene mayoría, inició una investigación disciplinaria a todos los camaristas, incluido Farrell.
La estrategia de pinzas, indudablemente, está haciendo sentir su efecto: si bien todo ocurrió en términos elegantes, Farrell les comentó a algunos de sus colegas que un operador le dijo que debía alejarse. En la Corte, en cambio, aseguran que los camaristas y jueces que renuncian lo hacen por sentir temor y que deberían resistir las presiones.
Un camarista, el juez de la Sala 1 de la Cámara Civil y Comercial, Francisco de las Carreras, sin embargo, sí parece decidido a resistir el embate oficial; cuando rechazó la recusación que le promovió el Gobierno, dijo que los argumentos oficiales «no son ciertos» (de lo que se informa por separado).

Presiones a los magistrados

La ofensiva del kirchnerismo ya apuntó contra otros jueces
  • RICARDO RECONDO
    Camarista civil
    El juez, que integra el Consejo de la Magistratura, fue denunciado por el kirchnerismo, junto con otros consejeros, por «bloquear» la designación de un magistrado afín al Gobierno al frente de un juzgado que debe entender en la aplicación de la ley de medios
  • RAÚL TETTAMANTI
    Ex juez
    Al renunciar hace 20 días al Juzgado Federal N° 1, acusó al ministro de Justicia, Julio Alak, y a miembros kirchneristas del Consejo de la Magistratura de haberle generado «violencia moral y un grado de intranquilidad personal y familiar»(La Nación)