Buscan solución pacífica a un posible conflicto nuclear

Al momento de escribirse la presente columna concluían reuniones entre líderes norteamericanos y chinos en Beijing.

El secretario de Estado del gobierno norteamericano John Kerry, luego del encuentro señaló que Estados Unidos y China “ se comprometieron a encontrar una solución pacífica de la crisis de Corea del Norte” y dejó claro que los dos países, en sus conversaciones entienden que la única opción “es la solución a través de la mesa de negociaciones”.

Kerry dijo que las discusiones continuarán con las visitas de otros altos funcionarios de Estados Unidos a Pekín, tras lo cual subrayó que su gobierno y el de China «pujan por mayor análisis de la crisis al más más alto nivel, con el fin de concretar exactamente qué medidas se pueden tomar para asegurarse de que esto no es retórica, sino que se trata de una verdadera política que se está aplicando».

Kerry concluyó diciendo que los EE.UU. y China hicieron un llamamiento conjunto a Corea del Norte a abstenerse de nuevas provocaciones, añadiendo: «Nosotros le decimos a Kim Jong Un y al gobierno de Corea del Norte, que pueden optar por unirse a nosotros en un esfuerzo para tratar de encontrar una solución negociada».

Mientras esto sucedía, el Pentágono decidía el incremento de la barrera antimisiles en Estados Unidos, que a la fecha posee un total de 30 sistemas instalados en Alaska y Florida. El anuncio del presidente Obama, contempla que se “instalen 14 interceptores con base en Alaska debido a las amenazas de Corea del Norte”.

Según el periódico The New York Times, la instalación de misiles adicionales en la costa oeste de EE.UU. tendrá un costo de 1.000 millones de dólares, pese a que El Pentágono sufrirá un recorte de presupuesto de 46. 000 millones de la misma moneda.

El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, informó que se desplegarán nuevos complejos antimisilísticos en Alaska, California y Japón, entre otros sitios de las costas del Pacífico, detallando que en Japón se colocará una estación de radares.

Se estima que la panoplia completa deberá estar finalizada para el año 2017, por lo que se reducirá el presupuesto del escudo antimisiles europeo para economizar gastos y destinarlos a reforzar la barrera antimisilística en la región Asia-Pacífico.

Ell responsable de política del Departamento de Defensa de EE. UU., James Miller, detalló que el Pentágono estaba iniciando estudios de impacto medioambiental con el objetivo desplegar en tres lugares específicos más bases de interceptores en caso necesidad.

Un vocero de Corea del Norte –vale recordarlo- dijo que “EE.UU. no debe olvidar que la base de la fuerza aérea de Anderson en Guam, desde la que han despegado los bombarderos B-52, las bases navales de Okinawa y otras bases ubicadas en Japón, donde tienen submarinos nucleares, están dentro del alcance de tiro de nuestras armas de precisión”.

La excusa

Según el investigador Xavier Boltaina, del Centro de Investigaciones Coreanas de la Universidad Complutense de Madrid, Corea del Norte en realidad no es una amenaza para Estados Unidos y el verdadero motivo del despliegue militar de EE.UU. se debe a que la zona de China, Japón, Corea del Sur, Corea del Norte, y la Federación Rusa es una región emergente económicamente y los estadounidenses usan como excusa a Corea del Norte para defender sus propios intereses ya que tienen miedo de perder su protagonismo en la región.

Asimismo, se sumaron las declaraciones de la ex-agente del MI 5 Annie Machon, quien declaró que “es poco probable que Irán y Corea del Norte sean amenazas reales para EE. UU. y que el despliegue militar del país norteamericano se debe a que el verdadero objetivo de Washington es el control de los recursos naturales del Ártico” .

El delegado norcoreano y único representante occidental de Corea del Norte, Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez ha indicado en una entrevista a la cadena Russia Today que “cualquier provocación por parte de Washington será el disparador para una guerra total, aunque su país desea la paz pero no se arrodillará ante EE.UU. para conseguirla”.

Reacción civil en Corea del Sur

Legisladores del partido Saenuri propusieron la adquisición de armas nucleares durante una reunión con los dirigentes del partido. Shim Jae-chul afirmó en ese sentido: «Nuestra seguridad ha de basarse en el equilibrio del miedo». Además, informó que considera posible el retorno a Corea del Sur de armas nucleares tácticas estadounidenses. El diputado Yoo Ki-june respaldó los dicho por Jae-chul, mencionando que en caso de emergencia las armas nucleares permitirían atacar preventivamente a las instalaciones más relevantes de Corea del Norte. Además, el dirigente político Ki-june propuso eliminar la norma introducida recientemente con el consentimiento de EE.UU, que impide a los misiles balísticos surcoreanos sobrepasar los 800 kilómetros del alcance.

No puede dejar de mencionarse que el 66% de los surcoreanos apoya el desarrollo de un programa de armas nucleares.

Corea del Norte declaró nulos los acuerdos de no agresión con su vecino del sur, por lo que hubo un gran incremento en la compra de conservas dentro las tiendas y supermercados surcoreanos.

Reacciones de Corea del Sur

Los ciudadanos de Corea del Sur reaccionaron de diversas maneras debido al recrudecimiento de la actividad militar estadounidense en la región.

Grupos pacifistas se oponen a la presión militar, incluso del propio ejército surcoreano, a causa de que dicha política hostil sólo agrava el conflicto con el norte. Por otro lado hubo manifestaciones de sectores más conservadores y afines al gobierno que no sólo apoyan la acción militar conjunta entre EE.UU. y Surcorea, sino que además expresaron su aversión contra el gobierno norcoreano quemando pancartas en la que estaban presentes imágenes del líder norcoreano Kim Jong Un y otras con imágenes de la bandera de Corea del Norte, pese a que si bien en Norcorea son habituales las manifestaciones en oposición al gobierno surcoreano aún así los norcoreanos nunca han quemado la bandera de Corea del Sur en sus manifestaciones. El líder del grupo manifestó: «Norcorea ha estado amenzándonos y el gobierno debería estar listo para un fuerte contraataque».

Plan Conjunto Contra Provocación

El acuerdo al que hicimos referencia en el inicio de esta columna parecería ser la resultante del encuentro, el 24 de marzo entre los ejércitos de Estados Unidos y Corea del Sur, representados por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, el general Jung Seung-jo y el jefe de las tropas estadounidenses en Corea del Sur, James D. Thurman, momento en que firmaron un plan denominado «Plan Conjunto Contra la Provocación».

Al respecto del plan, el Comando de Fuerzas Conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur informó: “Al completar este plan, hemos mejorado nuestra postura conjunta de preparación para que nos permita responder de manera inmediata y decisiva a cualquier provocación de Corea del Norte. El plan completo incluye los procedimientos de consulta y acción para permitir una repuesta conjunta fuerte y decisiva de la República de Corea y EE.UU. a las provocaciones y las amenazas de Corea del Norte”.

Hito histórico

Así debe ser considerada la aprobación, por parte de la ONU, del primer tratado global para regular la venta internacional de armas, resistido por China, Rusia, Siria, Norcorea, Venezuela y Cuba.

Para que sea eficaz, debe ser firmado por los parlamentos. De esa forma se pretende regular un flujo internacional de 70.000 millones de dólares en armamento convencional que va desde las armas liviana hasta tanques y buques de guerra.

Pero la firma del acuerdo será el punto de partido de una nueva columna sobre la que no sólo nos referiremos al armamento convencional, sino que avanzaremos sobre otros tipos de armas y hasta sobre el clima utilizado como elemento desequilibrante en conflictos bélicos.

avatar

Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com