Avance sobre la Justicia: Sigue el debate en Diputados

Desde el mediodía de ayer, diputados del oficialismo y la oposición cruzan críticas sobre los proyectos más polémicos de la reforma. La primera votación sería entrada la madrugada y Conti adelantó que cuentan con los votos. Concentración en la Plaza contra las medidas.

Pese a que algunas versiones presagiaban dificultades para reunir el número, el kirchnerismo consiguió a las 12:07 de ayer que 132 diputados se sentaran en sus bancas y dieran quórum para empezar la sesión. De ese modo, sorteó el primer obstáculo que pretendía poner la oposición para evitar que la fracción más delicada de la reforma que promueve la Casa Rosada sea sometida a la votación.

Los dirigentes de la oposición, que hasta entonces aguardaban en la carpa blanca instalada en la Plaza del Congreso, ingresaron al recinto para debatir los tres proyectos: la reforma de la conformación y el funcionamiento del Consejo de la Magistratura; la regulación de las medidas cautelares contra el Estado, y la creación de Cámaras de Casación en otros fueros además del Penal.

Las iniciativas ya habían sido aprobadas la semana pasada por el Senado. Sin embargo, la referida al Consejo deberá volver a la Cámara alta, ya que en el plenario de comisiones realizado el martes se introdujeron modificaciones sugeridas por un grupo de jueces, y acercadas a la Casa Rosada por la Corte Suprema.

La discusión se dio al calor de una concentración que la propia oposición y el sindicalismo opositor-la CTA de Pablo Micheli y la CGT de Hugo Moyano- convocó frente al Palacio Legislativo, cuya concurrencia fue aumentando a medida que transcurrió el día.

En las primeras horas de la noche, Diana Conti, una de las encargadas de llevar la voz cantante en el tema por el lado del kirchnerismo, adelantó que la iniciativa del Consejo se votaría pasadas las 5:30, y las otras dos lo harán entrada la mañana. Aseguró, además, que el Frente para la Victoria contaba con los votos para aprobarlas.

El debate

El tenso tono de la discusión, anticipado por las férreas posturas que mantuvieron las partes antes de la sesión, se evidenció de inmediato. A poco de comenzado el debate, la líder de la Colación Cívica Elisa Carrió sostuvo un encendido cruce con Conti.

Carrió reiteró su hipótesis de un supuesto “acuerdo espurio” entre la presidente Cristina Kirchner y el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y luego sumó a la oposición.

A la acusación de la opositora de que el oficialismo habría omitido revelar una carta que envió Lorenzetti al presidente de la Cámara baja, Conti respondió con un agravio: “Que la lengua, que la tiene larga y filosa para injuriar a la República, a la democracia y a la representatividad, se la meta justo en el lugar donde va a quedar cajoneada la cuestión de privilegio».

Al tomar la palabra, a lo largo de la jornada uno a uno los opositores fueron vertiendo durísimos cuestionamientos y advertencias sobre la reforma; desde el Frente para la Victoria esbozaron sus argumentos de defensa y achacaron a su contraparte sus intentos para entorpecer la discusión.

El Gobierno viene a prostituir el sueño de los argentinos”, aseguró el diputado peronista Eduardo Amadeo, quien denunció que la iniciativa oficial persigue la “politización de la Justicia”.

«La Justicia que ustedes quieren acallar es una fuente de ruidos cuando señala y condena a corruptos, cuando defiende a las minorías», resaltó al enumerar algunos de los casos recientes que ligan al Gobierno con supuestos negocios ilegales.

En una línea similar, Oscar Aguad (UCR) afirmó que la reforma del Consejo «está hecha para resolver los problemas que el Gobierno tiene con la justicia, que es que no tiene los dos tercios» para controlar el organismo.

La líder del GEN Margarita Stolbizer aseguró que la iniciativa es «ineficaz, insuficiente e inconstitucional». Según dijo, la propuesta del Gobierno «carece de legitimidad necesaria por toda la comunidad académica, jurídica, social y de base», y anticipó que la reforma «va a aumentar la
dependencia de los jueces», porque con la elección directa de consejeros los «jueces que van a tener que someterse a nuestros programas».

Por su parte, Jorge Yoma –enrolado en el Frente para la Victoria, pero distanciado hace tiempo del oficialismo- advirtió esta tarde que el paquete de leyes que promueve la Casa Rosada «no es democratización» de la Justicia sino «esconder la domesticación del Poder Judicial». «Esto pone en riesgo la libertad de conciencia de un juez al momento de fallar», alertó.

“A esta altura ya no confío en la inocencia de la oposición, yo ya no creo. En todo caso tenemos una oposición naif, que se iba a la carpa en el momento en que se estaba entregando esto», afirmó.

Laura Alonso, del PRO, directamente acusó a quienes respalden las medidas de “traidores a la patria”.

En sintonía con sus versiones de que los proyectos apuntan a lograr una justicia que beneficie a los intereses del Gobierno, algunos legisladores exhibieron por la noche con las leyendas “Boudou Agradecido”; “Lázaro Baez agradecido”, y “Ricardo Jaime agradecido”, en referencia a tres figuras sospechadas de cometer delitos.

La palabra de la Presidente

Por la tarde de ayer, mientras se desarrollaba la sesión, la presidente Cristina Kirchner encabezó un acto en Tortuguitas en el que se refirió a la Carpa Blanca de los docentes en la década de 1990, cuya iniciativa parecieron copiar los opositores con su tienda en la plaza.

“Yo recuerdo la Carpa Blanca”, dijo. “Nunca fui, lo único que me acuerdo es que cuando llegamos al Gobierno le devolvimos –eran docentes, jubilados, empleados públicos– el 13% que le habían descontado los que iban a la carpa todos los días, y que cuando llegaron al Gobierno hicieron exactamente lo contrario”, señaló.

La Presidente dijo que “es bueno tener memoria, no para reprocharle nada a nadie, sino para hacer un ejercicio de las cosas que nos tocaron vivir, cómo las superamos”.

(Infobae)