Falso secuestro virtual: Entregó 100 mil pesos

La llamaron de madrugada para decirle que habían raptado a su hijo. Tuvo miedo de salir a la calle y un joven fue a buscar el dinero por la puerta de su vivienda de barrio Belgrano. Leonor, de 73 años, dijo que entregó la bolsa con la plata a un joven a través de la reja de la puerta de su casa.

Leonor tiene 73 años. Es jubilada y vecina del barrio Belgrano. Ayer, a las 2.15 de la mañana se convirtió en una nueva víctima de un secuestro virtual. Fue cuando atendió el teléfono de su casa y escuchó la voz de un hombre «como si fuera la de mi hijo y atrás otras voces». Entonces, entre sollozos, quien simuló ser su hijo le dijo que lo iban a matar si no cumplía con lo que le pedían. Luego, otro hombre tomó el teléfono y le ordenó que pusiera todo el dinero que tuviera adentro de una bolsa y lo llevara hasta el contenedor de su cuadra. En completo estado de desesperación y angustia, la mujer juntó 100 mil pesos, los puso en una bolsa plástica y como tuvo miedo de salir a la calle por la hora, esperó que un joven lo pasara a retirar por la puerta de su vivienda. Unos minutos más tarde la mujer llamó a la novia de su hijo y supo que el muchacho estaba durmiendo con ella.

«Sorprende que todavía haya víctimas de estos hechos. Mirá que se informa por los medios de lo que no hay que hacer. Pero también hay que ponerse en la piel de una persona mayor que a las 4 de la mañana atiende el teléfono y escucha a un hombre sollozar, dice que es su hijo y le pide ayuda. No es sencilla la situación», indicó ayer una fuente de la investigación, en manos del fiscal de Flagrancia, Alvaro Campos.

Sola en la madrugada. Leonor vive en Montevideo al 6000, en los confines de barrio Belgrano, junto a su hijo de 39 años. Ayer a la tarde contó lo que le tocó vivir: «A las 2.15 me llamaron. Se escuchaba una voz que era como la de mi hijo y atrás otras voces. Me dijeron que les diera todos los dólares que tenía. Pero como no tengo me pidieron 200 mil pesos. Les dije que no tenía, que no les podía dar. Que si llamaba a los vecinos y a mi otra hija podía juntar mil pesos».

Sin embargo, los malvivientes no cejaron en su intento. «Duró como veinte minutos la negociación. Me tuvieron como loca hasta que el tipo me dijo que mataba a mi hijo y yo le dije que tenía 100 mil pesos. El que hablaba sabía todo, el nombre de mi hija, el de mi hijo y hasta el mío», confió Leonor.

Así fue que a la mujer le ordenaron «dejar la plata en el contenedor de basura» ubicado frente a su casa. «Les dije que tenía miedo de salir. Entonces me quedé en el garaje con la bolsita que adentro tenía la plata, esperé cinco minutos y vino un pibe con gorrita, una remera a rayas roja y blanca y me agarró la plata. Me decía que no lo mirara. Vino caminando y se fue caminando, pero acá al lado hay una cámara y seguro que lo filmó», contó Leonor. Y aclaró que su hijo, cuando volvió a su casa, «se llevó la grabación para que la copie un amigo y lo pueda ver la policía».

Tras ese mal momento, Leonor llamó por teléfono a la casa de la novia de su hijo. «Ella me dijo que él se quedó a dormir allá por la lluvia. Cuando le dije lo del secuestro, mi hijo se vino con la moto y estaba muy sorprendido», concluyó.

En tanto, desde la Jefatura rosarina, altas fuentes confirmaron que el botín con el cual se hicieron los ladrones ascendía a 100 mil pesos y que hasta anoche nadie les había hecho llegar el CD con la supuesta grabación captada por una cámara de seguridad de la cuadra. Sí dijeron que la mujer estuvo muy asustada porque tras hablar con quien fingió ser su hijo, un hombre más calmado y con voz de mando le ordenó: «Bueno, callate. Tenemos a tu hijo y si no nos das plata lo vamos a matar». Y tras el ablande le obligaron a entregar «toda la plata que tenga».

Recomendaciones. Una fuente policial, tan sorprendida como el hijo de Leonor por lo ocurrido, enumeró otra vez una serie de sugerencias para no ser víctima de un secuestro virtual. Indicó que se debe «guardar la calma» y ante la duda «cortar la comunicación inmediatamente». Si se tiene acceso a otra línea telefónica «comunicarse con la supuesta víctima y luego contactarse con la seccional policial más cercana al domicilio o al 911, aún cuando le exijan que apague todos los otros teléfonos». Y «nunca decir nombres o aportar otra información sobre el grupo familiar que pueda ser utilizada por los delincuentes, aunque el interlocutor afirme ser policía, ya que por lo general los delincuentes dicen que se encuentra accidentado o que capturaron a «un familiar», sin precisar la identidad». Más sugerencias: «Siempre dar aviso a la policía antes de entregar efectos de valor».

(La Capital)