Boudou ante el juez

El vicepresidente declarará hoy en los tribunales porteños de Retiro. El magistrado Ariel Lijo lo investiga por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública para la compra de la imprenta de papel moneda.

Hoy el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, será por primera vez indagado en el marco de la causa Ciccone, donde se lo investiga por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública para la compra de una imprenta de papel moneda.

Boudou deberá comparecer ante el juez federal Ariel Lijo, cuyo trabajo en esta causa fue calificado como un «mamarracho» por el propio vicepresidente, que por estrategia adoptó, al menos en la previa, un ataque sistemático a la Justicia.

Su declaración se desarrollará sin acceso para la prensa y tampoco será televisada, una alternativa que había pedido Boudou pero que el magistrado le denegó.

Lijo accedió en cambio a adelantar la toma de declaración, pues inicialmente había citado al funcionario para el 15 de julio, justo cuando Boudou estará a cargo de la Presidencia argentina porque Cristina Kirchner estará en un viaje oficial.

De acuerdo al auto de citación firmado por Lijo, el vicepresidente está acusado de haber comprado, junto a José María Núñez Carmona, empresario y amigo del funcionario, la imprenta de papel moneda Ciccone Calcográfica en septiembre de 2010, cuando Boudou estaba al frente del Ministerio de Economía argentino.

La compra se habría realizado a través de la firma The Old Fund, presidida por Alejandro Vandenbroele, «con el fin último de contratar con el Estado nacional la impresión de billetes y documentación oficial», según la resolución judicial que cita la agencia EFE.

Vandenbroele es señalado como presunto «testaferro» de Boudou, vínculo negado por el vicepresidente, quien estuvo al frente del Ministerio de Economía entre julio de 2009 y diciembre de 2011.

En julio de 2010, un juzgado del fuero comercial declaró la quiebra de Ciccone -denominada actualmente Compañía de Valores Sudamericana- a petición de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) por deudas impositivas.

La Justicia levantó la quiebra tres meses después, a solicitud de la propia empresa, tras haber negociado un plan de pagos con la Afip, y luego la imprenta quedó en manos de The Old Fund.

La acusación

Según el auto de citación, Boudou, «aprovechando su condición de funcionario público», y Núñez Carmona, habrían acordado con los entonces dueños de Ciccone la cesión del 70% de la empresa «a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar y contratar con la Administración Pública».

Boudou, según el escrito, «habría tenido injerencia, de forma directa, presenciando las reuniones para la adquisición», y, junto a Resnick Brenner, jefe de asesores del Fisco, «en el trámite de un plan de pagos ilegal en la Afip».

«Asimismo, habría intervenido, a través de personas interpuestas, en los actos necesarios para el levantamiento de la quiebra, con el objetivo de obtener el certificado fiscal para contratar con el Estado nacional. Esa finalidad se habría visto satisfecha una vez que Boudou ya era vicepresidente en, al menos, una oportunidad con Casa de la Moneda», afirma el auto.

(Rosario3)