Separan a directora escolar por presunto abuso

La responsable de una escuela de Granadero Baigorria fue desplazada de su función mientras la Justicia investiga cargos en su contra por juegos y manoseos que indignaron a los padres. Hubo quejas por inacción de la supervisión escolar.

La directora de la escuela 550 de Granadero Baigorria fue separada de su cargo tras conocerse graves denuncias de distintas clases de abuso contra alumnos y de poder contra el personal a su cargo. La más relevante tiene como protagonista a un chico de 8 años a quien le habría obligado a bajarse los pantalones. Además, se investigan misteriosas reuniones en su despacho donde, según relataron padres de los alumnos, cerraba las cortinas para encerrarse con niñas para practicar “juegos” con poca luz. El caso está siendo investigado por la Justicia, donde se le ha interpuesto una denuncia penal, y por un equipo de supervisores del Ministerio de Educación de la provincia que evalúa la cuestión administrativa.

Según fuentes judiciales, el caso está siendo investigando la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual, a cargo de Guillermina Aiello, quien citó para hoy a la madre denunciante y al chico presuntamente abusado para una entrevista con el psicólogo forense.

También se ofició al Ministerio de Educación para que envíe el legajo de la directora acusada.

La directora está hace catorce años en el establecimiento, donde se inició como docente. Luego fue vicedirectora y hace un año y medio se hizo cargo de la dirección del instituto educativo.

Rubén Pizarro, padre de una alumna de 6º grado, contó que “no solamente se trata de abuso sexual contra un chiquito sino que viene cometiendo todos los abusos de todos los colores que una persona pueda cometer como maltrato al personal docente, al no docente, a los papás y hasta los abuelos”.

“Además, empezaron a correr rumores, que en principio tomamos con mucha prudencia, de que ella se hacía encerrar con las nenas, cerraba las cortinas, y empezaba un juego donde les vendaba los ojos y hacía otras cosas que viene al caso recordar, lo que luego fue confirmado”, relató.

“Cuando empezaron los rumores le empecé a preguntar a mi nena que primero no me dijo nada, se puso de todos los colores y empezó a ponerse nerviosa y entrecruzaba los dedos de las manos. Al otro día le volví a preguntar hasta que en un momento le puse un poquito de presión para que me contara y ahí me enteré de todos los detalles”, añadió.

Esto hizo que Pizarro se comenzara a comunicar con otros padres por lo que armaron una comisión para investigar los hechos. “Al poquito tiempo ya teníamos 130 firmas de padres que empezaron a denunciar, mientras que muchos otros no se animaban temiendo represalias. El peor fue el caso de un chiquito de 8 años que lloraba cada vez que iba a la escuela. En la puerta hacía unos berrinches tremendos, temblaba, no quería entrar, y era porque había sido abusado por ella”, indicó.

“Nosotros veníamos haciendo denuncias y en el Ministerio tienen un proceder malísimo. Tapan todo; son profesionales de esto. No resguardan a los chiquitos y desalientan a que otros padres denuncien porque se cansan de ir y no consiguen nada”, comentó.

Otra madre dijo tener “una sensación muy fea” con lo ocurrido. “Hemos tenido a esta mujer catorce años dentro del establecimiento y parece que esta práctica viene desde hace mucho tiempo. Lo hizo siendo maestra, siendo vicedirectora y siendo directora. Nosotros, con un grupo de padres, empezamos este movimiento basados en rumores en primera instancia, pero la perseverancia dio frutos porque nadie nos creía. Hablaban de internas entre directivos que no eran tales”, explicó.

Al ser consultada sobre por qué no se denunció antes, la mujer respondió que “había mucho miedo de sus compañeras docentes y de algunos padres”. “Yo sé que hay gente que ha sido amenazada para que no denuncie. En el Ministerio que dicen que no hubo denuncias y hay denuncias desde hace dos años: tenemos los comprobantes. Si hubieran actuado antes se habrían evitado muchas cosas”, señaló.

Por último, el abogado de los padres, Javier Minetti, contó que –entre otras cosas– se denunció que “la directora tenía la costumbre de llevar a la dirección a las nenas donde se practicaban una serie de juegos como que le peinaran el cabello, que le acariciaran el cuero cabelludo mientras ponía música y demás”. “Esto puso en alerta a muchísimos padres que decidieron hacer un planteo concreto en el Ministerio de Educación pero la cosa pasó a mayores cuando el jueves pasado la tía de un nene de 8 años planteó de que no quería ir más a la escuela porque la directora lo tocaba y ahí se hizo una denuncia penal. Esto obviamente ya planteó una situación distinta. La tía hizo primero la denuncia en la seccional 24ª de Granadero Baigorria que luego fue ratificada por la madre y se le dio intervención a la fiscal de delitos sexuales”, informó.

“De todas maneras ésta es una investigación que recién comienza y sería imprudente en que nos adelantemos inclusive sobre cómo se va a caratular el hecho. Si bien el Ministerio tomó una decisión firme al separar del cargo a la directiva creemos que tal vez se podría haber actuado un poco antes porque si bien no había un reclamo administrativo concreto había demandas verbales de parte de muchísimos padres que eran constantes. Una cosa es cuando son aisladas y otra cuando son constantes”, concluyó.

El Ministerio explica

La titular de la Regional VI del Ministerio de Educación provincial, Marta Díaz, contó que la denuncia por abuso contra la directora de la escuela 550 fue recibida el último viernes. “Nosotros actuamos inmediatamente, nos reunimos con los padres en la escuela, les comunicamos la decisión de ponerla en estado de reorganización y al día siguiente el personal directivo no estaba más en el establecimiento. Instalamos cinco supervisores hasta que pongamos un nuevo directivo esta semana. Nosotros no hacemos un juicio sino que se abre una investigación y se toman testimonios”, remarcó.

La funcionaria reconoció que venían escuchando “algunos rumores pero ninguno de forma concreta”. ”Acá hay que manejarse en dos niveles: uno es una denuncia personal hacia una persona, que en este caso es la directora, y el otro que es una situación institucional que viene ocurriendo desde hace tiempo entre el equipo directivo, en la cual todos son absolutamente responsables. Hay un deterioro notable del proyecto pedagógico –esto también los padres nos lo han planteado– y nosotros tenemos que preservar también el aprendizaje de los chicos”, explicó.

“Ahora se abre una investigación y tendrán que tomarse otros testimonios. La denuncia ya está, es contundente y esto es lo que nos habilita para iniciar el sumario y el desplazamiento de la directora del lugar. Además está el proceso que se lleva en la Justicia y tenemos que esperar que se expida. Los primeros testimonios se hicieron hace veinte días pero ninguno de ellos fue tan contundente como para permitirnos actuar. Recién la denuncia recibida el día viernes tiene una efectividad tal que nos permitió hacerlo”, finalizó.

(El Ciudadano)