Newell’s ganó un partidazo en Avellaneda y arranca arriba

La Lepra derrotó por 3-1 a un urgido Independiente en el debut del torneo Final. En el primer tiempo abrió la cuenta Scocco y Tula empató enseguida. En el segundo, bajo una intensa lluvia, Farías falló un penal y los de Martino no perdonaron con otro gol de Nacho y el broche de Pablo Pérez.

Parecía que se le venía la noche a Newell’s bajo la lluvia de Avellaneda cuando Independiente llegaba más y encontró un penal para ponerse en ventaja. Pero el Tecla Farías lo tiró a las nubes, la Lepra reaccionó y lo liquidó. Fue el pasaje clave en un partidazo que terminó 3-1 para el equipo rosarino, que comienza el nuevo torneo Final con la ilusión en alto. Mientras que el Rojo permanece en zona de descenso.

Antes de eso, en el primer tiempo, Ignacio Scocco había puesto arriba a los de Gerardo Martino aunque Cristian Tula empató enseguida. Y en el complemento, bajo la lluvia, llegaron las mayores emociones: lo tuvo de penal el Tecla Farías pero la tiró muy desviada, y el Rojinegro respondió con dos goles (otra vez Nacho y Pablo Pérez) que le bajaron la persiana a la tarde.

Los primeros 45 minutos ya habían sido de ida y vuelta, sin dar respiro, con Newell’s manejando un poco más la pelota, pero con el Rojo un poco más incisivo cuando le tocaba atacar.

El gol de Scocco llegó a los 16 minutos y para ese entonces ambos ya habían contado con chances de marcar. Nacho cabeceó en el área chica, con el arquero Diego Rodríguez vencido a varios metros de distancia tras un el centro de Martín Tonso.

Pero le duró poco la euforia a la Lepra, ya que a los 20 apareció Tula, también para conectar de cabeza un preciso tiro libre casi frontal del Rolfi Montenegro.

El juego no se calmó con los goles y mantuvo su intensidad incluso en los últimos instantes del primer tiempo, cuando se desató una fuerte lluvia acompañada de viento al sur de Buenos Aires.

Y las mismas condiciones climáticas le dieron marco a casi toda la etapa final, donde los dirigidos por el Tolo Gallego –desde afuera, porque el DT había sido expulsado por protestar– sacaron el pecho ante su imperiosa necesidad de sumar puntos. Comenzaron así a inclinar la cancha, con Montenegro como abanderado.

El ingreso del colombiano Juan Caicedo le dio más presencia y vértigo al ataque rojo y fue el moreno quien provocó el penal. La hinchada local explotó, casi con la misma fuerza que suspiró frustrada cuando Farías remató muy mal desde los doce pasos.

Y mucho más pronunciado fue el pesar de la mitad de Avellaneda dos minutos después, cuando en una buena jugada Maxi Rodríguez se la bajó a Scocco, quien desenfundó su ya famosa escopeta y con un tiro seco y rasante puso el 2-1.

Con un Independiente entregado a la búsqueda de la igualdad se allanó más aún el terreno para Newell’s, que a ocho minutos del cierre lo liquidó a través de Pérez tras un doble rebote.

Los del Tata comienzan así de la mejor manera un semestre cargado de compromisos, pero prometen dar pelea tanto en el campeonato como en las copas Libertadores y Argentina. Parece que tienen con qué ilusionarse. (Rosario3)